Al sur de Mar del Plata hay kilómetros y kilómetros de costa con balnearios poco frecuentados y con paisajes más que atractivos. Ideales para los que buscan desconectarse y disfrutar de la paz que ofrecen estas playas anchas y de aguas abiertas. Y si lo que te detiene es el viento, tené en cuenta que en las mañanas casi no hay y por las tardes podés instalarte en un gazebo, súper práctico, que protege de cualquier inclemencia. Y desde allí es posible disfrutar de un espectáculo único: atardeceres -y también amaneceres- sobre el océano.
Mar del Sur
A solo 17 kilómetros de Miramar se encuentra este balneario que es de los más antiguos de la costa atlántica. Así lo atestigua el viejo Boulevard Atlantic Hotel, un edificio de fines del siglo XIX que, abandonado y todo, muestra su majestuosidad justo frente al mar. Inaugurado en 1911 con 90 habitaciones, salón de baile, cine y ruleta, vivió sus años de esplendor y hacia 1993 cerró sus puertas. Estuvo un tiempo usurpado y hoy sus dueños sueñan con una posible re-apertura que ponga en valor su maravillosa historia.
La localidad, que forma parte del partido de General Alvarado, es una zona de mar abierto, ideal para los amantes de la pesca. En El Remanso, Rocas Negras, Punta de Pérez y Ocho Pajas, hay variados especímenes. En la laguna La Ballenera, de agua dulce, se consiguen pejerreyes y dientudos.
Aquí impera la tranquilidad y hay arroyos que vierten sus cauces en el océano. Entre los servicios de playa hay diversos paradores como Coco Loco que ofrece alquiler de carpas y restaurante. Entre las múltiples opciones de hospedaje se destaca el complejo Rocas Negras ubicado a 50 m de la playa. Aquí el estudio para 4 sale $ 6.600 la noche y $ 82.000 la quincena. Hay dúplex más amplios y en febrero los precios bajan (www.complejorocasnegras).
Cómo llegar: En auto, por la ruta 2 hasta Mar del Plata, luego por la 11 hasta Mar del Sur. El ómnibus llega hasta Miramar; de allí se puede tomar un colectivo local.
San Cayetano
Esta pequeña villa balnearia que cuenta con 28 kilómetros de costa está muy cerquita de Orense y a 75 kilómetros de la ciudad de San Cayetano.
Si bien se trata de un lugar súper pequeño cuenta con un centro cívico con oficina de turismo y un club del ciclista. Aquí la mejor manera de recorrer es en bicicleta. Sobre ruedas se pueden descubrir las diferentes especies de aves y plantas ya que el Sendero Interpretativo La Salada cuenta con miradores y cartelería informativa.
Por otro lado, y como un complemento del mar, está la laguna La Salada. Esta ofrece un área recreativa para pescar, andar en kayak y hacer diversos deportes acuáticos. También hay servicio de parrillas, sombrillas y baños públicos. Un excelente espacio para estar en contacto con la naturaleza y la flora y fauna autóctona.
En estas playas es posible ver los restos de dos embarcaciones encalladas. El Pagrus I, un pesquero varado en abril de 2006 y posteriormente donado a la comuna, quien lo emplazó sobre la arena. Y, el Charrúa, de origen italiano, que en 1979 se hundió en una zona rocosa a 4 km hacia el oeste de la villa balnearia. La mayor parte de la embarcación está en el agua y es fácilmente identificable, sobre todo cuando hay bajamar. A 100 metros de la costa se pueden ver fragmentos de lo que se denomina las “costillas” de su casco.
Cómo llegar: Desde Mar del Plata hay que tomar la Ruta Provincial N°88 hasta Necochea. Luego la Nacional N° 228 hasta la rotonda de Energía y allí continuar por la RP 72 unos 23 kilómetros hasta llegar al camino de tierra. Por éste se transitan los últimos 22 kilómetros.
Orense
A 14 kilómetros del pueblo que le da nombre, se encuentra este balneario, también llamado Punta Desnudez. Sucede que el topógrafo que, a principios del siglo XX, llegó hasta este lugar, lo encontró tan despojado y natural que decidió nombrarlo así. Se trata de una villa muy pequeña, de alrededor de mil casas. Aquí el 85 por ciento del turismo llega desde la ciudad de Buenos Aires. Hay un boliche, también un parador con todos los servicios, una heladería, un par de restaurantes y un club de pesca.
Para quienes prefieren las carpas hay camping y también cabañas y aparts. Además, un hotel que se destaca del resto. Hablamos del Punta Desnudez, creado por la ex modelo, Ana Amat, un personaje súper carismático de la zona. Aquí el alojamiento por día y por persona, con desayuno y cena con show, piscina con jacuzzi, gimnasio, balneario privado con sombrillas y reposeras, cuesta $ 6.800. R
A 80 kilómetros de la ciudad de Tres Arroyos y al este de Claromecó, Orense ofrece playas súper agrestes, en un ambiente tranquilo elegido por quienes buscan descansar durante las vacaciones. “Aquí las mañanas son soñadas siempre, a la tarde se levanta un poco de viento desde el este, pero con una buena sombrilla o un gazebo, se lo pasa muy bien igual. En especial cuando llega la tarde y el sol se pone sobre el mar”, cuenta Carmen Quiroga, que vive en Orense.
Además del mar y la arena, hay otros atractivos: el Médano 40, una duna forestada que originalmente medía exactamente 40 metros. En la cima hay un mirador que ofrece vistas panorámicas. El Centro Cultural Francisco Hurtado revela la historia del lugar. La Gruta es una construcción con forma de caracol cuyo interior alberga una virgen.
Cómo llegar: Desde Buenos Aires son 570 km. Tomar la ruta 2 hasta Coronel Vidal, de ahí hacia la localidad de Balcarce, por la ruta 29 hasta Necochea. Luego la ruta 228 hasta la rotonda de Energía, tomar la ruta 72 y hacer 35 kilómetros hasta el pueblo de Orense. Los últimos 14 km son de tierra.
Reta
“Si bien acaba de cumplir su 92 aniversario, aún conserva el encanto agreste que apenas ha cambiado desde la llegada de la ruta, hace unos pocos años”, adelanta Silvia Carrazana, lugareña y fan de este destino. Aquí las calles entoscadas, el paisaje único del campo fundiéndose con el mar y los atardeceres en la playa hacen de este lugar un paraíso para los que ya lo descubrieron.
A 587 kilómetros de Buenos Aires Reta sorprende con 30 km de costa en estado puro. Sus arenas finas se conservan súper limpias y son consideradas las más extensas de la provincia. En este lugar los chicos andan en bicicleta, salen a jugar a la calle y disfrutan de una libertad que en otros sitios lamentablemente ya no existe.
“Otro atractivo que nos distingue es que contamos con una micro-albufera”, agrega Silvia Carrazana. Se trata de una reserva natural de 50 hectáreas donde la unión del arroyo El Gaucho y el océano crean un ecosistema distinto. Allí conviven diferentes especies de flora y fauna. “Cada rincón de Reta tiene un encanto especial”, cierra.
El Túnel Submedanal es una gran curiosidad, permite el paso a la playa justo por debajo de las dunas. Para alojarse hay una variada propuesta de dúplex, cabañas y casas en alquiler. Si lo que buscas es estar bien cerca del mar, Terrazas Cayastá es “el” lugar con una completa página web con fotos y precios.
Cómo llegar: Se accede por la Ruta Nacional N° 3. A la altura del kilómetro 531 se empalma con la Ruta Provincial N° 72 y se completan 25 km. de un camino asfaltado inaugurado en el año 2012.
Pehuen Có
Este pueblo costero ofrece playas agrestes y súper espaciosas. En algunos sectores hay restingas y bancos de rocas que afloran en la superficie. Allí se forman verdaderos refugios para especies marinas como cangrejos, anémonas y estrellas de mar, entre otras. Se trata de un mar abierto cuyas olas permiten la práctica de surf y kite surf. En total hay 4 paradores con servicios de restaurante, bar y baños abiertos al público.
Durante los períodos de marea baja se pueden visualizar, en el área de reserva protegida, huellas de megafauna extinta como megaterios, mastodontes y gliptodontes. Muchas de ellas descubiertas por el naturalista inglés, Charles Darwin que recorrió la zona. Ubicado en el partido de Coronel Rosales, a 81 kilómetros de Bahía Blanca, este balneario es sumamente pacífico. Cuando la marea baja sorprenden los restos de La Soberana, un barco que encalló a finales del siglo XIX.
La ciudad Pehuen Có también tiene sus puntos de interés como la original casa con forma de barco, construida en 1954 por un navegante italiano, y otra, llamada la Casa Molino, en homenaje a Don Quijote de la Mancha. Finalmente, a los atractivos del mar y los yacimientos fósiles se suma un Bosque Encantado. A solo 3 kilómetros de la ciudad, pinos, eucaliptos y cipreses ofrecen el mejor entorno para hacer trekking.
Cómo llegar: A 650 km de Buenos Aires, hay que tomar la ruta Nacional Nº 3 hasta el kilómetro 640, allí empalmar con la Ruta Provincial 113 y a unos 30 kilómetros está la entrada a la localidad.
Fuente: Silvina Ocampo, La Nación