En la calle Alsina 1743 vivió el francés Marcel Duchamp (1887-1968), una de las figuras más importantes del arte del siglo XX, durante 9 meses, entre 1918 y 1919. Allí Duchamp trabajó en «El gran vidrio» (1923), una de sus obras más recordadas. Y allí Duchamp se obsesionó con el ajedrez.
La enumeración podría seguir. Pero con esto sobra para saber por qué esa calle, por qué Alsina al 1700, Capital, volverá a convertirse en un oasis de arte y de cultura desde el martes 10 de septiembre y hasta el viernes 4 de octubre. Será en el marco de un festival gratuito que, como en 2017 y en 2018, recordará esos hechos y colocará en primer plano un atractivo porteño de barrio y de leyenda.
En la calle Alsina 1743 vivió el francés Marcel Duchamp (1887-1968), una de las figuras más importantes del arte del siglo XX, durante 9 meses, entre 1918 y 1919. Allí Duchamp trabajó en «El gran vidrio» (1923), una de sus obras más recordadas. Y allí Duchamp se obsesionó con el ajedrez.
La enumeración podría seguir. Pero con esto sobra para saber por qué esa calle, por qué Alsina al 1700, Capital, volverá a convertirse en un oasis de arte y de cultura desde el martes 10 de septiembre y hasta el viernes 4 de octubre. Será en el marco de un festival gratuito que, como en 2017 y en 2018, recordará esos hechos y colocará en primer plano un atractivo porteño de barrio y de leyenda.
Con charlas, poesía, pintura, música y ajedrez, entre otras actividades, el 10 de septiembre comenzará la tercera edición de»Homenaje a Marcel Duchamp-Francisco Canaro«. ¿Duchamp y Canaro? Sí, porque el creador francés, padre del arte conceptual y otras tendencias contemporáneas, y el compositor, violinista y director de orquesta, fueron vecinos en, justamente, Alsina 1743.
Arte y diversión. En la antigua vivienda de Duchamp, con el mural inaugurado en 2018./ Lucía Merle
Duchamp en Buenos Aires
Célebre por la exhibición de un mingitorio («La Fuente», 1917) y otros «ready made» (objetos de uso cotidiano presentados como obras), Duchamp vivió en el edificio de Congreso entre septiembre de 1918 y junio del año siguiente.
Bar. Una imagen de Duchamp en el Bar Oscar, ubicado en la edificación donde residió. / Martín Bonetto
Sin embargo, su estadía en la Ciudad de Buenos Aires es aún bastante misteriosa, según expertos. Aparentemente llegó esquivando la Primera Guerra Mundial, “el patriotismo” de París y de Nueva York, donde desarrolló su carrera. Pero, como se lee en algunas cartas editadas para la muestra que lo homenajeó en 2008 en la Fundación Proa de La Boca, hay pistas.
12 de noviembre de 1918. Hace un par de meses que Duchamp se instaló en la Ciudad y escribe a Carrie Ettie y Florine Stettheimer: «La vida es menos cara que en Nueva York. La comida es sorprendente y sana (…) En el fondo estoy feliz de haber encontrado esta vida nueva y diferente. Me siento como si hubiera vuelto al campo, donde uno trabaja con alegría«.
Poco antes, el 26 de octubre de 1918, el artista francés le había contado al pintor francés Jean Crotti: «Empecé un pequeño vidriopara experimentar con un efecto que trasladaré al gran vidrio cuando regrese a N.Y. -Nueva York- Por mi parte, no tengo intenciones de exponer aquí. Vi a algunos pintores. Nada interesante, sólo una especie de somnolencia…»
Duchamp por Man Ray, en 1930. / Archivo
Y el 3 de mayo de 1919 Duchamp volvería a dirigirse a Ettie y Stettheimer: «Hace mucho que tengo intención de escribirles pero el ajedrez consume mi atención de tal manera que hasta ahora no había podido hacerlo. Juego noche y día sin parar, y nada en el mundo me interesa más que encontrar la jugada perfecta».
Esas claves de su vida en territorio porteño, y otras, estarán señaladas en el homenaje, que se realizará en el marco de la BienalSur, organizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), y en el que participan la Embajada de Francia, la Biblioteca del Congreso de la Nación, la revista de cultura de Clarín, Ñ, y la consultora Fajre y Asociados, entre otras instituciones.
Con todas las artes
La agenda del homenaje a Duchamp y a Canaro es nutrida y variada. El mismo martes 10, de 16 a 18, la licencia en artes Florencia González, integrante del área cultural de la Biblioteca del Congreso de la Nación, ofrecerá la primera de tres charlas sobre Duchamp en ese espacio, ubicado en Alsina 1835. Las otras dos, el martes 17 y el martes 24, serán en el mismo horario y en el mismo lugar.
Restauración. De la fachada del edificio que habitó Duchamp. Fue hecha por la Escuela Taller de Casco Histórico en 2017. / Gentileza GCBA
El viernes 13 de septiembre, desde las 20, la movida se trasladará al edificio donde vivió Duchamp, con el ciclo «Jam Duchamp: poesía», conducido por Mariana Watkins. A las 21 arrancará «Poética del Asfalto», una propuesta en la que Alicia Grinbank, poeta y narradora enamorada de la Ciudad, recitará algunos de sus poemas en el Bar Oscar, que funciona allí. Este evento tiene como fin la recaudación de fondos para colocar un vinilo con el nombre del bar y «sitio histórico Duchamp-Canaro».
Viruta al pavimento. En la edición 2018 del Homenaje a Duchamp. / Martín Bonetto
El 2 de octubre: tango.De 18.30 a 20.30, se presentará «TANTANGO» en el Auditorio del Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso. Alicia Grinbank tomará al género como foco de su poesía y Rafaela Canaro, hija de Francisco Canaro, compositora y directora del Quinteto Pirincho -como apodaron a su padre por el pelo-, será entrevista. Como broche, se presentará la Orquesta del Colegio Nacional Buenos Aires.
A jugar. Los grandes también se divierten en los grandes tableros «callejeros» que ya caracterizan a esta movida. / Silvana Boemo
El cierre del homenaje será especial: el 4 de octubre el arte saldrá a la calle. Así que, a partir de las 16, cortarán Alsina, entre Combate de los Pozos y Solís.
Mural. Con su autor, el artista francés Avelanet, inspirado en un trabajo de Duchamp. /Lucía Merle
El pavimento se convertirá en una gran tela sobre la que Ezequiel Levicka creará una obra que conecte lo que fue la casa de Duchamp con el Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso. Habrá sesiones de dibujo a cargo de la UNTREF y de la Biblioteca. Habrá jornadas simultáneas de ajedrez, con mesas en las veredas y piezas que diseñó Duchamp y la presencia de la Federación de Ajedrez y de alumnos de la diplomatura de la UNTREF. Y habrá clases y tango bailado.
Música en vivo. Infaltable en las ediciones de este Homenaje. / Martín Bonetto
Propondrán más. Una intervención artística de la Biblioteca del Congreso, 3D y serigrafías a su cargo, la actuación del Coro de esa institución y la iluminación del mural de 64 metros cuadrados que el francés Francois Avelanet -maestro de la anamorfosis y del juego con los puntos de vista- realizó en 2018, para este mismo evento, en la fachada de la antigua vivienda de Duchamp. Se basó en «Rotoreliefs-Disques Optiques» (1935), del propio Duchamp, una pieza con seis discos de cartón que mostraban imágenes que habían sido creadas para el filme «Anémic Cinéma» (1926), de Man Ray y Marc Allegret-. Una «trampa para el ojo» y para la mente, ya que producía un efecto de profundidad.
Todo quedará registrado en fotos de los alumnos de la FUC, la Universidad del Cine. Y en la memoria de los vecinos y del público.
Perfil de Duchamp:
Marcel Duchamp nació en 1887 en Blainville-Crevon, Francia. Su obra emblema “La Fuente” (1917, foto de abajo), mingitorio que quiso exhibir en la Sociedad de Artistas Independientes neoyorquina. Entre 1918 y 1919 vivió en el barrio porteño de Monserrat. Murió en 1968 en Francia.
Celebridad. «La Fuente» , 1917. / Archivo Clarín
Fuente: Clarín