Estados Unidos, como uno de los países más desarrollados de la Tierra, va a la vanguardia en muchos aspectos, y en función de esto es posible que una tendencia creciente que se viene manifestando en los últimos años pueda replicarse en otros países: la demanda de capacitación en oficios calificados, como por ejemplo plomeros, está encontrando una inesperada respuesta de la llamada Generación Z, que abarca a los jóvenes nacidos entre 1997 y 2012.
Este grupo está optando cada vez más por senderos profesionales alternativos a la educación universitaria. Frente al elevado costo de las carreras académicas y el creciente cuestionamiento sobre la rentabilidad que les puede aportar una vez finalizados sus estudios, las nuevas generaciones están volcando su interés hacia profesiones que ofrecen formación técnica y salarios competitivos, junto con la integración de nuevas tecnologías.
Este cambio de paradigma se ve impulsado por diversas causas. Entre ellas, el incremento en la remuneración de estas ocupaciones y los avances tecnológicos en sectores como la soldadura y la operación de máquinas herramienta, que han contribuido a mejorar la percepción de estos trabajos. Históricamente estigmatizados como “empleos de baja calidad”, los oficios están experimentando un renacer en su imagen y atractivo, gracias también a una sociedad que valora cada vez más las habilidades prácticas y la inmediatez del ingreso laboral tras la formación.
El auge en la demanda de formación en oficios es impulsado por el incremento de salarios y la integración de tecnologías avanzadas en sectores como la soldadura. EFE/ Federico Anfitti
Las escuelas comunitarias dedicadas a capacitar en oficios aumentaron un 16% su matrícula el año pasado respecto de 2023, según datos del Centro Nacional de Información Estudiantil de Estados Unidos. Ese mismo registro dio cuenta de un incremento del 23% en los alumnos que se anotaron para capacitarse en oficios de construcción. En tanto, subieron un 7% los programas de calefacción, ventilación y aire acondicionado y reparación de vehículos.
Se trata de capacitaciones que demandan algunos meses de estudio, por ejemplo, un programa de soldadura lleva 9 meses de instrucción. Según explica la plataforma de búsqueda de empleo Indeed México existen diferencias sustanciales entre una profesión y un oficio: “Mientras que las profesiones pueden llegar a tener un alto nivel de especialización, sobre todo si se realizan estudios de posgrado o certificaciones, los oficios suelen ser más generales”. Una de las características fundamentales, agrega, entre ambas es que, generalmente, el “oficio permite a quien lo ejerce mayor flexibilidad para realizar otro tipo de actividades relacionadas. Por su parte, un profesional se limita a desarrollarse en su especialidad”.
Estas actividades cuentan entre sus adherentes a jóvenes que ya no verían como un atractivo pasarse varias horas al día sentados frente a una computadora, sino que prefieren una actividad más física, sumado a los costos universitarios, y a la posibilidad de una buena salida laboral, ya que existe lo que se denomina brecha de contratación, que se refiere a la discrepancia entre el número de puestos vacantes disponibles y el número de candidatos calificados para cubrir esos puestos.
La capacitación en oficios ofrece salarios competitivos y formación técnica, atrayendo a más estudiantes frente a las opciones universitarias tradicionales. (Andina)
Esta falta de profesionales que genera el natural retiro a causa de la edad de electricistas, plomeros, soldadores y especialistas en instalación de artefactos y la falta de nuevo personal está elevando los salarios tanto en el ámbito de grandes empresas como para los hogares que necesitan esos servicios. Según datos del proveedor de servicios de nómina ADP que publica The Wall Street Journal, el salario medio de los empleados de construcción aumentó un 5,1% en 2023 respecto de 2022. Y un dato especialmente relevante es que este es el cuarto año consecutivo en que sube el salario medio anual de ese sector, en contraposición a lo que ocurrió con otras actividades de servicios profesionales como información, contadores y mantenimiento IT.
Incluso, algunas empresas están pagando la capacitación en esos oficios de su personal. Un sondeo de opinión de la compañía de software Jobber indicó la mayoría de los consultados creía que los trabajos manuales ofrecían mayor seguridad laboral que los llamados “de cuello blanco”, debido a que, todo indica, estos últimos irán menguando reemplazados por la inteligencia artificial.
Los oficios no eran considerados por los propios estudiantes, aseguró Steve Schneider, consejero de una escuela secundaria en Sheboygan, Wisconsin, ya que existía la suposición de que los “alumnos más alborotadores eran los que estaban destinados a esas actividades ‘menos prestigiosas’”.
El crecimiento en la remuneración de los oficios contribuye a mejorar su imagen y aumenta su atractivo como carrera profesional viable. REUTERS/Andrés Martinez Casares
Pero la donación de nuevos equipos por parte de empresas, muchas de las cuales necesitan la capacitación para reponer su personal en estas tareas, también ha servido para que los más jóvenes miren con mejores ojos las actividades manuales. Las aulas de escuelas secundarias de Estados Unidos han visto como incluso brazos robóticos y otras máquinas sofisticadas eran incorporados a las aulas.
“Todavía existe la presunción de que la universidad de cuatro años es el estándar de oro, pero no hace falta tanto trabajo para lograr que la gente acepte la viabilidad de otras opciones”, dijo Schneider a WSJ. Por otro lado, de acuerdo con una encuesta realizada en 2023 por el sitio de servicios para el hogar Thumbtack entre personas que tenían diversos oficios manuales indicó que el 94% alentaría a sus hijos a seguir el mismo camino ya que su visión de su actividad era altamente positiva.
Iniciativas tanto federales como estatales en Estados Unidos buscan fomentar la capacitación en oficios para estimular el interés entre los jóvenes. @reformasintegrales.com.co
La mencionada brecha de contratación, que podría ser achicada por Generación Z, es un fenómeno que también afecta a países de América Latina. En el caso de Argentina, gobiernos locales y universidades incentivan a los estudiantes a inscribirse en cursos cortos que les permitan una salida laboral a la vez que cubra vacantes en sectores que lo necesitan.
Por sólo poner dos ejemplos, en el caso de las administraciones locales, la Ciudad de Buenos Aires ofrece preparar, actualizar y desarrollar las capacidades de las personas para el mundo del trabajo con capacitaciones en competencias específicas en temas como informática, energía, automotores, construcciones, hotelería y gastronomía, turismo, entre otras.
En el ámbito universitario, el año pasado la Universidad Nacional de Río Cuarto anunció su colaboración con empresas locales a través de su programa Universidad Barrial para ofrecer formación en oficios con el objetivo de satisfacer las necesidades laborales de las empresas y garantizar oportunidades de empleo para quienes se capaciten. Esta iniciativa busca abordar la demanda de mano de obra calificada en sectores específicos, como la industria metalúrgica, y fortalecer la conexión entre la academia y el mercado laboral.
Escuelas comunitarias experimentan un aumento en las matrículas para capacitaciones en oficios, reflejando un cambio en la preferencia profesional de las nuevas generaciones. (Imagen Ilustrativa Infobae)
En Estados Unidos, las iniciativas federales y estatales para fomentar una mayor capacitación para los estudiantes han ayudado a estimular el interés, dijo Michael Krupnicki, presidente de la Sociedad Estadounidense de Soldadura. También lo ha hecho el trabajo de personas como Mike Rowe, presentador de la serie de Discovery Channel “Dirty Jobs”, que puso de relieve el trabajo manual.
Un nuevo estudio realizado por la firma de análisis laboral Burning Glass Institute y Strada Education Foundation muestra que aproximadamente la mitad de los graduados universitarios terminan en trabajos donde no se necesitan títulos de licenciatura, y muchos graduados de secundaria dicen que no están dispuestos a asumir deudas universitarias.
Fuente: Infobae