Cada vez son más los que buscan generar conciencia y lograr revertir situaciones que afectan al medio ambiente y la naturaleza. Es así como un grupo de vecinos de Escobar, junto a organizaciones ambientalistas, impulsaron que una histórica estancia de Ingeniero Maschwitz se convirtiera en un espacio protegido. Finalmente, a través de una ordenanza votada de manera unánime por el Concejo Deliberante, se declaró “reserva natural educativa” a 23 hectáreas de la estancia Los Arenales.
En el predio que alguna vez fue propiedad de Benito Villanueva, uno de los fundadores de la localidad, se escucha el ruido del arroyo y el canto de las aves. El espacio -que en total tiene 50 hectáreas de bosque- fue cedido por el Gobierno nacional al municipal en 2015.
Conciencia. La ordenanza busca promover la educación medioambiental e incentivar el cuidado del espacio público natural.
Fueron muchos los que trabajaron para que se resguardara la flora y la fauna del área: autoridades municipales de todas las áreas; organizaciones ambientalistas, como Los Talares y Germinar; docentes de la carrera Gestión Ambiental del Instituto Municipal y decenas de vecinos. Finalmente, el proceso se cerró en el Concejo Deliberante con acuerdo de todas las fuerzas.
“Con la ordenanza se busca preservar los fines educativos del lugar”, explica Nicolás Serruya, presidente del bloque de concejales del Frente de Todos. En la estancia Los Arenales funcionan desde hace siete años la sede del Ciclo Básico Común de la UBA, el Polo de Educación Superior y el Instituto de Formación Docente y Técnica Nº 8034. Las 23 hectáreas que rodean al sector educativo son las que se convirtieron en reserva natural. “La idea es que los ciudadanos participen y aprendan sobre la protección ambiental”, manifiesta el funcionario.
“Se quiere conservar el patrimonio histórico y cultural de la estancia, junto al paisaje natural. Esperamos que haya un cambio de valores respecto al cuidado del entorno”, explicó Laura Guazzaroni, secretaria Legal y Técnica del Municipio.
La importancia medioambiental de Los Arenales radica en el hecho de que hay más de 60 especies vegetales autóctonas y 40 exóticas que habitan allí. Entre los árboles se pueden observar eucaliptos, ceibos, pitangas y carquejillas; mientras que, entre los animales, es posible avistar más de 80 tipos de aves nativas.
La ordenanza prevé el trazado de corredores biológicos que conecten internamente al predio, el cuidado del lugar por guardaparques, una oferta de actividades para la concientización ambiental -como visitas guiadas y cursos de siembra de plantas- y la instalación de un amplio jardín botánico. A la vez, se detalla que está prohibido pescar, cazar y construir nuevas estructuras. Lo único que se admite es el desarrollo de las dependencias donde se instalarán las autoridades de la reserva.
Flora y fauna. En el espacio protegido hay unas 100 especies de plantas y árboles entre autóctonos y exóticos, y 80 tipos de aves nativas.
“Me involucré en la iniciativa porque me parecía interesante que mis alumnos aprovecharan el espacio verde para realizar sus prácticas profesionales”, detalló María de los Ángeles Sardou, docente de la tecnicatura de Gestión Ambiental y Salud del Instituto Superior Municipal de Formación Docente, y una de las tantas impulsoras del proyecto. Y agregó: “Esto le permite al ser humano volver a conectarse con la naturaleza”.
“Que ahora sea un espacio natural protegido trae esperanza. Es un gran paso hacia la sustentabilidad”, dijo Leila, vecina de Escobar.
Fuente: Clarín