Alejandra Rubio ensaya su nuebra obra
El viernes pasado volvieron las propuestas artísticas presenciales al Cultural San Martín, luego del gran evento anual Noviembre electrónico. Es una combinación entre espectáculos al aire libre en sus dos plazas secas, obras teatrales en la sala principal siguiendo el protocolo y las estrictas normas de salud e higiene y otras propuestas que incluyen un ciclo de cine también al aire libre para disfrutar de clásicos de Alfred Hitchcock y actividades ligadas a las letras. Todo esto en lo que queda de diciembre para poner a punto y prueba todos los procedimientos y comenzar en 2021 con una programación completa.
“La idea es poder aprovechar el protocolo para eventos culturales al aire libre dispuesto hace unas semanas para alojar en nuestras dos plazas secas –la Plaza de las Esculturas, que es techada y está en el ingreso del Cultural San Martín por la calle Sarmiento, y la Plaza de las Américas que es la que está en el ingreso por Paraná– propuestas de colectivos artísticos de la ciudad para que puedan desarrollar una experiencia”, cuenta Diego Berardo, el director del Cultural San Martín que prevé esto para el último tramo del año. “Una vez que surgió la apertura parcial de las salas nos pareció interesante poder alojar en nuestro espacio mayor, la Sala A del primer piso a la que se puede acceder por escalera, propuestas de colectivos artísticos a los que les sirvan nuestros espacios”.
El objetivo de este tramo del año no es solamente nutrir con propuestas la agenda cultural de la ciudad sino, de alguna manera, poder probar el funcionamiento y darle la tranquilidad al público de que volver a las salas no solo es seguro sino una gran opción si se siguen todos los protocolos. “Para poder ingresar a la sala A la gente va a ingresar por Sarmiento y será recibida por nuestro personal equipado para poder tomar la fiebre y sanitizar; el público va a tener que firmar una declaración jurada. Luego pasarán por otro arco sanitizador en el cual los recibe otro personal que los lleva a la sala. Y son acomodados en las 60 butacas que fueron dispuestas con distanciamiento de dos metros cada una. Una vez finalizada la obra se informa que primero sale la primera fila, luego la segunda y así hasta la última, siempre por la misma salida que usaron para entrar. En la plaza seca el ingreso es por Paraná con el mismo protocolo. Lo mismo con el cine. Algo de esto ya pudimos hacer con gran alegría en las actividades de Noviembre electrónico”, repasa y suma Berardo.
Hay tres obras teatrales. Vacío, el musical de Diego Sebastián Oria y Jorge Soldera (ver aparte), se podrá ver los sábados 12 y 19, en la Sala A. Es una obra distópica, anclada en 2050, luego de la quinta pandemia, el aire que se respira ya no es gratis. Cuatro internautas viajan al espacio con la misión de crear nuevas posibilidades de vida.
Por otro lado, Alejandra Rubio, la directora y autora siempre centrada en las problemáticas que sufren los adolescentes, este viernes estrenará en el patio cubierto su obra Instrucciones para enseñarle a volar a mi elefante rosa. Con Ornella D’elia, una de las protagonistas de Los sonámbulos, el film de Paula Hernández –seleccionado para representar al cine argentino en los próximos premios Oscar– y Joaco Reficco. La música y la dirección musical son de Ian Shifres. “Me puse a escribir en plena pandemia empapada de toda la problemática actual que sufren los adolescentes cuando al sentirse acorralados por las presiones sociales llegan hasta el punto de pensar en quitarse la vida –cuenta Alejandra Rubio–. Las presiones tienen que ver con las violencias ejercidas hacia ellos, como el bullying, el cyberbullying, las exigencias de ser perfecto, el mejor, el más inteligente, el más lindo. Todo eso que deja a un lado a quienes no se ajustan al canon impuesto, al look deseado. Los cánones de belleza se vuelven cárceles: si no respondés a ellos no existís. Siempre me interesa trabajar sobre algunos temas que son tabúes”.
En su obra Up, la fórmula de la felicidad, Rubio tocó el tópico del consumo de drogas y cómo eso puede llevar a la muerte. “Esta vez subí un peldaño más y me metí con un tema que es muy duro y tan poco trabajado que es el suicidio en adolescentes. Es la segunda causa de muerte de esta población en la Argentina. Hice una investigación sobre el tema, descubrí que en Japón hay una especie de bosque donde los adolescentes van a suicidarse. Y allí hay carteles por todos lados tratando de prevenir, avisando, con información sobre lugares para pedir ayuda. Con toda esa información escribí Instrucciones para enseñarle a volar a mi elefante rosa que es la historia de una persona que puede ser cualquier adolescente que, acorralado, decide quitarse la vida”.
La tercera propuesta para lo que queda del año es un recitalhomenaje al musical nacional: Eternos musicales argentinos. Se podrá disfrutar el jueves 17, a las 20, también en el patio cubierto. Se trata de un anticipo de algunas canciones de Eternidades, té póstumo en hall de cine, el musical de Luis Longhi y Juan Ignacio López que iba a estrenarse en abril de este año y no pudo concretarse, por la pandemia. También se suman canciones de musicales como Eva, Camila, Drácula y Rufianes, entre otros. El elenco está compuesto por Sofía Almuina, Lucía Andrada, Agustina D’angelo, Jimena Gonik, Sofía Jaimot, Nicolás Cúcaro y Leonel Sorrentino, con la dirección musical de Juan Ignacio López (entradas por Alternativateatral.com).
Luego del receso por las fiestas, se reactivarán las actividades culturales en la segunda quincena de enero, para ese entonces se sumarán obras en la plaza seca. También se agregará en la programación un unipersonal sobre la trata de personas, dirigido y escrito por Sol Bonelli y seguirán las funciones de la obra de Alejandra Rubio. A su vez, se sumará el colectivo Monomujer, con espectáculos para un solo espectador.
El fin de semana pasado hubo un ciclo de Alfred Hitchcock y el cine seguirá, así como también las actividades relacionadas a las letras y a la música. “Pero el objetivo fundamental seguirá siendo alojar a colectivos artísticos a los que, estamos seguros, les está costando muchísimo este contexto. Queremos acompañarlos hasta marzo por lo menos; al tiempo que seguimos desarrollando una programación de calidad y representativas de lo que es el musical y las problemáticas sociales” concluye Berardo.
Fuente: La Nación