Johnny Tedesco cumplió 80 años y lo festeja con un nuevo disco y show en vivo (Prensa Johnny Tedesco)
El próximo 12 de diciembre, las luces de la calle Corrientes iluminarán el escenario del teatro Multiescena para recibir a Johnny Tedesco, una leyenda viva del rock argentino que celebra su impresionante trayectoria con el lanzamiento de su más reciente álbum, 60 años de Rock & Roll. Este trabajo, que reúne versiones remasterizadas de sus grandes éxitos junto con dos nuevas composiciones, representa mucho más que un disco: es una declaración de principios y una reafirmación de su amor eterno por la música que lo llevó a conquistar corazones dentro y fuera del país.
“60 años de Rock & Roll es un deseo, un gusto que quería darme. Grabé canciones con el estilo que me inspiró desde el inicio de mi carrera, el rockabilly. Es la música que me llevó a diferentes países con mi primera composición, Rock del Tom Tom”, reveló el intérprete, cuya emoción por este proyecto refleja la vitalidad y el entusiasmo que lo caracterizan.
El proceso creativo detrás del disco fue, según él, tan fluido como inolvidable. “Lo hicimos con mi productor, Alan Vega -de hecho, su hijo-, y lo grabamos en un súper estudio en Rosario. Fueron momentos mágicos”. Este trabajo, además de ser un tributo a sus raíces, es también un regalo para sus seguidores de toda la vida y un puente hacia las nuevas generaciones que descubren en él una figura clave del rock argentino.
Para entender la magnitud del legado de Johnny Tedesco, es necesario remontarse a su infancia en el barrio porteño de Saavedra. Allí, en la casa de su abuela, un joven Alberto Felipe Soria encontró una guitarra olvidada sobre un ropero. “Vení que te enseño los acordes”, le dijeron, y desde ese momento el instrumento se convirtió en una extensión de su ser. Rodeado por una familia profundamente ligada al arte -su madre era cantante de boleros, su padre de tango, y un tío, coreógrafo de televisión-, creció en un ambiente donde la música era un lenguaje cotidiano.
Johnny Tedesco es considerado mundialmente como uno de los grandes exponentes del Rockabilly
Sus primeras presentaciones ocurrieron en reuniones familiares, donde interpretaba temas que aprendía de oído. Sin embargo, fue su tío quien lo llevó por primera vez a un programa de televisión, Estampas y variedades, de Canal 7. Allí, Johnny bailó malambo, pero pronto volvió para cantar, guitarra en mano. Esa actuación llamó la atención de Ricardo Mejía, director de RCA Víctor, quien reconoció de inmediato su potencial.
En su audición para la discográfica, Johnny interpretó en inglés los clásicos Blue Suede Shoes y Hard Headed Woman. Pero cuando le pidieron algo en español, sorprendió con una canción propia, Rock del Tom Tom, escrita en un borrador. Esa interpretación marcó un hito: fue la primera pieza de rock en castellano compuesta y grabada por un argentino, y se convirtió en el lado B de su primer disco, lanzado en 1961.
El éxito de Rock del Tom Tom fue inmediato y trascendió fronteras. Mientras que en Argentina el lado A del disco, Vuelve Primavera, resonaba en las radios, en el extranjero era su composición original la que capturaba la atención. En pocas semanas, el sencillo vendió más de medio millón de copias, consolidando a Johnny como una de las grandes promesas del naciente rock argentino.
Pero no solo la música contribuyó a su popularidad. Johnny adoptó un estilo único que lo distinguió del resto: los suéteres tejidos por su madre se convirtieron en su sello personal, al punto de que comenzó a ser conocido como “El Rey del Suéter”. Este detalle aparentemente trivial fue clave para humanizar su figura y conectarlo con su público, especialmente con las jóvenes que formaron el primer club de fans de un artista argentino.
Las fanáticas no solo lo seguían a cada presentación; también tejían prendas para que Johnny las usara en sus shows, un gesto que refleja el profundo vínculo entre el artista y su audiencia. Incluso, esas mujeres lo acompañan hasta el día de hoy en cada una de sus presentaciones.
El punto de inflexión en la carrera de Johnny llegó con su participación en El Club del Clan, el programa de televisión que definió la escena musical de los años 60 en la Argentina. Emitido por Canal 13, el show reunió a artistas de la talla de Palito Ortega, Violeta Rivas, Raúl Lavié, Nicky Jones y el propio Tedesco, quienes representaban los diversos estilos musicales de la época.
“En El Club del Clan, el televidente podía ver y oír música de diferentes estilos: cumbias, baladas, tango, bossanova y, en mi caso, rock and roll”, explica Johnny. Según él, el programa tuvo un impacto cultural profundo porque ofrecía un espacio inclusivo donde todas las manifestaciones artísticas tenían cabida. “Fue un programa que adoptó la juventud y la familia de todo el país. Cruzó fronteras y le mostró al público una diversidad musical sin imposiciones ni divisiones”.
Con más de 50 puntos de rating, El Club del Clan no solo consolidó a sus integrantes como estrellas, sino que también marcó el inicio de lo que se conocería como la Nueva Ola musical. Para Johnny, formar parte de este fenómeno fue tanto un desafío como un privilegio.
Pero su talento no se limitó a la música. En 1963, participó en la película Cleopatra era Cándida, junto a la icónica Niní Marshall, y en 1964 condujo su propio programa, Un chico llamado Johnny. Más tarde, regresó a la televisión con el exitoso ciclo Escala musical, que incluso fue adaptado al cine en 1966.
Al mismo tiempo, mantuvo una intensa carrera musical que lo llevó a recorrer América Latina y Estados Unidos. Durante los carnavales de los años 60, acompañó a Los Gatos en más de 30 presentaciones, y más tarde realizó una gira internacional que incluyó países como Venezuela, México, Colombia y Ecuador. En cada escenario, desde Nueva York hasta Los Ángeles, su estilo único dejó una huella imborrable.
En 2016, su trayectoria alcanzó un nuevo hito al encabezar el prestigioso Rockin’ Race Jamboree, el festival de rockabilly más importante de Europa, celebrado en Málaga, España.
A lo largo de su carrera, Johnny contó con el apoyo incondicional de sus seguidores, muchos de los cuales lo acompañan desde sus inicios. “Es un verdadero placer que mis fans me sigan con el mismo entusiasmo de toda la vida”, dice con gratitud. Para él, esa lealtad creó un sentido de comunidad que trasciende generaciones.
Pero más allá del amor del público, en 2023, Johnny fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura Porteña, un reconocimiento a su trayectoria y su impacto en la música y la televisión. Durante la ceremonia, celebrada en el Salón Dorado, Johnny recordó con emoción a sus padres y agradeció a su esposa, Nilda Vega, y a su familia por el apoyo incondicional a lo largo de los años.
“Dios ha estado siempre muy presente en mí, en los momentos dichosos y en los más difíciles. Este premio lo dedico a mi madre, mi padre, y a mi familia”, expresó. La jornada se cerró con una interpretación de los temas que marcaron su carrera, en un ambiente de profunda nostalgia y celebración.
A lo largo de su carrera lanzó más de 40 discos, explorando diversos estilos sin perder su esencia rockera. En 1977 grabó Rock en castellano, un homenaje a los clásicos del género, y en 1986 lanzó Johnny y Fuga, donde combinó sonidos contemporáneos con su inconfundible estilo. En los años 90, su programa en el canal Music21 lo acercó a una nueva generación de artistas, mientras que en 2009 presentó El Regreso, un álbum que reafirmó su lugar como un ícono del rock argentino. En 2011, celebró cinco décadas de música con el disco 50 años de Rock & Roll,
Esa conexión con su público y su historia se reflejará nuevamente en su show del 12 de diciembre, donde el público podrá disfrutar tanto de los clásicos que definieron una era como de los nuevos temas de 60 años de Rock & Roll. Y al mirar hacia atrás, Johnny reconoce que su vida fue un viaje lleno de momentos únicos. “Siento que la vida fue y es muy generosa conmigo. Como dice mi canción, La vida es una sola. No dejes que te escape de tus manos un segundo”.
Aunque los nombres de Alberto Felipe Soria y Johnny Tedesco puedan evocar facetas distintas, para él no hay división. “Soy la misma persona con tristezas y felicidades. El nombre no cambia mi actitud de vida. Soy el resultado de mi historia”.
Esa historia, que comenzó en los zaguanes de Saavedra con una guitarra en mano, se convirtió en una epopeya que incluye escenarios internacionales, millones de discos vendidos y un lugar eterno en la historia de la música argentina: “Lo que me sorprende es verme en esos grandes escenarios ante un público de otro país. Porque no puedo olvidar al pibe que fui, tocando la guitarra en los zaguanes con amigos, soñando con rockabilly sin más pretensión que expresar lo que me gustaba cantar”.
El próximo espectáculo en el teatro Multiescena no será solo un concierto; será una celebración de la vida, el legado y la pasión de Johnny Tedesco. “Van a ver a un rockero vintage que no deja de expresar su amor por la música. Amo ser acompañado por mi fiel público y despertar en las nuevas generaciones el respeto por mi historia”.
Con 80 años cumplidos, sigue siendo una figura irrepetible, un puente entre el pasado y el presente del rock argentino. Su vida y su obra son un testimonio del poder transformador de la música, y su historia, lejos de terminar, sigue escribiéndose en cada nuevo acorde. Porque no es solo el Rey del Suéter. Es el rockero que, con guitarra en mano y sueños en el corazón, cambió para siempre la música argentina.
Fuente: Infobae