Cuando se estrenó en el teatro Donmare Warehouse, de Londres, fue un éxito de público. Cuando cruzó el Atlántico para presentarse en el teatro Liceo, la escena de gente haciendo cola para sacar sus entradas y el cartel de no hay más localidades fueron parte de la norma. A 13 años de aquello, en junio se repuso en el mismo Liceo en pleno festejo por sus 150 años de vida. Volvió a pasar lo mismo. Así son las cosas con Piaf, esa conmovedora propuesta escrita por Pam Gems dirigida por el británico Jamie Lloyd que protagoniza la gran Elena Roger. Por eso mismo, la noche del domingo hubo festejo con todo el elenco y con Adrián Suar, uno de los productores. Contando las dos temporadas porteñas, Piaf superó los 160.000 espectadores y estas 100 funciones del 2022 siempre fueron a sala llena.
Este año, inicialmente se la anunció solamente por 12 semanas. Claramente, no fue así. Hasta el 17 de este mes habrá funciones de Piaf en el Liceo y, luego de un descanso por las fiestas, el 7 de enero la historia de la genial cantante francesa Edith Piaf irá por su tercera temporada. En el encuentro del domingo estuvo presente su elenco completo, integrado por Julia Calvo, Rodrigo Pedreira, Natalia Cociuffo, Diego Jaraz, Iván Espeche, Eduardo Paglieri, Romina Groppo, Ángel Hernández, Nacho Pérez Cortés, Federico Llambí, Gustavo Guzmán y Martín Andrada. Motivos para festejar, sobran.
Fue en Inglaterra en donde Piaf no solamente fue un éxito de público sino quecosechó las mejores críticas y hasta se llevó el Premio Laurence Olivier para Elena Roger como la mejor actriz de la temporada. Pasaron los años y apenas se anunció la preventa para esta conmovedora historia con una intérprete verdaderamente única, la respuesta del público fue inmediata. Tanto que el productor Carlos Rottemberg, dueño del Liceo, rápido de reflejos puso en junio a la venta las entradas para agosto. A los días, se agotaban.
En una temporada en la que, tanto en Mar del Plata como en Buenos Aires, las comedias Una semana nada más, con Nicolás Vázquez, Gimena Accardi y Benjamín Rojas, e Inmaduros, con Adrián Suar y Diego Peretti, supieron encabezar las estadísticas de preferencias de público, el podio de las propuestas con mayor cantidad de espectadores siempre tuvo a Piaf, un trabajo muy fuera de la norma de la risa. De hecho, en las últimas estadísticas de la escena comercial lidera los ranking de cantidad de espectadores y el de recaudación.
La obra “mete al espectador en los años 30, donde una sola escenografía basta para hacerlo sentir en un suburbio parisino, en cierto escenario de esa ciudad, un estadio de box o en algún antro. La sordidez de su mirada acompaña el derrotero de esta talentosa mujer a quien la vida abofeteó de manera temprana e incluso padeció estocadas mortales en pleno esplendor. A través de ese montaje sórdido y minimalista, el director crea fotos, estampas, imágenes que, con la iluminación justa y necesaria, fría, se nutren de contraluces casi sin colores”, afirmaba el crítico Pablo Gorlero en una nota publicada a partir de la actual segunda temporada en Buenos Aires. Y claro que, en medio de ese clima, siempre ella: la gran Elena Roger en un trabajo que marca a fuego su extensa trayectoria.
Luego de la primera temporada en Buenos Aires, ella volvió a Broadway para hacer de Eva Perón en el musical Evita, en el que compartía cartel con Ricky Martin. Durante un largo período, Roger se negó a volver a abordar la figura de Edith Piaf. “Mi madre aún me lo reprocha, pero esto también tiene una explicación: Edith me provocó un agotamiento sentimental, hasta el punto de que temí quedar atrapada en el personaje, por eso necesité cambiar de aire y seguir mi carrera”, reconoció en un reportaje publicado en junio.
A 13 años de aquel suceso, Piaf volvió al Liceo por insistencia de Adrián Suar. “Ya no me importa si volvemos a hacer un éxito, me conformo con lo maravilloso que está siendo volver a hacer esta obra y lo bien que lo estamos pasando”, confesó quien todas las noches de función la platea la aplaude de una forma tan intensa y conmovedora como la misma propuesta escénica.
“Yo había hecho Evita y había estudiado mucho sobre su vida y obra para interpretarla, pero no soy política. Nunca hice política partidaria, así que sólo intenté comprenderla como ser humano. Pero lo que me pasó con Piaf es que ella es una cantante y, estudiarla, me enseñó mucho sobre ser una cantante. Esa pasión por la música y cómo ella abordaba sus canciones y cómo elegía su repertorio”, agregó la intérprete.
“Cuando vi a Elena Roger, que estaba poseída con el personaje, fue extraordinario. Pasaron 13 años de aquello y la verdad es que el espectáculo está perfecto”, dijo Adrián Suar en el escenario del Liceo la noche de su reposición. La leyenda Piaf continúa.
Fuente: Alejandro Cruz, La Nación