POSADAS.- El Parque Nacional Iguazú, el área protegida más visitada del país que va camino a batir un nuevo récord anual de visitantes, estará cerrado el jueves 2 de noviembre.
El motivo es una protesta del Sindicato de Guardaparques Nacionales de la República Argentina (Sigunara), de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) por el juicio que están realizando a cuatro guardaparques, procesados por la muerte de dos chicos como consecuencia de la caída de un árbol en Junín de los Andes.
La medida es polémica porque los guardaparques no tienen “jefes” que decidan por encima de ellos, sino que en un parque nacional representan la máxima autoridad con amplios poderes administrativos. Su misión es cuidar y defender algo que es patrimonio de todos los argentinos y nunca se registró que cerraran un área natural.
“Lo único que hacemos es respetar el derecho de huelga de los trabajadores y trabajadoras”, explicó, Claudio Sacramento, el intendente del Parque Nacional Iguazú.
Este cierre que se dará también en otras áreas naturales, tendrá un especial impacto en Iguazú, que a diferencia de otros espacios de la Administración de Parques Nacionales (APN), funciona como una zona con distintos atractivos, trenes, paseos y una entrada única controlada por los guardaparques.
Se calcula que entre 4000 y 5000 visitantes diarios arriban para esta época del año para ver las Cataratas del Iguazú.
“Sabemos que no vamos a contar con la simpatía de mucha gente que trabaja del turismo, pero, por eso, anunciamos la medida con tiempo y confiamos en que todos los turistas que lleguen a Iguazú podrán ver las Cataratas”, dijo a LA NACIÓN, dijo Sacramento.
La protesta de los guardaparques empezará el 30 de octubre que comienza el juicio, con distintas medidas para visibilizar su reclamo, como el cierre del Sendero Macuco. Es decir, clausurarán una parte del paseo, pero dejarán habilitado los corredores para los sectores Circuito Inferior, Circuito Superior, Sendero Verde y Circuito Garganta del Diablo. Esto continuará el 31 de octubre, y el 1° de noviembre.
Mientras que para el 2 de noviembre reservan la medida de protesta más drástica, que afectará a miles de personas, en coincidencia con la jornada del cierre de ese juicio oral.
El motivo
El 1º de enero de 2016, en el camping Lolén, dentro del Parque Nacional Lanín, un árbol (roble pellín) cayó hacia la playa del lago Lacar y provocó la muerte de dos niños. El hecho derivó en un juicio, en el que cuatro guardaparques que dependen de la APN fueron procesados por homicidio culposo, acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público y lesiones graves.
“La Fiscalía Federal asume que es responsabilidad del personal de Parques Nacionales prever eventos naturales fortuitos que pongan en riesgo la seguridad de los visitantes dentro de las Áreas Protegidas Nacionales. La caída de un árbol es un fenómeno propio de la dinámica natural del bosque, los árboles son susceptibles de ser afectados por el clima, condiciones de sequía o humedad, movimientos de suelo, hongos, insectos, entre otros”, explica Sacramento.
Los guardaparques también advierten que si sus colegas son condenados, esto generará una gran inseguridad e incertidumbre en el desempeño de sus funciones, ya que serán punibles de cualquier accidente que se produzca dentro de un área protegida.
Fuente: Martín Boerr, La Nación