En pleno mediodía del jueves, con el centro porteño estallado por el calor y con ecos en la calle del debate en el Congreso, las nuevas autoridades del Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA) anunciaron este jueves la programación de la temporada 2024 de esta gran usina de producción escénica que depende del gobierno porteño. A más de media hora de lo previsto se inició el anuncio, frente a la platea de la sala Casacuberta del Teatro San Martín, cubierta por artistas, periodistas y funcionarios.
Como si fuera un paso de una típica comedia de puertas, en la que los personajes entran o salen al espacio central confundiendo al espectador, en la platea estaba Jorge Telerman, el actual director del Teatro Colón que hasta hace pocos años dirigía el CTBA. Y en el escenario, con la escenografía de fondo de la obra Largo viaje de un día hacia la noche, la obra que protagonizan Selva Alemán y Arturo Puig, se ubicó Gabriela Ricardes, la nueva ministra de Cultura de la Ciudad, la misma gestora cultural que hasta el 10 de diciembre pasado era la directora del Complejo. A su lado se sentó Alberto Ligaluppi, amigo y colaborador de Ricardes, el actual director del CTBA que ya había ocupado este cargo desde fines de 2010, cerrando el ciclo de Kive Staiff, y quien dejó esa tarea cuando asumió Telerman. Ahora volvió al mismo lugar, tras el pase de Ricardes a las ligas mayores de Cultura.
La misma ministra se encargó de resaltar la continuidad de todo este entramado. “Es muy agradable estar en casa, así lo siento. Y nótese que dije ´estar en casa’ y no ‘volver a ella’, lo cual significa que me cuesta un poco irme”, se sinceró, al mismo tiempo que reconoció que se transita un contexto complejo. “Es un momento en el cual lo que nosotros hacemos, en lo que se refiere a la gestión de los teatros públicos, se revaloriza de una manera diferente, cobra otro sentido. Estamos acá para trabajar con lo que los artistas independiente necesitan, con lo que el teatro comercial también necesita porque todos necesitamos estar juntos y pensar con generosidad, pensar con amor lo que hacemos”, sostuvo. En la platea estaba el autor teatral Gonzalo Demaría, quien dirige en estos nuevos tiempos políticos el Teatro Nacional Cervantes aunque su nombramiento todavía no fue oficializado. “En los momentos de crisis son las instituciones fuertes, las que trabajan a largo plazo, en las que uno se apoya para lo que viene”, sumó la ministra, quien de joven transitó esta sala como actriz.
Su “predecesor y sucesor”, venciendo su propia timidez, tomó la palabra recordando cuando entró por primera vez a la Casacuberta, en 1962, para ver un espectáculo. Se permitió también agradecer la presencia de Telerman porque, junto con Ricardes y él, son los tres directores vivos de esta sala.
El inicio, con reposiciones
Como suele suceder, la temporada se iniciará con reposiciones. Entre ellas Largo viaje de un día hacia la noche, que dirige Luciano Suardi; Cyrano, con Gabriel Goity; y Medida por medida/La culpa es tuya, en versión de Gabriel Chamé Buendía. En lo referente a los estrenos, hay obras que se habían quedado pendientes de la temporada pasada, como El problemático reinado y la lamentable muerte de Eduardo II…., el texto de Christopher Marlowe que dirigirá Alejandro Tantanian, que se presentará en el Teatro San Martín. Quien volverá a dirigir allí luego de muchos años será el director español Lluis Pasqual, quien montará La gran ilusión, de Eduardo de Filippo, obra que estrenó en Italia. Como si fuera una cita a otro exdirector del San Martín, el gran Juan Carlos Gené, se presentará Clase póstuma, texto de Alejandro Robino. En la sala emblema del CTBA, Matías Milanese y Federico Lehmann, los fundadores de Los Pipis Teatro, estrenarán Pasión cerrando de ese modo la trilogía iniciada por El mecanismo de Alaska y seguida de La conquista de Alaska.
En el Teatro Alvear, sala recuperada el año pasado luego de estar cerrada casi una década, Helena Tritek montará Manada de lobos, adaptación de un texto de Henrik Ibsen cuya dirección de arte estará en manos de Eugenio Zanetti. En la misma sala, Lola Arias, la misma que hizo estallar la sala Martín Coronado con Campo minado, presentará el musical El rock de la cárcel, a cargo de un grupo de mujeres cis y de personas trans que estuvieron detenidas en distintas cárceles argentinas. En esa misma sala, se estrenará Cuando Frank conoció a Carlitos, de Raúl López Rossi y Gustavo González, basada en la leyenda del encuentro entre Carlos Gardel y un joven fanático llamado Frank Sinatra.
En el Teatro Regio, de Colegiales, entre los estrenos previstos figura Juana, que protagonizará Juana Viale. El texto revisita los ecos de otras “Juanas” famosas (de Juana la Loca a Juana de Arco) para reflexionar sus legados en los tiempos actuales. En el Teatro Sarmiento, pleno parque de Palermo, el director Alfredo Arias, creador que suele presentar sus montajes en el CTBA; estrenará James Brown usaba ruleros, una comedia de Yasmina Reza, la misma de Art. También subirá Personas, lugares y cosas, texto de Duncan MacMillan, uno de los dramaturgos británicos vivos de mayor reconocimiento, que dirigirá Julio Panno y protagonizará Florencia Otero.
En la batería de propuestas habrá 10 funciones en el Alvear en homenaje a los 10 años del estreno de Mi hijo solo camina un poco más lento, dirigida por Guillermo Cacace, que se convirtió en un fenómeno de la escena alternativa. Durante la temporada se presentará el ciclo de monólogos extremos, cuya propuesta es la experimentación entre un director y actor para montar un unipersonal. Entre el listado confirmado figuran Gonzalo Demaría como Belén Blanco. , direct“El personaje que su madre, la genial Lola Flores, rechazó porque le pagaban poco”, acotó Alberto Ligaluppi.
En lo que respecta a la danza, se repondrá Folia, la coreografía del francés Mourad Merzouki que llenó la Martin Coronado, interpretado por los integrantes del Ballet Contemporáneo del San Martín. El mismo colectivo presentará La tempestad, coreografía de Mauricio Wainrot con música de Philip Glass que ya había sido anunciada, que se estrenó en la Martín Coronado en 2006. En el Alvear, Teresa Duggan y Nicolás Berrueta habrán un programa doble y la mismo harán los coreógrafos Elizabeth de Chapeaurouge y Alex Soare. Por su parte, el Grupo de Titiriteros del San Martín estrenará dos espectáculos a lo que hay que sumar la programación de cine de la Leopoldo Lugones, las propuestas de la FotoGalería como la programación prevista para la sala Alfredo Alcón, hall del San Martín. Justamente a lo largo del años se habrá una serie de homenajes recordando a Alcón, figura clave en la historia de ese teatro.
En la sinergia con otras áreas del gobierno, los funcionarios anunciaron que el San Martín volverá a ser el punto de encuentro del Bafici, del Festival Internacional de Buenos Aires y del dedicado al tango. En tiempos de “no hay plata”, al finalizar la presentación Alberto Ligaluppi, ante la consulta de LA NACION, sobre el presupuesto del Complejo Teatral de Buenos Aires para el año actual, afirmó: “No sé de cuánto fue el del año pasado. Es bravo, pero para este país está bien…. A eso hay que sumarle algunos sponsors que vamos a conseguir, más el Banco Ciudad, que siempre es muy solidario. Vamos a llegar bien…”. Y agregó otro punto que tiene su lectura curatorial: la falta de los elencos de la mayoría de los títulos anunciados responde a haber apostado a realizar audiciones abiertas. Por lo cual, a lo largo de estos meses, se irán anunciando los actores y actrices que se sumarán a esta batería de propuestas.
Fuente: Alejandro Cruz, La Nación