Gala de Apertura del 34ª Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en el Teatro Auditorium
Mar del Plata, especial. En una fresca noche de primavera junto al Atlántico, poco después de una tarde perfecta, en el Teatro Auditorium comenzó ayer la ceremonia de apertura del Festival Internacional de Cine marplatense. Este año el evento está dedicado al director y maestro José Antonio Martínez Suárez (1925-2019). Es por eso que se decidió proyectar, en una versión especialmente restaurada para la ocasión, su macabra comedia Los muchachos de antes no usaban arsénico (1976). Minutos antes, al borde de las lágrimas, su hija María Fernanda recibió el Premio Astor que el director –recientemente fallecido– obtuvo in memoriam, como tributo a su trayectoria.
Luego de las palabras de Ralph Haiek, presidente del INCAA, pudo escucharse a Cecilia Barrionuevo, nueva directora del Festival, que expuso con sobriedad los lineamientos de la programación y presentó a los diferentes jurados. En un evento más bien huérfano de grandes figuras, se destacó la presencia de la actriz Graciela Borges. También ella recibió el Premio Astor a la trayectoria, y se manifestó muy de acuerdo con la opinión de Martínez Suárez, según la cual las únicas estrellas son y deben ser las películas. Llena de emoción, dijo: “Esta noche nada más es para Josecito”.
En su 34ª edición, el Festival no sólo presenta una oferta rica, a la vez abigarrada y coherente: también reinventa numerosos perfiles de espectadores y formas variadas de seguir cultivando esa pasión hoy tan frágil, la cinefilia. Durante 10 días, en 15 salas se proyectan más de 300 títulos, entre cortos, medios y largometrajes, documentales y películas de ficción. Habrá funciones a lo largo de toda la jornada: los que madrugan pueden comenzar a partir de las 9 de la mañana y los trasnochadores podrán dejar que la ilusión cinematográfica se encienda pasada la medianoche. En lo que sigue, un mapa para armar tu propio recorrido, con algunas películas que no te podés perder.
Mapamundi audiovisual
Como ocurre otras veces, el Festival despliega un mapamundi fílmico que va desde Chile a Senegal, y desde Suecia a Nueva Zelanda, pasando por medio centenar de países. Comencemos por Portugal, desde donde nos llega la última película del insoslayable Pedro Costa: Vitalina Varela completa un díptico con Caballo dinero, y ahonda en la saga de la inmigración caboverdiana a través de la historia de una mujer que llega a Lisboa para despedir a su marido, que acaba de morir.
Del surcoreano Bong Joon-ho, podremos apreciar su film Parasite: comedia agridulce sobre una familia de humildes estafadores, que ganó la Palma de Oro en Cannes este año. Con guiños a la pintura del siglo XVIII, el catalán Albert Serra nos transporta al mundo libidinoso de la Francia prerrevolucionaria en su film Libertad. Por su parte, Marco Bellocchio reconstruye en El traidor el vía crucis judicial que padeció el siciliano Tommaso Buscetta, líder de la Cosa Nostra y primer arrepentido de la mafia.
En calidad de director, el actor Edward Norton adapta Huérfanos de Brooklyn –la novela de Jonathan Lethem– en un film noir que, según se comenta, resulta bastante logrado. Y en Family Romance, el alemán Werner Herzog filma los entretelones de una compañía japonesa que ofrece “recursos humanos” según las necesidades más imprevisibles de sus clientes: desde solicitar un simple acompañante para un evento social hasta pedirle a un desconocido que se haga pasar por un marido ausente.
Muchos estarán atentos al último opus de Terrence Malick, Una vida oculta, película sobre Franz Jägerstätter, campesino austríaco cuya sostenida resistencia al nazismo finalmente lo llevó a la muerte en la guillotina y, mucho más tarde, a su beatificación. En plan más jocoso, el neozelandés Taika Waititi se atreve a bromear sobre el régimen nazi en su comedia Jojo Rabbit.
Los enamorados de Natalie Portman podrán verla encarnar a una astronauta enajenada en Lucy en el cielo, primer largo del neoyorkino Noah Hawley, creador de series como Fargo y Legión. También se conocerá la última contribución de Bruno Dumont: quienes disfrutaron al ver Jeannette –primera entrega sobre la vida de Juana de Arco– podrán apreciar Jeanne, que reincide en el musical místico y desmañado, adaptando una vez más los bellos diálogos que imaginó Charles Péguy.
Del sueco Roy Andersson se proyecta About Endlessness, comedia dramática por la que ganó el León de Plata a Mejor Director en el último Festival de Venecia. Y Joanna Reposi Garibaldi nos regala el documental Lemebel, donde homenajea al llorado escritor y performer chileno que fue su amigo. De la californiana Nina Menkes podrá verse Dissolution (suerte de Crimen y castigo en un barrio árabe de Tel Aviv), pero también sus restantes películas, presentadas por la propia directora. Por otra parte, el director senegalés Djibril Diop Mambéty (1945-1998) tendrá una retrospectiva que repasa su breve filmografía, testimonio valioso pero apenas conocido de la descolonización de África.
El mapamundi fílmico también es hospitalario con expresiones de un cine más mainstream. Así, el día de cierre del Festival se proyectará El irlandés, dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci: otra saga sobre el crimen organizado, donde todo gravita en torno al estafador y asesino a sueldo Frank Sheeran. A la semana siguiente, la película se estrena en algunos cines argentinos y, a fines de mes, podrá verse a través de Netflix. Los espectadores ansiosos, sin embargo, podrán disfrutarla poco antes en Mar del Plata.
Constelación argentina
Además del homenaje a José Antonio Martínez Suárez, se incluyen varios films argentinos restaurados y rescates diversos. Así podremos visitar recodos de la historia de la cinematografía nacional a través de películas como El negoción (1958), de Simón Feldman, o el corto Juguetes (1978), de María Luisa Bemberg, que la directora realizó tres años antes de su primer largometraje. También podremos reencontrarnos con Amelia Bence en La vuelta al nido (1938), de Leopoldo Torres Ríos: en esa película, que supuso un rotundo fracaso comercial, el padre de Leopoldo Torre Nilsson procuró apartarse de las convenciones de la época a través de un lenguaje relativamente innovador.
A los diez films nacionales que rivalizan en la Competencia Argentina, se suman los tres que participan en la Competencia Internacional. Con Los sonámbulos, Paula Hernández propone un drama familiar en la estela de La Ciénaga, de Lucrecia Martel, con las actuaciones de Érica Rivas, Marilú Marini y Luis Ziembrowski, entre otros. Mariano González presenta El cuidado de los otros –su segundo largometraje, protagonizado por Sofía Gala Castiglione y el propio director– y Ezequiel Radusky, Planta permanente, comedia melancólica sobre dos trabajadoras de la limpieza encarnadas por Liliana Juárez y Rosario Bléfari.
En la Competencia Latinoamericana, otros reconocidos realizadores argentinos presentarán sus últimos trabajos: es el caso de Andrés Di Tella, Clara Picasso y Alejo Moguillansky. También podrán reverse films claves de la renovación del cine argentino, como Silvia Prieto, de Martín Rejtman (una obra que este año cumple dos décadas y parece mantenerse tan joven como cuando irrumpió) o Bonanza, de Ulises Rosell (2001). Emilio Cartoy Díaz, por su parte, nos invita a reconsiderar las bandas sonoras del cine argentino en su reciente documental El cine a través de la música.
Perlas, terror y rarezas
Los amantes del cine de terror podrán planear su propio recorrido. El festival incluye un tributo a El exorcista (1973), de William Friedkin: esta obra canónica podrá verse en una versión que respeta el corte del director. En la trasnoche del cine Ambassador se proyectará algún título convenientemente escalofriante (Bliss, de Joe Begos), así como también Primer amor, del japonés Takashi Miike: film ultraviolento pero virtuoso, que no deja tópico del cine de yakuzas sin cultivar y deconstruir. Tampoco estará ausente una tríada setentista de películas blaxploitation (subgénero de acción afroamericano reivindicado, entre otros, por Quentin Tarantino).
Los sedientos de melodrama clásico podrán elegir entre 8 películas de John M. Stahl que serán exhibidas en copias en 35 mm: en ellas desfilan –y continúan seduciéndonos– divas como Gene Tierney, Irenne Dunne y Claudette Colbert. El brasileño Karim Aïnouz no deja que las convenciones del melodrama reposen en el arcón del pasado: quienes recuerdan su notable Madam Satã (2002) –sobre la vida de un travesti carioca, en los años 30–, por nada del mundo se perderán La vida invisible (2019), semblanza de dos hermanas en la Río de Janeiro de los años 50.
En la programación no faltará un homenaje al gurú de la vanguardia Jonas Mekas y habrá también documentales para todos los gustos. Testimonio de la incursión de Roberto Rossellini en una forma pedagógica de la TV, se destaca el rescate de El psicodrama (1956), donde el director pone en escena al creador de esta técnica psicoterapéutica, el rumano Jacob Levy Moreno.
En plan experimental, el colombiano Luis Ospina propone una rapsódica indagación de los 12 films mudos que se filmaron en su país (Mudos testigos). Quienes han leído al filósofo y teórico Jean Louis Schefer podrán verlo disertar en Danzas macabras, esqueletos y otras fantasías sobre el género tardomedieval de las “danzas de la muerte”.
Del gran documentalista Thomas Heise, finalmente, se proyectará Patria es un sitio en el tiempo, elogiadísimo film que conquistó a la crítica luego de su estreno en la última edición de la Berlinale. Pocos tendrán reparos en dedicarle las 4 casi horas que merece esta austera arqueología en blanco y negro de su familia y de su país a lo largo de un siglo.
* El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se extiende hasta el 18 de noviembre. Los films se proyectan en la Sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium, el Cine Ambassador, el Cinema Los Gallegos Shopping, los Cines del Paseo, el Teatro Colón y el Museo Mar. Las proyecciones en el Museo Mar son gratuitas (las entradas –dos por persona– se retiran una hora antes de cada función). En los casos restantes, la entrada general cuesta $60; jubilados y estudiantes pagan sólo $ 30. Los tickets pueden adquirirse online a través de mardelplatafilmfest.com.
Fuente: Infobae