Los hay de postal: el de la Mujer, de Puerto Madero, inaugurado en 2001 y ya un emblema de la Ciudad de Buenos Aires. Único: el Transbordador Nicolás Avellaneda (1904), uno de los 8 que quedan en el mundo. Y también, «perdidos» entre el caos de tránsito y los piquetes. E incluso marcados por hechos de violencia y por muertes.
Otra postal. Del Puente de la Mujer, en Puerto Madero. / Silvana Boemo
Los puentes sobre agua en Capital tienen más de 220 años. Tomos de memorias. El pionero sobre el Riachuelo fue construido en 1791 para unir lo que ahora es la avenida Montes de Oca, en Barracas, con Florentino Ameghino, en Avellaneda. Lo hizo el constructor Juan Gutiérrez Gálvez ahí donde el Cabildo había reglamentado el paso con canoas a fines del siglo XVII. Gálvez tuvo la “concesión” y cobraba peaje. Lo quemaron -en vano- para que no pasaran los ingleses en las invasiones (1806-7). Lo reconstruyeron. Rosas lo pintó de rojo y lo llamó De la Restauración de las Leyes. Y como era de madera –los ladrillos y la mano de obra calificada escaseaban en la época- una crecida lo tiró en 1858.
Mirá la infografía con los transbordadores que quedan en el mundo
El Gálvez no fue el único puente en ese lugar. Y hubo más desastres. El arquitecto y maestro de la pintura argentina, Prilidiano Pueyrredón, y socios propusieron uno de hierro, giratorio, para no dificultar el paso de los barcos. Mandaron a traer la estructura de Inglaterra. Pero en diciembre de 1867, poco antes de la inauguración, se hundió: los pivotes no lo soportaron. Hubo reemplazos y otros fracasos. De hecho, el viejo Puente Pueyrredón que conocemos hoy es de 1931. Fue desplazado en 1969 por el Nuevo, de hormigón, 10 metros de alto y cerca de 40 de ancho. Y en 2010, restaurado. En la década de 2000 se convirtió en escenario central de piquetes y a pocas cuadras, el el 26 de junio de 2002, policías mataron a los jóvenes manifestantes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Un hecho que adelantó el final del gobierno de Duhalde.
Viejo Puente Alsina. Símbolo del sur, lo homenajean tangos. / Luciano Thieberger.
Puente Pueyrredón. En viejo es de 1931. En el 69, para descomprimir el tránsito, inauguraron el «nuevo»./ Silvana Boemo
Puente de La Noria. Al sur de la Ciudad, entre Lomas de Zamora y La Matanza. Fue diseñado en los ’30 , con el mismo sello neocolonial del Alsina. / Luciano Thieberger
Las estructuras sobre el Riachuelo son impactantes. De acero y hormigón, se plantan como emblemas de la modernidad, aun rodeados por asentamientos precarios.
Quizá el Puente Alsina (1938) -rebautizado Ezequiel Demonty, en memoria de ese joven, asesinado por policías en 2002-, sea el más original, con su impronta neocolonial. Como ícono del sur, el antiguo Alsina marcó al tango. Está en la letra de El choclo (1903 y versiones): Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera/ y en un ‘pernó’ mezcló a París con Puente Alsina,/ triste compadre del gavión y de la mina/ y hasta comadre del bacán y la pebeta». Y está en Puente Alsina (1926): «Viejo puente, solitario y confidente,/ sos la marca que, en la frente,/ el progreso le ha dejado/ al suburbio rebelado/ que a su paso sucumbió». Además, entre otros músicos, le cantó Sandro, quien creció en Valentín Alsina: «Y te amo tanto, como a las glicinas de los viejos patios de mi puente Alsina» (del tema Amor en Buenos Aires, de Rubén Amado).
El Transbordador Avellaneda es un tesoro clave. Lo inauguraron en 1914 y transportó a peones del puerto y obreros hasta que cerró, en 1960. Su barquilla colgante puede soportar hasta 50 toneladas de carga, así que en ella, aparte cruzaron hasta tranvías. En 2017 volvió a funcionar tras sesenta años y cinco de trabajos pero, grieta mediante, no pudo terminar de cruzar entre la Ciudad (gobernada por el PRO y aliados) hasta Avellaneda (por el kirchnerismo). En diciembre, ese Monumento Histórico Nacional recibió una distinción de la Unesco y se pudo completar un viaje hasta la Isla Maciel. Pero el gigante de acero siguió detenido sobre esas aguas densas.
El Riachuelo estrenó puente, el Lacarra, luego Olímpico Ribera Sur, en septiembre, para que 30 mil vehículos por día -según anunciaron fuentes oficiales- se desplazaran entre Villa Soldati y Lanús. Y se aliviaran los embotellamientos -hay siete pasos en la franja de 14 kilómetros de Riachuelo que separa el territorio porteño del bonaerense-.
Mirá el video sobre el puente más reciente sobre el Riachuelo
En tanto, en ese mismo mes, en septiembre, sobre tierra, el puente de Juan B. Justo (1969), en el corazón ajetreado de Palermo, empezó a ser demolido para la construcción del viaducto del tren San Martín. Y se llevó huellas de grandes historias mínimas porteñas, entre ellas, la de sus pintadas misteriosas. «Hoy me levanto sin razón» .»The house is in order». Ahora las guardan los archivos de los diarios y Oscar, el documental sobre el taxista que las escribió -que se puede ver en You Tube-, como contó Clarín acá.
Mirá el video sobre cómo desarmaron el Puente Juan B. Justo
«De tan plana que es Buenos Aires se podría decir que para los porteños un puente es como usar gamulán para un brasileño. Sin embargo, no es tan así», como señaló Berto González Montaner, editor general de ARQ, acá. En este GPS van 5, centenarios o con menos de dos décadas, clásicos.
Cinco clásicos:
1) Transbordador. Es uno de los ocho que quedan en el mundo y el único en América. El Puente Transbordador Nicolás Avellaneda fue diseñado en 1904. Trajeron las piezas desde Inglaterra en barco y lo armaron a la vera del Riachuelo, en La Boca. Mide 72 metros de altura y tiene pilotes de hormigón que se hunden 24 metros bajo el agua. En 1940, el puente vehicular Avellaneda comenzó a desplazarlo y dos décadas después, lo cerraron. En los años ’90 el Gobierno de Menem quiso venderlo como chatarra. En 2017 volvió a cruzar parte del Riachuelo luego de 60 años parado y 5 años de trabajos de restauración.
En construcción. El Transbordador Nicolás Avellaneda fue inaugurado en 1914.
Monumento Histórico Nacional. Tras 5 años de obras, quedó listo para volver a funcionar. Pero sigue detenido. / Silvana Boemo
2) Alsina. Dado que conecta Batalla de Puente Alsina, librada allí por la federalización de Buenos Aires-, lo reemplazaron por uno de hierro temporal. El actual, de impronta neocolonial, con cruce para peatones, fue hecho entre 1932 y 1938 al lado del viejo y bautizado Uriburu, por el ex presidente de facto. En 2002 la Legislatura porteña sancionó una ley por la que se le repuso el nombre de Puente Alsina. En 2015 otra, por la que se puso Ezequiel Demonty, en memoria de ese joven, asesinado por policías de la Federal en 2002.
Construcción. Del Puente Alsina, inaugurado en 1938.
Histórica. Una imagen del Puente Alsina a fines de la década de 1930.
3) Pueyrredón. Lo edificaron en 1931 donde había estado el primer puente sobre el Riachuelo en 1791: sobre el antiguo Paso de la Canoa, hoy avenida Montes de Oca en la Ciudad y Ameghino en Avellaneda. Al pionero lo hizo con madera el constructor Juan Gutiérrez Gálvez. Por eso, se llamó Puente de Gálvez y después, Puente de Madera y Puente de Barracas. En la época de Rosas, lo pintaron de rojo punzó y lo rebautizaron Puente de la Restauración de las Leyes. Lo incendiaron para que no pasaran los ingleses en las invasiones (1806-7). Y en 1858 una crecida lo devastó. Le siguió el de hierro, cuya estructura Prilidiano Pueyrredón y otros importaron desde Inglaterra. Era de avanzada. Pero se hundió durante las pruebas finales, pre apertura, por errores de cálculo en los pivotes.
Puesta en valor. El viejo Puente Pueyrredón, en 2009. / Néstor García.
El Puente Pueyrredón levadizo se erigió en el ’31. En los ’40, armaron un cronograma para abrirlo y permitir el paso de barcos, ya que río arriba se encontraban los muelles del Ferrocarril del Oeste. Pero ese mecanismo se dejó de usar en 1969. Es que a fines de ese año inauguraron el Nuevo Puente Pueyrredón y éste empezó a perder importancia. En 2010 lo reabrieron, renovado.
4) De la Mujer. Es un ícono de Puerto Madero y de toda la Ciudad de Buenos Aires, inaugurado en 2001. Obra del arquitecto, ingeniero y escultor Santiago Calatrava (Valencia, 1951), mide 70 metros de largo, más de 6 de ancho y pesa unas 800 toneladas. Desde el Ente de Turismo porteño explican: «Se trata de un puente peatonal, con uno de los mecanismos de giro más grandes del mundo, para permitir el paso de las embarcaciones (…) Realizado en España y donado a la Ciudad por un particular, representa una pareja que baila tango: el mástil blanco, al hombre y la silueta curva del puente, a la mujer». En el Dique 3.
Puente de la Mujer. Del arquitecto Calatrava, mide 70 metros de largo. / Silvana Boemo
5) De Barraca Peña. Es el único puente del ex Ferrocarril del Sud en pie. Empezó a funcionar en 1913 y, por el movimiento de los barcos, se estableció que estaría levantado durante el día y lo bajarían de noche para que pasaran los trenes. Está en Pedro de Mendoza, entre Melo e Irala.
Sobreviviente. El de Barraca Peña es el único puente del ex Ferrocarril del Sud en pie. / Silvana Boemo
Vieja estación. En Barraca Peña, La Boca. / Silvana Boemo
Fuente: Clarín