Parecen tres pibes con juguete nuevo y, aunque quisieran, les resulta imposible disimular la felicidad que los embarga. Pablo Echarri, Fernán Mirás y Mike Amigorena vuelven a los escenarios porteños como los nuevos protagonistas de Art, dirigidos nada menos que por Ricardo Darín y Germán Palacios.
Los dos artífices de la exitosa obra en su versión anterior -en la que compartieron cartel durante doce años primero con Oscar Martínez y luego con José Luis Mazza– pusieron su mirada en este trío tan ecléctico como atractivo que promete prolongar la leyenda Art.
En la previa al estreno del 5 de agosto, ellos viven en modo lúdico. En ese estado suben al Crystal Bar en el piso 32, del Hotel Alvear Icon, para la sesión de fotos.
Mike Amigorena, Pablo Echarri y Fernán MIrás ensayaron bastante por zoom antes del estreno de «Art».
De qué va la obra
En la obra de la escritora francesa Jazmina Reza, los amigos enfrentan una crisis visceral cuando Sergio (Amigorena) compra un costoso cuadro blanco. La pintura, que en apariencia no es nada, dispara valores compartidos, amistad en conflicto y redenciones.
-Se los nota tan felices que hasta disfrutaron de la sesión de fotos a pesar de los nervios del inminente estreno. ¿Sienten que esta obra es también volver a empezar?
Echarri: Sí, ¡claro! Y si bien yo hace un tiempo que vengo haciendo otras cosas más administrativas (es miembro de la Comisión directiva de Sagai), volver a la foto y al teatro es también volver un poco al juego y a ese aspecto placentero de nuestro oficio que es divertirnos.
Pablo Echarri. El actor trabaja en SAGAI (la sociedad que lucha por los derechos de los actores) y abrió una productora. Foto Germán García Adrasti
Mirás: Cuando era más chico me ponía nervioso con las notas, como si tuviera que hacer no sé qué cosa y hoy digo: pero es más complicado ensayar una obra que hacer las notas, entonces me lo tomo más liviano. Pero sí, fue raro todo el proceso que vivimos hasta llegar al estreno. Hace un año y medio que empezamos a ensayar e hicimos las lecturas por zoom. Ya sabemos que desde el 5 vamos a hacer la obra en serio ¡basta de zoom!
Amigorena: Ahora el único zoom es el sum de usos múltiples del edificio (risas).
-La serie inglesa Stage, primera filmada en pandemia y producida por los argentinos Cindy Leperman y Axel Kuschevatzky, cuenta justamente eso de los ensayos virtuales. En tu caso, Mike vos tenés una hija muy chiquita (Miel nació en febrero de 2020) ¿cómo hacías?
Amigorena: ¡Malabares! Tratando de no gritar tanto porque se acababa de dormir y no quería despertarla.
Mirás: Tus escenas gritadas eran susurradas…
Amigorena: O a veces me iba muerto de frío al balcón (risas). Mi suegro un día se asustó…
Echarri: ¿Estabas a los gritos?
Amigorena: ¡Sí! Él no sabía que estaba ensayando y le dijo a su hija (la cantante Sofía Vitola): “¡Qué mal que está!”
Mike Amigorena. Además de Art, el actior está trabajando en TV y grabará nuevas canciones. Foto Germán García Adrasti
Mirás: Me acuerdo de un ensayo de Mike ¡adentro de un placard! (risas).
Amigorena: ¡Era el único lugar que tenía! Me tuve que ir del cuarto porque Miel dormía y no podía hacer ruido, entonces metí el celular adentro del ropero, entre medio de la ropa…
Mirás: Fue el día que Mike salió del placard (risas).
Una obra diferente
-¿Para ustedes supuso un aprendizaje incluso de actuación? Los tres tienen mucha experiencia en televisión, cine y teatro, pero esto es otra historia.
Echarri: Más allá de lo que contamos, para el teatro el encuentro virtual es una tragedia. Celebro que hayan pululado las plataformas y que haya habido inventiva para poder trabajar, pero me parece el fin del teatro. Están bien las ideas que salen para tratar de matizar la pandemia, pero el teatro es presencial, el desarrollo es presencial y con el público abajo, en la medida de lo posible con la sala llena y sin barbijo. Por ahora todos estamos pensando en el cincuenta por ciento de aforo y con barbijo (Fernán imita como se escuchan las risas con barbijo) Claaaro, hay unas risas ensordinadas…
Amigorena: El streaming es un parche, un sustituto, es como aquel que está destinado a levantar a la tropa: a ver qué inventamos en el mientras tanto. Estuvo bien, a mí me pareció simpático el streaming en el 2020. Ahora lo veo bien en el caso de que alguien quiera ver una obra de teatro que ya pasó, pero no apuntemos a eso.
Fernán Mirás comenzará a dirigir su segunda película. Foto Germán García Adrasti
Mirás: Hay un público de teatro muy habituado a ir al teatro como una especie de ritual y empezaron a buscar esas plataformas que lo ofrecían. Yo viví eso y me pasaba que un montón de gente me decía: vi tal obra que era del año pasado y yo ¡estaba en ojotas en mi casa!
-¿Qué miedos tienen frente al estreno y en estas condiciones?
Amigorena: El miedo ahora es que tengamos que suspender por un nuevo brote. En este caso son ocho semanas y retomamos en enero. Pero está siempre el miedo tácito, mirá si pasa de nuevo, si se achica el aforo o se suspenden los espectáculos… Ese es mi único miedo.
-Esta obra ya fue un éxito, con Ricardo Darín y Germán Palacios, que hoy son los directores. ¿Son conscientes de la expectativa generada con ustedes?
Mirás: No tengo la menor idea. Sí tengo claro que cuando le digo a alguien que voy a hacer Art y me pregunta con quien y digo: con Amigorena y Echarri, y dirigen Darín y Palacios, como me dijo un amigo: “¡Se te cayeron algunos nombres!” Sí, ¡es un buen equipo! Lo que más me gusta es que Ricardo y Germán son muy interesantes como directores, es muy curioso laburar con directores que conocen tanto la obra, en todas sus variantes. Y además de trabajar con ellos, hay algo que nos pasó en estos días al incorporar las luces, la música… y es ese momento cuando te agarrás de las manos con tus compañeros y decís: “Nosotros estamos conectados y tenemos que hacer lo que tenemos que hacer, lo demás que se venga el mundo abajo”. Me da mucho placer, recién haciendo las fotos, me dije: ¡Qué lindo grupete! Estoy con estos dos pelotudos (risas).
Tres actores por un desafío. Fernán Mirás, Pablo Echarri y Mike Amigorena, el trío protagónico de «Art». Foto Germán García Adrasti
Echarri: No podíamos haber tenido mejor opción para hacer esta obra, protagonizada durante doce años por ellos. Primero contar con semejante calidad de texto y tener de referente a esos dos actores y directores, porque creo que lo que hemos descubierto es la capacidad que tienen para dirigir también. Cómo pueden salirse del lugar del actor y bajarnos línea de una forma comprensible para que nosotros podamos agarrar el sentido más profundo de la obra y los detalles más superficiales también.
El fenómeno Darín
-Darín todo lo que hace lo convierte en éxito, ¿eso los condiciona?
Echarri: Ricardo hoy es el actor referente número uno de la Argentina, tanto a nivel cinematográfico como teatral. A mí me genera un poco de presión saber que es una obra tan emblemática y tan representativa para él. Por eso no quiero trazar paralelismos de ningún tipo, mi búsqueda es artística, trato con estos dos compañeros de amalgamar ese texto y que la actuación esté lo más sólida posible para generar un espectáculo atractivo, que atraviese al público. Lo demás será una consecuencia, así que prefiero concentrarme en eso y no trazar paralelismos porque si no me tengo que quedar en mi casa.
Ricardo Darín protagonizó «Art» durante 12 años. Ahora la dirige junto a Germán Palacios.
Amigorena: Me parece que el personaje te elige, yo soy un convencido de eso. En este caso, qué curioso, todos somos afines al personaje. Nunca me imaginé que me iban a convocar, no lo tenía en la cabeza y cuando vino fue ¡guauu!
-Existe en Art una alegoría con la actualidad: que sea un cuadro blanco, que uno deba confiar en lo que hay ahí, que se produzca una grieta entre los amigos y que la superen porque saben perdonar, escuchar y conversar.
Mirás: Nunca lo había pensado leyendo la obra. Siempre la sentí como algo muy relacionado con la humanidad de estos tres amigos y con la dificultad de entenderse ante un conflicto entre ellos. Y me fascina mucho que sea sobre un cuadro que es una tela blanca y que Pablo dice que no es blanca y Mike dice que es blanca. Yo creo que muchas veces discutimos otras cosas que no son el hecho en sí, sino que me ofende que vos pienses que ahí hay algo que yo no lo veo, entonces soy un boludo porque no lo veo. Todo lo que implica la amistad, por qué uno elige a los amigos. Hay un tema con la tolerancia en la obra, con cuánto toleras que el otro piense distinto y cuánto te afecta el otro.
Echarri: Art viene a proponer esa discusión sobre el arte contemporáneo, que expresa cuestiones bastante lábiles o imposibles de bajar a la tierra, a contraposición de otros tipos de arte o de cuestiones más clásicas, más comprensibles. Pero básicamente habla de la incapacidad de tolerar el pensamiento o la idea del otro. Así que creo que excede la cuestión política. Me parece que la virtud que tiene la obra, es que justamente no profundiza en cuestiones mundanas o en antinomias palpables, tiene que ver con la relación de esos amigos y cómo uno de ellos queda en el medio del conflicto y busca que esa amistad no se destruya.
Germán Palacios. Al igual que Darín, protagonizó «Art» durante 12 años. Ahora la dirigen juntos.
-¿Qué otros proyectos inmediatos individuales tienen?
Mirás: Pensaba poner una mesa de dinero, pero tengo la mesa sola (risas). Así que para eso los convoqué y quería ver si les interesaba (risas). Yo voy a dirigir una película en noviembre con Natalia Oreiro, Paola Barrientos y Darío Barassi, así que estoy con chocho. Es mi segunda película (en 2017 dirigió El peso de la ley) y ¡estoy que me dirijo encima!
Echarri: Yo abrí productora. Terminó la experiencia que hicimos con mi socio anterior, con Martin Seefeld, y abrí un nuevo sello con nuevos socios. Tengo mucha expectativa en que el mundo audiovisual sufra cambios profundos, los está sufriendo pero faltan algunas medidas que se van a tomar para que haya un incremento en materia de producción. Así que poniéndole muchas fichas a eso.
-¿Te imaginás dedicándote más a la producción que a la actuación?
-Pablo. Yo comencé como galán, trabajando en telenovelas, y ya me veo como el jugador de fútbol que no puede correr detrás de una pelota, entonces siento que tengo que estar en otras posiciones de creación, que no tengan que ver específicamente con poner el cuerpo o poner la cara. No porque no lo quiera poner, sino porque ya nadie quiere que juegue, prefieren poner a pibes más jóvenes (risas) algo que es muy lógico.
Amigorena: Y yo estoy con la miniserie de María Marta (El crimen del country), con El final del amor, la historia de Tamara Tenembaum. Voy a grabar canciones, a seguir con mi proyecto de cocina con una amiga que es chef, puertas adentro y a domicilio. Y ¡voy a sacar un plato que diseñé para comer pasta larga!
-¿Cuál es tu especialidad?
-Las cazuelas. Pero igual me dicen el cocinero que no cocina (risas) Lo hago como el actor que actúa, pero cuando se baja del escenario no es gracioso. Entonces así tomo la cocina, es un trabajo. Sí les voy a cocinar a ellos porque los amo.
Echarri: Nos vas a sorprender después del estreno… ¡Hasta la cazuela no paramos!
Mirás: Yo me quedé pensando en tu plato Mike… ¡Es que sos una caja de sorpresas! Nunca me aburro de escucharte.
Sin más, y frente a la mirada entre atónita y admirada de sus colegas, busca en el celular para mostrar el diseño que lleva su firma.
Y el plato obviamente es blanco, como el cuadro de Art.
Fuente: Clarín