Jorge Luis Borges nació un 24 de agosto de 1899 en Buenos Aires y murió un 14 de junio de 1986, en Ginebra. Desde 1944 y por más de cuarenta años vivió en el sexto piso de la calle Maipú 994, en el barrio de Retiro de la Ciudad de Buenos Aires. En el frente de este edificio había una placa que lo recordaba: «Aquí vivió Jorge Luis Borges. 1899 – 1986. Homenaje del Gobierno y del Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires. 24 de agosto de 1996». Pero la placa ya no está en su lugar: hace exactamente cuatro meses la robaron y actualmente espera en una comisaría la decisión del juez para ser restituida.
«Hay una cuadra de la calle Maipú que es, por varias razones, motivo de culpa para los porteños y sus autoridades comunales. Me refiero al 900 de esa arteria (…) sobre la esquina con Marcelo T. de Alvear, el edificio donde habitó durante muchos años Jorge Luis Borges. En el costado izquierdo de la puerta de entrada del 994 había una placa de bronce que advertía a los que pasan por un lugar nada monumental que el máximo escritor argentino vivió allí (en un diminuto departamento del sexto piso). Dije ‘había’ porque solo hay cuatro agujeros en el granito de la fachada, que revelan lo que está ausente.» Con estas palabras, el arquitecto Luis J. Grossman informó a LA NACION de la ausencia de esta placa a través de una carta de lectores titulada «Maipú deteriorada» y publicada en el diario el domingo pasado.
«El mismo día domingo, para mi alegría y sorpresa, me contactó un juez que tiene a su cargo la causa del robo de esa placa y tiene la pieza recuperada» , cuenta ahora Grossman, que vive en la zona. «Desapareció y quedaron cuatro agujeros, como cuatro puñaladas», expresó el arquitecto su molestia al advertir este verano que faltaba la placa. «Lo que hay que hacer es colocarla de otra forma, no con el recurso tan elemental de los tornillos porque eso los ladrones lo aflojan. Hay técnicas para hacerlo de manera que no la puedan sacar más», opinó el arquitecto Grossman.
¿Qué pasó? El hecho ocurrió el 16 de octubre de 2019. «Pasada la medianoche, una vecina del edificio se despertó por ruidos en la pared», contó el juez nacional del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°5 de la Capital Federal, Adrián Pérez Lance. Según explicó a LA NACION, como el edificio tiene doble pared, la cámara de aire entre ellas genera un rebote de sonido que hizo que se escuchara el ruido. «La vecina miró por la ventana y sobre el vidrio del de enfrente pudo ver reflejada a dos personas que estaban sacando la placa», agregó.
Tras recibir la denuncia telefónica con las descripciones de los atacantes, la policía encontró en la calle Ramos Mejía, entre la Torre de los Ingleses y la salida de la estación Retiro, a dos hombres con un carro que contenía la placa en una bolsa de arpillera. Y se dio secuestro a la pieza robada y las herramientas de hierro que usaron para extraerla. Pérez Lance precisó también que «la placa es un cascote de bronce 40 x 50 centímetros» y que «estaba agarrada a la pared con cuatro bulones de 137 milímetros de largo».
El viernes pasado, el juez dictó sentencia y calificó al acto como tentativa de robo. Uno de los autores del delito tiene pena de prisión en suspenso y el otro, de 34 años, fue declarado inimputable. Actualmente el bronce está en poder de la policía de la ciudad, en la comisaría ubicada en la calle Suipacha 1156, según indicó el juez.
¿Cómo sigue? Una vez que la sentencia quede firme, es decir, transcurridos diez días hábiles de emitido el fallo, el juez deberá determinar quién recibirá la pieza y donde se colocará; para eso se comunicará con la Legislatura Porteña. «Esta placa no es del consorcio, es algo conmemorativo, es un bien público. Mi interés es que se resguarde», señaló Pérez Lance.
A propósito de la reinstalación, el lunes pasado, la legisladora porteña del Frente de Todos Claudia Neira presentó un proyecto de resolución en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para la reposición de la placa alegórica al escritor y para que se adopten medidas de seguridad tendientes a prevenir futuros vandalismos. En los fundamentos, el proyecto expresa que se tomó conocimiento de la ausencia de la placa gracias a la carta de lectores e informa que han podido comprobar que existe un proceso judicial en curso ante la denuncia del hecho. «Buenos Aires tiene una cultura y una historia que no deben perderse. Sus calles, sus edificios y casas, sus diferentes lugares, guardan parte de la memoria de nuestra Ciudad. Eso hay que cuidarlo. Esperemos que el Gobierno no se demore y le dé curso a esta iniciativa», dijo la legisladora Claudia Neira a LA NACION.
Fuente: La Nación