Una de las características en ascenso es protagonizada por los denominados “nómades digitales”. Son aquellos viajeros que combinan la experiencia de vivir en diferentes lugares del mundo para trabajar en forma remota. En 2022 ingresaron a la Ciudad de Buenos Aires más de 72.000 profesionales, triplicando la cifra promedio de años anteriores.
De acuerdo con reportes privados, los extranjeros que eligen Argentina para sus trabajos lo hacen por los precios competitivos, la oferta cultural y las condiciones medioambientales, permaneciendo entre uno y tres meses, mientras otros extienden su estancia por períodos de 6 a 8 meses. Por su perfil, valoran la adquisición de bienes y servicios a través de plataformas, incluidos los alojamientos temporarios que privilegian por practicidad, flexibilidad y disponibilidad en una amplia diversidad de barrios y localidades del interior del país.
Se estima que existen unas 35 millones de personas en el mundo que optaron por cambiar la oficina tradicional por espacios de trabajo remotos y Argentina es uno de los polos más atractivos. Así, Buenos Aires es el séptimo destino más valorado, según la web especializada Nomad List.
De acuerdo con los datos del sitio, ese grupo está conformado por 53% de hombres frente al 47% de mujeres, con formación universitaria, con edad promedio de treinta años y con trabajos relacionados con el ámbito tecnológico o creativo.
Cómo los viajeros hacen crecer la economía y la cultura
Un reciente estudio realizado por Oxford Economics en Colombia, indica que por cada u$s10 gastados en alojamiento temporario, los huéspedes gastan u$s48 adicionales en las otras actividades durante su viaje, tales como entretenimiento, cultura, espectáculos y gastronomía, lo cual multiplica el ingreso para muchos emprendedores y jóvenes que se desempeñan en esas actividades.
Por todo eso, la gente tiende a valorar positivamente la existencia de plataformas de alquiler temporario. Un reciente estudio realizado en Argentina, Colombia, Perú y Chile destaca que 3 de cada 4 ciudadanos de esos países están a favor de la idea de permitir a las personas alquilar sus casas a través de plataformas como Airbnb.
El uso de una vivienda como destino para alquiler temporario resulta una actividad legal y válida para complementar ingresos, modalidad que se extiende día a día hacia sitios más alejados de los denominados circuitos turísticos tradicionales. Precisamente por el interés de los visitantes, turistas y nómades digitales por conocer nuevos lugares y referencias climáticas, geográficas, sociales y culturales que ofrece el país. Sin duda, la oferta de espectáculos, teatros, y demás actividades de recreación que brinda Argentina, son un valor muy bien apreciado por los turistas y huéspedes que vienen del exterior.
Un dato relevante es que más allá de los denominados nómades digitales el turista y el huésped extranjero en particular, están privilegiando conocer cómo es la vida de la población local, por fuera del típico circuito turístico. Así es como buscan diferentes lugares, barrios y provincias que van alternando en su periplo, aprovechando la ventaja de los alquileres temporarios para conocer la idiosincrasia de la población local, incluso con su oferta cultural en pequeños teatros y muestras más artesanales.
Nuevas salidas laborales de emprendedores
Surgen también nuevas actividades tales como los llamados property managers o temporary manager que son emprendedores que gestionan todas las cuestiones que demande el alquiler temporario de la unidad que un tercero confió en él.
Para el 63% de los propietarios que en Argentina disponen de una vivienda para alquiler temporario a través de la plataforma, esta no es su actividad principal, ya que la mayoría tiene una profesión o trabaja en un sector diferente. Por otro lado, el 48% afirma que esta actividad los ha ayudado a pagar comida u otros artículos que se han vuelto más caros.
Un rol que surgió porque en muchos casos los titulares de la propiedad son adultos mayores o personas que no viven en esa localidad; o bien porque el dueño no tiene tiempo de ocuparse ni de acudir al departamento en horarios aleatorios. De esta forma, el property o temporary manager tiene funciones que van desde armar el anuncio, sacar las fotografías de la propiedad, responder todas las consultas, gestionar las reservas, encargarse del check in y del check out del huésped, contratar el servicio de limpieza, revisar que no falta nada, reponer lo que se dañe y estar las 24 horas disponible por si el inquilino necesita algo.
Otros emprendedores se involucran más en el negocio. Les gusta la idea de brindar hospitalidad y hacer sentir como en casa al visitante. Incluso muchos de ellos recomiendan lugares de compra de bienes, restaurantes y demás lugares de consumo que muchas veces están alejados de los circuitos turísticos.