Villa Tulumba, una pequeña localidad en el norte de Córdoba, recibió el prestigioso reconocimiento de Best Tourism Villages 2024, una iniciativa de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Este premio destacó a los pueblos que mejor transmitieron sus valores a través del turismo, incluyendo la agricultura, la ganadería y la preservación de su patrimonio cultural.
El Best Tourism Villages es un programa de la OMT que promueve el desarrollo rural sostenible mediante el turismo, destacando a aquellos pueblos que lograron mantener y promover sus tradiciones, mientras ofrecen experiencias turísticas auténticas. En este contexto, Villa Tulumba se posicionó como un ejemplo de cómo la identidad cultural y el turismo pudieron coexistir y potenciarse mutuamente.
Esta localidad cordobesa, con su impactante historia que se remonta al siglo XVII, supo conservar su esencia colonial a lo largo de los siglos. Sus calles empedradas, casas de adobe y tejas coloniales se convirtieron en un atractivo que capturó la atención de la OMT. La villa reflejó fielmente la vida rural en Argentina, donde la agricultura y la ganadería fueron y siguen siendo pilares fundamentales de la economía local.
La inclusión de Villa Tulumba en el Best Tourism Villages 2024 subrayó la importancia de preservar estos valores tradicionales en un mundo cada vez más globalizado. El turismo allí no solo se basa en la apreciación de su patrimonio arquitectónico y natural, sino también en la vivencia de su cultura y costumbres, como la participación en festividades religiosas y el contacto directo con las actividades rurales.
Este reconocimiento también puso en manifiesto el creciente interés por el turismo rural, un segmento que ganó protagonismo en los últimos años debido a la búsqueda de experiencias auténticas y sostenibles por parte de los viajeros. La villa ofrece a los visitantes la oportunidad de desconectarse de la vida urbana y sumergirse en la tranquilidad del campo cordobés, mientras conocen de cerca las prácticas agrícolas y ganaderas que forman parte de la vida cotidiana de la comunidad.
La OMT valoró en particular cómo Villa Tulumba integró el turismo en su economía local sin perder su identidad. Las estancias y productores locales comenzaron a ofrecer experiencias turísticas que permitieron a los visitantes participar en actividades tradicionales, como la elaboración de productos regionales y el pastoreo de ganado. Estas iniciativas no solo generaron ingresos adicionales para la comunidad, sino que también ayudaron a preservar y transmitir conocimientos ancestrales.
Su inclusión en el Best Tourism Villages 2024 es un impulso significativo para la promoción del turismo en la región. Este reconocimiento internacional atrajo a un público más amplio, interesado en destinos que ofrecieron algo más que los típicos circuitos turísticos. Además, sirvió como ejemplo para otras localidades rurales que buscan desarrollar un turismo sostenible y respetuoso con sus tradiciones.
La visibilidad que proporcionó este galardón también se tradujo en nuevas inversiones y proyectos para mejorar la infraestructura turística de la villa, siempre con un enfoque en la sostenibilidad y la preservación del patrimonio cultural y natural.
Fuente: La Nación