Obras realizadas por Nicola Costantino, Marie Orensanz, Diana Cabeza y Gachi Hasper, entre otras artistas, darán forma y color a un nuevo parque de esculturas que inaugura a fin de año en Puerto Madero -el barrio de las mujeres que hicieron historia- un paseo impulsado por el coleccionista y empresario argentino Jorge Pérez.
Ni bien uno se acerca a la calle Pierina Dealessi al 1700, frente al Río de la Plata, se pueden distinguir a cielo abierto las inmensas letras caladas sobre acero tan características de las obras de la artista Marie Orensanz, con la leyenda «El ambiente condiciona la gente», obra ganadora del primer premio del concurso de esculturas organizado por Related Group.
A pocos metros de allí se alzan coloridas las obras ganadoras del segundo y tercer premio, respectivamente: «Ruedas» de Diana Cabeza, una serie de tubos de fibra de vidrio de color naranja, y «Fuente de la Vida» de Nicola Costantino, una pieza que «rinde homenaje al El Jardín de las delicias de El Bosco, ya que la fuente es exactamente igual a la del cuadro, como si estuviéramos frente a un descubrimiento arqueológico», cuenta a Télam Costantino quien ha tomado a esta obra como central durante sus banquetes performáticos.
Las tres piezas fueron producidas especialmente para el espacio público del edificio SLS, ubicado en el Dique 1 de Puerto Madero, el primer emprendimiento en la Argentina del desarrollador inmobiliario Jorge Pérez, reconocido amante del arte quien dio su nombre al Pérez Art Museum Miami (PAMM), inaugurado en 2013 con una colección de 1.800 obras que van desde mediados del siglo XX a la actualidad e incluyen nombres como Diego Rivera, Xul Solar, Olafur Eliasson, Wifredo Lam, Roberto Matta, Pedro Figari y Joaquín Torres-Garcia.
Además, un mural inmenso de treinta metros de alto, formas geométricas y nítida paleta cromática, obra de la artista Gachi Hasper, ilustra una de las paredes laterales del complejo, en un mágico juego de espejos con los edificios vecinos que poseen ventanas espejadas, una obra que si bien no concursó fue comprada por Related para este complejo arty, al igual que otras de Jorge Miño, Eugenio Cuttica, Aldo Sessa y la fallecida Graciela Sacco, entre otros.
«Hemos invertido en total medio millón de dólares en estas obras de arte», incluido los premios del concurso, contó Carlos Rosso, presidente de Related International, durante una recorrida para la prensa por el futuro parque escultórico, frente al primer edificio que Jorge Pérez desarrolla en su propio país, una lujosa torre completamente vendida (a 10.000 dólares el metro cuadrado), que prioriza la vista de la ciudad antes que la del río: «De noche toda la vista de la ciudad iluminada es espectacular», agrega Rosso.
«Todas las esculturas al aire libre plantean una interacción con el espectador, y todas las fotografías, pinturas y esculturas que serán parte interna de la torre -en pasillos, espacios comunes o el lobby- se relacionan con la arquitectura de la ciudad», explica a Télam Patricia Hanna, directora de Arte de Related.
«Nos interesa tender puentes entre Buenos Aires y Miami. Todo el tiempo tratamos de traer a Buenos Aires artistas de la colección de Pérez o llevarlos a la semana del arte de Miami, en diciembre», cuenta Rosso.
La novedad que entusiasma a los artistas latinoamericanos es la apertura, los primeros días de diciembre, de un nuevo espacio de Pérez en Miami, El Espacio 23, con obras de su colección «de gran tamaño, algunas más experimentales y otras a veces difíciles de exhibir», dice Hanna.
Ubicado en el barrio Allapatah, donde apuntará a una fuerte función social, el espacio de 2600 metros cuadrados será inaugurado con la exposición «Tiempos de cambio, arte y desorden social», cien obras de 80 artistas de todo el mundo, con curaduría del colombiano José Roca junto a Patricia Hanna.
Se verán allí trabajos de Michelangelo Pistoletto, Doris Salcedo, Fernando Bryce, Ai Weiwei, Alfredo Jaar, Claudia Coca, Gonzalo Fuenmayor, Teresa Burga, Tracey Rose, Ana Mendieta y varios más.
El Espacio 23, que toma su nombre de la calle donde esta situado, en la zona noroeste de Miami, cuenta, además con un espacio para almacenar obras y tres departamentos reservados para programas de residencia, una iniciativa con sello argentino que se suma a la vibrante oferta cultural de esa ciudad estadounidense.
Fuente: Télam