“Cuando me preguntan qué hice en Londres les respondo: Durante media hora toqué con Pete Townshend y Keith Moon, y la puse donde la puso Jimi Hendrix”. Así empieza uno de los capítulos más desopilantes, en su descripción de una vida de sexo, drogas y rock’n roll, del libro “El Canciller-Memorias” del bajista que fundó Riff junto a Pappo, Víctor Bereciartúa, más conocido como Vitico. El capitulo en cuestión es “Mi Swinging London”, donde habla de los tres años que estuvo en la capital del rock mundial entre 1970 y 1973, cuando entabló cierta amistad con Pete Townshend de The Who mientras la banda mod por excelencia grababa “Quadrophenia”, su segunda obra conceptual después de la ópera rock “Tommy”, y donde convivió con Pat Hartley, la exnovia de Jimi Hendrix (aparece con él en su film “Rainbow Bridge”) que en realidad era la pareja de otro amigo cineasta del manager de los Who, Kit Lambert (el bajista asegura, un poco amargado, que él fue la inspiración del tema “The Punk And The Godfather”, por supuesto en el papel del punk).
Entre muchas otras cosas divertidas o dramáticas, pero siempre esclarecedoras como la pintura de cada época, lugar y banda con las que vivió y tocó, en esas páginas londinenses Vitico también cuenta el auge de la heroína en el rock británico y una fiesta que empezó tranquila hasta que vino la policía, y como el aún no entendía el acento inglés se tragó de una las 20 dosis de LSD que tenía para convidar a los invitados. “Los policías solo vinieron a recomendar que no pongamos fuerte la música, pero por suerte pude vomitar los ácidos, si no ahora no te estaría hablando; te juro que conocí alguien que se tragó en serio una cantidad parecida de ácidos y nunca volvió a ser el mismo”, cuenta Vitico en un largo diálogo con este diario sobre su flamante libro, que presentará el próximo 21 de marzo en el Roxy, donde además de hablar de esta autobiografía tocara música –“un set acústico”, dice- junto a su actual socio en el rock, Gabriel Carámbula.
Fuente: Ámbito