Plaza del Lector Rayuela de la Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional “Mariano Moreno” fue declarada como Monumento Histórico Nacional, a través de un decreto firmado por el presidente Mauricio Macri. Además, otros tres edificios emblemáticos de la arquitectura brutalista fueron elevados a ese estatus, por lo que no pueden ser destruidos, ni modificados o reparados, sin previa consulta a la Comisión Nacional de Museos y Monumentos Históricos.
A través del Decreto 791/2019 publicado este jueves en el Boletín Oficial, además de la Biblioteca Nacional, el Gobierno declaró como Monumento Histórico a la Escuela Superior de Comercio “Manuel Belgrano” de Córdoba; al Palacio Municipal “6 de Julio”, también de la Docta; y a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza. En tanto, se anunció que la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos tendrá a su cargo la superintendencia patrimonial sobre los bienes declarados.
Al respecto de la medida, se destacó a los monumentos emblemáticos de la arquitectura brutalista, tendencia que se manifestó en distintas partes del mundo entre las décadas del ’50 y ’70 del siglo pasado y que también repercutió en edificios públicos y privados de Argentina durante dicha época. Las cualidades estéticas de aquellas obras se caracterizaron por el papel expresivo de la estructura portante, la materialidad de los elementos de arquitectura y la infraestructura de servicios.
El edificio de la Biblioteca Nacional fue construido en el predio donde originalmente se encontraba la Quinta Unzué, que oficiaba de residencia presidencial y donde falleció Eva Duarte de Perón en el año 1952. Nueve años más tarde, en 1961, el Ministerio de Educación y Justicia llamó a concurso de anteproyectos para la construcción del edificio de la Biblioteca Nacional, que estuvo a cargo de los arquitectos Alicia Cazzaniga, Francisco Bullrich y Clorindo Manuel Testa. El fallo luego fue aprobado por el presidente José María Guido, en 1963, y finalmente el edificio se inauguró el 10 de abril de 1992.
(Martín Rosenzveig)
“El proyecto, que preservó un sector del parque original de la Quinta Unzué sobre la Avenida del Libertador General San Martín, introdujo una radical inversión en la forma hasta entonces habitual de resolver la distribución de los núcleos centrales del programa, los depósitos y la sala de lectura, separando las dos funciones, para lo cual enterró los depósitos y posó sobre grandes pilares el volumen de la sala de lectura”, destacó el decreto.
La Escuela Superior de Comercio “Manuel Belgrano”, de la ciudad de Córdoba, -obra de los arquitectos Osvaldo Bidinost, Jorge Chute, José María Gassó, Mabel Lapacó y Martín Meyer- fue construida entre los años 1960 y 1971, a partir de un concurso convocado por la Universidad Nacional de la capital provincial. Al respecto del planteo arquitectónico que se llevó a cabo sobre un terreno de una hectárea, se destacó el trabajo de hormigón armado que se utiliza de forma estructural -principal característica del diseño brutalista- y su programa de tipo pabellonal, con gran permeabilidad interior-exterior.
“Que la cubierta permite que ocurra el acto que caracteriza la propuesta: el encuentro, las miradas y relaciones sociales que son activadas por una serie de recintos que fluyen y se articulan bajo este gran sistema estructural-plástico-funcional como sujeto del gran contenedor programático”, resaltó el Gobierno.
Por su parte, el Palacio Municipal “6 De Julio”, también de la ciudad de Córdoba, fue construido en 1953 como resultado de un llamado a concurso nacional realizado por la Municipalidad el mismo año. “El conjunto edilicio se caracteriza por la sobriedad y el equilibrio de los volúmenes en lo que se diferencian las funciones administrativas y ejecutivas; se destaca por su expresión racional y moderna que se articula con el entorno a través de sus explanadas y terrazas de base”, se resaltó.
El último edificio elevado a la categoría de Monumento Histórico Nacional es la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza, obra del arquitecto italiano Enrico Tedeschi, que fue construida entre los años 1962 y 1964.
“La tecnología utilizada en el proyecto ocupa un lugar preponderante ya que es la forma adoptada para resolver la totalidad del edificio, abarcando estructura, envolvente, control solar, lenguaje y funcionalidad”, destacó el decreto. Y agregó “que son pocos los edificios llevados a cabo con elementos industriales que logran llegar a un acabado de un tenor casi escultórico como éste, destacándose la escasez de piezas con los que se llega a la completitud de la obra”.
El edificio tuvo su reconocimiento internacional cuando en 2015 fue seleccionado para la exposición “Latinoamérica en Construcción: Arquitectura de 1955 a 1980” del Museo de Arte Moderno (MOMA) en la ciudad de Nueva York.
Fuente: Infobae