Siete paseos para compartir con los chicos durante Semana Santa

Uribelarrea

Un día en un tambo de cabras

Aprender sobre la cría de cabras y disfrutar de un sabroso almuerzo o de una merienda es la propuesta de este tambo ubicado en Uribelarrea, a 90 kilómetros de CABA.

Regina y Horacio Martínez eligieron este pueblo hace 25 años y armaron aquí su singular emprendimiento. Valle de Goñi es una chacra de 6 hectáreas dedicada a la cría de cabras Anglo Nubian. El sitio está orientado a la actividad del tambo con miras a la producción de quesos y dulce de leche.

Desde hace un tiempo abrieron las puertas del lugar a los turistas y proponen una salida en familia que permite conocer los entretelones de esta tarea. La idea es recorrer los corrales y el tambo y participar de una interesante charla sobre la cría y reproducción de esta raza, los detalles del ordeñe, así como la producción de dulce de leche y variedades de quesos: sardos, ahumados, naturales, saborizados, entre otros.

El plan de visita varía según la época del año. Durante los meses de otoño, el contacto con los animales se limita a darle de comer a los ejemplares adultos. A partir de junio y durante julio y agosto, cuando nacen los cabritos, es posible darles el biberón y tenerlos en brazos. En ese momento los Martínez suman también la posibilidad de desayunar en la chacra.

Ahora solo ofrecen almuerzo y merienda, ambos menús incluyen productos de su elaboración, opciones que se suman a la visita guiada. Almuerzos: adultos $2.120 y menores $1.600. Meriendas adultos $1.200 y niños $990. Para participar de las actividades es necesario reservar con antelación. Sin embargo, la concurrencia al salón de ventas es libre.

Después la idea es merodear por Uribelarrea, un encantador pueblo de campo detenido en el tiempo, que renació gracias a la actividad turística y que fue el escenario elegido para filmar varias películas locales y extranjeras.

Valle de Goñi. RN 205 Km 80.5, T: @valledegoni. T: +54 9 2226 51-6021

General Rodríguez

Volar, volar

Para los que sueñan con volar esta puede ser una buena oportunidad de probar que se siente, una aventura posible para casi todo el mundo.

La actividad conocida como skidiving busca reproducir la misma sensación experimentan los paracaidistas durante la caída libre al saltar de un avión.

La experiencia se realiza el un túnel de viento de Vuela, el único que existe en nuestro país. Se trata de una estructura equipada con cuatro motores en la parte superior que produce una corriente de viento en la zona inferior a una velocidad que ronda los 250 km por hora y genera un gran aérea de vuelo.

Si bien los expertos –el sitio se usa para entrenar paracaidistas– pueden llegar bastante alto, aquellos que vienen en plan diversión solo se despegan del suelo entre uno y dos metros, según los caso.

La actividad se inicia con una charla de capacitación y cada participante recibe un equipo de vuelo: traje, casco, tapones para los oídos y gafas. Hay que tener en cuenta que para volar es necesario relajarse y evitar movimientos bruscos, siguiendo las instrucciones es sencillo flotar y sentirse un pájaro.

Pueden participar niños a partir de los 6 años, pero no es apta para personas embarazadas o aquellos que hayan sufrido dislocación de hombro o tengan algún problema severo de espalda o cuello.

Los packs para principiantes incluyen de 3 o 5 vuelos; cada vuelo dura un minuto que es el tiempo que se está flotando. Si bien puede parecer corto hay que tener en cuenta que el tiempo de caída libre durante un salto en paracaídas es mucho menor. Volar un minuto equivale a saltar desde un avión a 4000 metros de altura.

Vuela. Ruta 6 km 136, Gral. Rodríguez. T: 11 2378-4707. www.vuela.com.ar . Viernes, sábados, domingos y feriados de 11 a 18 con reserva previa. Pack promoción para 4 personas, $22.800.

González Catán

Campanópolis, una ciudad encantada

Casitas de cuentos, castillos y peculiares edificios que desafían la lógica dan forma a esta aldea donde reina la pura imaginación.

Para llegar hay que atravesar casi toda La Matanza, pero el esfuerzo vale la pena. Allí en González Catán, casi en el límite con Ezeiza, Campanópolis despliega una geografía de edificios que parecen salidos de un cuento de hadas.

El lugar es obra de Antonio Campana, un empresario que dedicó el fin de su vida a construir esta increíble aldea con materiales que compraba en las demoliciones y remates. Lo singular es que muchas veces los objetos cumplen funciones muy diferentes a su uso habitual: se pueden ver techos construidos con puertas, pisos realizados con tejas, escaleras que no van a ningún lado, ascensores emplazados en los jardines, paredes revestidas con monedas, indicaciones ferroviarias en el cruce de las calles, toldos a modo de decoración interior y la lista de locuras sigue.

Las tierras que ocupa Campanópolis fueron parte de una de las estancia de Rosas, aún se conserva un ranchito de 1830 que perteneció a uno de los puesteros del Restaurador. Luego se convirtió en una tosquera y más tarde en un basural. Antonio Campana trajo hasta aquí toneladas de tierra nueva y plantó unos 10.000 árboles; hoy casi no se ven las rastros de aquella realidad porque todo es un vergel.

Los visitantes solo pueden recorrer las doce hectáreas construidas. Las caminatas se realizan en compañía de un guía y es necesario realizar una reserva antes de ir.

Los diferentes itinerarios avanzan por los callejones adoquinados de espíritu europeo que enhebra varias construcciones desde una plaza central. Hay varios edificios que funcionan como museos, el más impresionante es el museo del hierro, una obra alucinante que parece una suerte de laberinto de hierro forjado.

Las Doce Casitas del Bosque son un conjunto de viviendas dispersas por un predio poblado de araucarias, palos borrachos y palmeras donde uno puede perderse como Hansel y Gretel.

Un poco más alejado está el sector de Villanueva, un sitio de espíritu surrealista que exhibe varias construcciones en piedra con coloridas chimeneas metálicas inclinadas.

Alrededor el campo continua y está preservado modo de reserva; no es accesibles al público, pero cuenta con una fauna y flora maravillosa en los alrededores del río Matanza y la confluencia con el arroyo Flores.

Campanópolis. Bariloche 7300, B1758 González Catán. www. campanopolis.com.ar. Imprescindible reservar antes de ir.

Miércoles y viernes de 13 a 17. Sábados de 9 a 13. El jueves de Semana Santa se organizó una apertura excepcional de 9 a 13. Adultos $1.300, niños hasta 12 años $900. Menores de 2 años y discapacitados, gratis

Palermo

Los secretos del mar

“Océano. Volverse azul” es una muestra interactiva que se desarrolla en el Centro Cultural de la Ciencia (C3), un paseo para tomar conciencia de la importancia y los desafíos que implica ese gran espacio acuático.

La muestra que se inauguró a finales del 2021 está organizada en etapas que llevan al espectador a través de las diferentes problemáticas de este espacio. Hay que tener en cuenta que el 62% del territorio argentino está debajo del mar.

Durante el recorrido aparecen varios temas como los bosques submarinos de algas, el cambio climático, el impacto de las actividades vinculadas con el mar como la pesca y la explotación petrolera, la contaminación, entre otros.

Toda la propuesta apunta a percibir la inmensidad de este territorio, explorar sus diferentes ecosistemas, inquietarse por la contaminación y también descubrir algunos temas que le son propios. De viernes a domingos, de 12 a 19.

La visita a la C3 se puede completar con otras actividades que habitualmente se desarrollan allí:

Lugar a dudas, un espacio multisensorial donde se aborda el tiempo, el azar y la información, tres temas clave de las ciencias. Viernes sábados y domingos, recomendados a partir de los 7 u 8 años, según el taller.

Lugar de inventos, talleres liderados por un equipo de inventores que permiten a los chicos llevar adelante sus propios proyectos a través de herramientas de robótica, programación, producción audiovisual e impresión 3D. Sábados a las 17 hs. Recomendado para chicos de 8 a 11 años.

Para asistir a las muestras y actividades es preciso reservar las entradas en www.c3.mincyt.gob.ar. Todas son gratuitas.

Centro Cultural de la Ciencia. Godoy Cruz 2270. CABA. Viernes, sábados y domingos, de 12 a 19 horas.

San Telmo

Miedo al por mayor

A pocos pasos de la plaza Dorrego, en el corazón de San Telmo, la Galería del Asombro propone un paseo divertido y espeluznante lleno de monstruoso, zombis y criaturas alienígenas.

El sitio diseñado a modo de museo de cera con efectos especiales propone un recorrido por tres áreas temáticas donde el “miedito” es el denominador común.

En el Museo Zombi la idea es recorrer un oscuro callejón habitado por terroríficas criaturas dispuestas a devorar el cerebro de los humanos que pasan por allí. En el sector de los alienígenas los visitantes son invitados a sumergirse en cuestiones seudocientíficas, mitológicas y de ficción relacionadas con la vida extraterrestre y la supuesta aparición de ovnis con reproducciones a escala. Al final se atraviesa una galería donde aparecen los personajes más malos, esos que se volvieron famosos en las pelis Hollywood.

Antes de partir y con costo adicional, hay un último pasaje para dejarse invadir por el último gran miedo. Una experiencia divertida que pone la piel de gallina a los más chiquitos y divierte a los más grandes.

La Galería del Asombro. www.galeriadelasombro.com. Defensa 1295, San Telmo, Caba. Sábados y Domingos de 14 a 18 hs . $850, Salida con Susto $350 adicional. Menores de 6 años sin cargo. Durante Semana Santa promo 3×2.

Escobar

Todos los animales acá nomás

Lejos del conceptos de los zoológicos tradicionales Temaiken nació como una alternativa diferente para acercarse al mundo animal.

Diseñado con abundancia de espacios verdes en la localidad de Escobar este proyecto propone contactarse con la vida silvestre sin alejarse demasiado de casa. Además de sus tradicionales ambientes: África, Patagonia, Mesopotamia, El lugar de las aves, La chacra y El acuario, ahora suma una nueva propuesta, “Guardianes de la Naturaleza”, una idea que plantea un recorrido con juegos vinculados al cuidado del ambiente.

La nueva experiencia consta de cuatro postas que presentan desafíos para que las familias participen: Selva, Mar Argentino, Delta del Paraná y Especies Amenazadas. La idea es cumplir una misión que se materializa a través de una nueva app que permite interactuar con juegos de realidad aumentada y así obtener las insignias de Guardianes. La consigna final es lograr el compromiso familiar con el cuidado del ambiente en la vida de todos los días.

Temaiken. RP 25, a 1 kilómetro de la Ruta Panamericana ramal Escobar. Abre de lunes a domingos, incluidos feriados de 10 a 19 hs. Viernes Santo cerrado.

Cañuelas

Un día en la pampa

A solo 65 km de la capital, Puesto Viejo diseño una propuesta de día de campo pensada para disfrutar en familia. La estancia convirtió su casco en un hotel boutique y ahora ofrece actividades para aquellos que solo quieran pasar el día.

La propiedad se extiende por unas 220 hectáreas en la zona de Cañuelas y es ideal para las cabalgatas que se suman al almuerzo y al recorrido por el laberinto propio. Si la temperatura lo permite también está la piscina, un recurso placentero para los días de calor.

Puesto Viejo cuenta además con unos cinco mil árboles que convierten el lugar en un territorio ideal para las caminatas y las salidas para avistar las muchas especies de aves que allí viven.

Si se entusiasma con la propuesta el sitio ofrece alojamiento en su hotel boutique y en ciertas épocas del año la alternativa del glamping en carpas de formato africano. Además, está el club de polo propio, un atractivo extra para los fans de este deporte, ya que durante la temporada de campeonato (mayo y septiembre) los huéspedes pueden asistir a los partidos que allí se juegan.

Puesto Viejo. Ruta 6 Km 82, Cañuelas. T: (011) 3221-7503. Dia de campo, de lunes a viernes con reserva previa: adultos $8.000 y menores $4000. Sábados y domingos $10.000 y $5000 respectivamente. También hay bicis con costo adicional.

Fuente: Gabriela Pomponio, La Nación