En 1860, la ciudad de Buenos Aires se veía completamente distinta. A 50 años de la revolución de mayo, la capital promediaba unos 180.000 habitantes y las calles veían desfilar carrozas traccionadas por caballos. La economía de algunos ciudadanos se incrementaba con creces y lo reflejaban en la arquitectura de sus propiedades. A mediados de esa década, el reconocido ingeniero inglés Edward Taylor construyó para el comerciante catalán Esteban Rams- un palacio con su nombre, en el actual microcentro porteño. El Palacio Rams es hoy en día uno de los diez más antiguos que se mantiene en pie en la zona.
Hacia fines del siglo XIX funcionaba en ese palacio de la esquina de las calles Chacabuco e Hipólito Yrigoyen la sede de Club del Plata, un espacio social de la época. Años más tarde, cambió por tercera vez su función que mantiene hasta el presente. Desde 1925 que la histórica construcción pertenece a la familia Vinelli, dedicada y destacada en el mundo inmobiliario.
Cien años después, el edificio que fue declarado Patrimonio Histórico Nacional tiene otros planes. La entidad que está en vías de adquirirlo es el Grupo Gaman, un conjunto de empresas argentinas dedicadas principalmente al corretaje y asesoramiento de seguros. Al día de hoy, el holding junto a las familias inversoras (los Manganaro, Rosenblit y Filkenstein) tienen firmado un principio de ejecución para la compra, es decir que el dinero que dieron por adelanto forma parte del precio y no puede haber rechazo alguno. Según explicó su presidente en diálogo con LA NACION, Juan Manuel Manganaro, la escritura no se pudo firmar todavía porque -a pesar de que los 10 herederos ya firmaron su parte- queda pendiente la gestión de algunas sucesiones que se extienden hasta la tercera generación de la familia. En este contexto, estiman que antes de octubre debería poder concretarse la operación y convertirse en los dueños del edificio.
En caso de realizarse esta adquisición, éste sería el cuarto edificio del grupo. Ya tienen un edificio propio de diez pisos a unas pocas cuadras del Palacio Rams -precisamente en Moreno 794-, uno en San Isidro y otro por inaugurar en San Miguel de Tucumán, además de las 22 oficinas comerciales a nivel federal.
La compra se enmarca en el programa de reconversión del área céntrica de la Ciudad, para el cual se publicaron a fines del mes de julio los requisitos que deben cumplir los proyectos a llevar a cabo en la zona. La iniciativa “Incentivos a la Vivienda” busca promover la realización de desarrollos inmobiliarios allí para facilitar la mudanza en la zona y lograr su reactivación después de su baja actividad como consecuencia de la pandemia.
Entre las ventajas que se les darán a los desarrolladores que apuesten por reciclar edificios de oficinas en desuso, se otorgarán beneficios impositivos a quienes realicen inversiones destinadas al desarrollo de una ciudad sostenible a través de la promoción de actividades económicas estratégicas. Entre ellas, los centros médicos y de salud en general. Dado que el Grupo Gaman agrupa a CEMLA y ARD, ambas empresas del rubro de salud, las compañías mudarían allí sus oficinas para poder ser beneficiarios de la exención del Impuesto sobre los Ingresos Brutos durante los primeros dos años de su funcionamiento.
Cómo es el Palacio Rams y qué cambios le harán
Por dentro, el Palacio Rams está conceptualmente dividido como si fueran dos construcciones distintas e independientes, aunque desde afuera parece ser una única propiedad. Dicha separación está físicamente marcada por una pared estructural, la cual quizás el dueño original usó para separar el espacio de uso personal y otro que tal vez alquilaría.
El edificio de estilo italianizante -corriente que estuvo de moda antes del boom de la arquitectura francesa en Buenos Aires- impone con sus 3038 m² cubiertos sobre un terreno de 950 m². Dada la condición de Patrimonio Histórico, hay una serie de requisitos que el proyecto de puesta en valor debe respetar. Por ejemplo, Manganaro indicó que se respetarán las fachadas ornamentadas, el tipo de pintura y la circulación interna, entre otras cosas. El trabajo de reciclaje se realizará de la mano del estudio de arquitectura Axon, cuyo titular es Rubén Regueiro.
En un extracto del libro Haciendo un mundo moderno: la arquitectura de Edward Taylor escrito por Daniel Schávelzon, se describe la estructura de la siguiente manera: “El Palacio Rams tiene una lógica forma de un enorme volumen cúbico con dos patios centrales y dos fachadas hacia sendas calles. Éstas estaban compuestas por un basamento ya imposible de reconocer, dos pisos unidos por enormes pilastras decoradas y la habitual gran cornisa que remataba el conjunto. Se podía catalogar como un edificio tipo renacentista, las pilastras corintias tenían su fuste trabajado y paralelo a ellas, habían dos líneas de almohadillados; las ventanas tenían un óculo abajo y una curva arriba con detalles similares al Palacio Muñoz, obra del mismo arquitecto. La otra gran cornisa, que separaba el basamento de los pisos altos, desapareció con la modernidad, hoy sólo queda como un muñón al aire libre sin sus ménsulas originales ni su decoración”.
En la planta baja del edificio, en la esquina céntrica hay 914 m² distribuidos en ocho locales comerciales con salida a la calle que el Grupo pondrá en alquiler. Buscarán que se instalen marcas de alta gama para reemplazar los locales de más bajo perfil como los que están hoy, como una fotocopiadora y una peluquería. En la zona, el metro cuadrado de este tipo de inmuebles se alquila entre US$6 y US$10, dependiendo del estado de conservación del edificio.
El entrepiso, un espacio libre, será destinado según los planes a una sala de capacitaciones. En la publicación del edificio en ZonaProp, se detalla que este espacio cuenta con “un patio en el centro, estilo colonial, decorado con plantas y fuente de agua”.
Mientras tanto, el primer piso de 875 m² se usará para oficinas del Grupo Gaman. Allí hay un amplio salón con un área de trabajo y veinte despachos de aproximadamente 16 m² cada uno, todas con balcón a la calle y luz natural, salón de archivo, cuatro baños y cocina, de acuerdo al detalle de la publicación en la plataforma online.
Por último, en el segundo piso de 853 m² hoy en día hay dos grandes salas y 24 despachos, también con balcón a la calle y luz natural. Además, hay tres baños, salón de archivo, está la vivienda del encargado y se encuentra el acceso a la terraza. El Grupo Gaman contempla ejecutar en este espacio ocho departamentos de 96 metros cuadrados cada uno -en línea con el proyecto del Gobierno de la Ciudad de adaptar los edificios de oficinas a viviendas-, en caso de que las autoridades porteñas den el visto bueno al proyecto.
Fuente: Mercedes Soriano, La Nación