La cuenta regresiva para Qatar 2022 ingresó en un tobogán y en pocos días la ansiedad de millones de argentinos empezará a elevarse hasta llegar al nivel Mundial. El “dólar Qatar”, plantearse unos días de abstinencia de alcohol o cómo vestirse son parte de las inquietudes de los miles de hinchas argentinos que ultiman detalles para volar a un Mundial particular. Será el primero en un país árabe y el único que disputará sus 64 partidos en una misma ciudad.
Según las estimaciones de las autoridades qataríes, la argentina será una de las hinchadas más numerosas del torneo. Los hinchas deberán prepararse antes de llegar a su destino final y cumplir el sueño de ver en vivo a Messi levantando la copa del mundo el domingo 18 de diciembre en el estadio de Lusail, en Doha.
El Comité Supremo, el organismo que todo lo controla y que será responsable junto a la FIFA de la organización, informó que se vendieron cerca de 50 mil entradas para argentinos en la primera fase. El cálculo que hacen es que cada hincha compra, en promedio, dos entradas. A ellos se suman cerca de 10 mil argentinos que adquirieron tickets para otros partidos, ya que es requisito indispensable para acceder a la tarjeta que habilita ingreso, alojamiento y movilidad por el país anfitrión.
“Esperamos cerca de 35 mil argentinos para la primera fase”, cuenta Guillermo Nicolás, el embajador argentino en Doha, que llegó hace un par de meses a la capital de este país del Golfo Pérsico.
A menos de 30 días del debut del equipo de Messi frente a Arabia Saudita, grúas, camiones y miles de obreros trabajan las 24 horas para poner a punto la infraestructura que albergará a más de un millón de visitantes. Los hinchas de la selección de Scaloni, que no podrán repetir los multitudinarios seguimientos de Brasil 2014 y Rusia 2018, se las tendrán que ingeniar para hacer rendir el “dólar Qatar”, además de amoldarse a usos y costumbres totalmente alejadas de los estadios de nuestro país.
Cómo llegar
La mayoría de los fanáticos volarán desde la Argentina, pero también lo harán desde Europa, Asia y los Estados Unidos hasta el aeropuerto internacional de Doha, uno de los mejores del mundo y que fue ampliado para la cita mundialista. Como una forma de abaratar costos o de asegurarse una plaza, muchos optaron por alojarse en los vecinos Emiratos Árabes, Omán o incluso en Arabia Saudita.
Dos de las principales ciudades de los Emiratos, Dubái y Abu Dhabi, hospedarán a cerca de 5 mil argentinos. En la capital, Abu Dhabi, el equipo de Scaloni jugará el 16 de noviembre su último amistoso de preparación frente al seleccionado local. Desde esas ciudades emiratos habrá decenas de conexiones aéreas diarias durante el Mundial. Por ejemplo, un vuelo desde Dubái a Doha dura menos de una hora, cuesta a partir de 250 dólares por tramo e incluye la conexión con el estadio.
La opción terrestre es totalmente desalentada por parte de las autoridades qataríes. La única frontera de Qatar es con Arabia Saudita. Aunque ambos países reestablecieron relaciones hace cinco años y ahora la situación es de normalidad, aún no está claro cómo será el tránsito entre ambos países en auto o en autobuses. En un principio se había anunciado que los que lleguen desde Arabia Saudita deberían dejar su auto en la frontera y luego seguir en ómnibus poco más de una hora hasta Doha. Sin embargo, la gran cantidad de saudíes que esperan cruzar la frontera (juega contra la Argentina el primer partido, el martes 22 de noviembre) hizo cambiar de planes. Es probable que cobren un permiso de 1500 dólares por persona, con cupos, y además que haya un colapso en los días de partido.
Una vez en Doha, lo mejor es usar el transporte público. Con la moderna red de tranvía y de metro, que consta de tres líneas y 37 estaciones, se puede llegar a todos los estadios. La mayoría tiene estación propia y en otros se puede acceder con un trasbordo en ómnibus. La tarjeta Hayya permitirá utilizar el transporte público de forma gratuita los días de partido; el gran desafío será cómo responderá el sistema con miles de pasajeros yendo y viniendo. En la fase grupos, habrá cuatro partidos por día, con estadios con capacidades colmadas. Todo en la misma ciudad.
Tarjeta Hayya y permiso Covid
Casi un millón y medio de visitantes espera Qatar a partir del próximo mes. Un número abrumador para una población total de algo más de dos millones y medio de personas. Para ingresar al país, a los estadios e incluso al subte y muchas actividades, es requisito indispensable tener la Hayya Card. Se trata de un pase digital que se completa desde la página de Hayya, que se puede imprimir o llevar en una aplicación en el celular.
Se debe tener al menos una entrada a un partido y dirección de alojamiento para que las autoridades habiliten el pase. “Sin Hayya no te dejan ni embarcar al avión”, avisa el embajador Nicolás.
Pese a que el mundo fue relajando los protocolos Covid para ingreso y desplazamiento de los visitantes, en Qatar hay que llegar con un PCR negativo hecho 48 horas antes de embarcar o un test de antígenos realizado en las 24 horas previas. No hay cuarentena y se debe bajar otra aplicación (Ehteraz) en la que es requisito cargar el esquema de vacunación: permite el ingreso, por ejemplo, a lugares públicos cerrados. Aún no fue confirmado oficialmente, pero por el momento no exigen el esquema de vacunación completo.
“Ahora son estrictos con el protocolo Covid, hay que ver cuando haya miles de personas en simultáneo por la ciudad”, alerta el embajador. Otro dato: los argentinos entran a Qatar sin visa, pero deben tener el pasaporte con al menos seis meses de validez.
Alojamiento
Quienes superaron el escollo del acceso a las entradas se enfrentan ahora al del alojamiento. Las autoridades qataríes junto a la FIFA pusieron a disposición para la época del Mundial cerca de 1,2 millones de plazas. La forma más segura, y también la más económica, es reservar a través del sistema FIFA. Cuidado: hay ofertas de departamentos y casas a través de algunas compañías no oficiales que pueden derivar en posibles estafas.
Un punto importante a tener en cuenta es que muchos de los complejos de departamentos fueron construidos desde cero para el Mundial. Por eso es común ver por estos días obreros llegados desde la India, Pakistán y Sri Lanka, sobre todo, trabajando a toda hora. El consejo es ingresar a la página oficial de Qatar 2022, donde se van sumando nuevas ofertas a medida que se van terminando las obras. Esta última semana, por caso, se agregaron cerca de 30 mil nuevas plazas en el sistema oficial de alojamiento.
Entre las opciones, hay desde departamentos hasta pequeñas viviendas que utilizaron los obreros que construyeron los estadios y las principales obras de infraestructura en Doha, y que fueron refaccionadas. También se pueden reservar desde contenedores para dos personas hasta carpas en el desierto con todo el lujo. Las estadías arrancan por encima de los 100 dólares diarios por persona, hasta un departamento para tres personas que puede conseguirse desde 500 o 600 dólares por día. La mayoría de los hoteles, de primer nivel internacional y con precios elevados, fueron reservados por las autoridades de la FIFA.
Costumbres
Como toda nación árabe, en Qatar las leyes y costumbres tienen marcadas diferencias con países como la Argentina. Y, en especial, si se trata de hinchas en “estado cancha”. El islam es la religión oficial y están regidos por una legislación propia: la sharía.
La directiva de las autoridades qataríes no es infundir miedo en los visitantes, ya que la apuesta es mostrarse como una nación “tolerante y de brazos abiertos”. Según destacan, primero advertirán y luego actuarán.
“Si ven a un borracho caminando por la calle, probablemente le llamen la atención y pueda llegar hasta su hotel”, señala el embajador argentino en Doha. Y continúa: “Pero si uno comete un desmán o participa de una pelea, con el agravante de haber consumido alcohol, la sanción puede ser desde una multa hasta ir a la cárcel”. Las penas por tenencia y consumo de drogas son muy duras.
Para evitar problemas, aconsejan a los argentinos evitar los desbordes y tener cuidados básicos de convivencia.
Vestimenta: en la vía pública y lugares cerrados está prohibido estar sin remera, andar con hombros descubiertos y pantalones demasiado cortos. Lo recomendable, si hace mucho calor, es llevar una camiseta o remera de mangas cortas y unas bermudas por encima de la rodilla. “Vestir con cierta modestia”, como dicen los qataríes. No hay ninguna advertencia adicional para las mujeres.
Muestras de afecto: los qataríes no caminan por la calle tomados de la mano, lo que no indica que si una pareja de extranjeros lo hace puede llamar la atención. Sin embargo, las excesivas muestras de afecto en público (besos o abrazos) pueden generar algún rechazo. “La recomendación es mantener el mayor respeto posible, porque para ellos va a ser un choque cultural importante. Igual, hay que tener presente que los qataríes son muy hospitalarios y están acostumbrados a los extranjeros”, señala el embajador argentino en Doha.
Comer y beber al “dólar Qatar”
Las imágenes de hinchas y barras argentinos borrachos por las calles y los Fan Fest de Moscú, Río de Janeiro o Johannesburgo (por recordar los últimos tres Mundiales) probablemente no se repitan en Doha. Por un lado, por las leyes locales y, por otro, por la escasez de alcohol.
En Qatar, solo se puede consumir alcohol en bares, restaurantes y hoteles que tienen permisos especiales para su venta. Además, el precio es otro de los motivos que puede desalentar a los argentinos a beber: una cerveza en un bar puede costar unos 20 dólares (más de $6000 al “dólar turista”) y un vino, a partir de los 50 dólares (desde $16.000 aproximadamente).
¿Llevar una botella de fernet en la valija? Mala idea. El alcohol será incautado en el aeropuerto de Doha por parte de las autoridades.
Aún no está oficializado, pero es probable que en el FIFA Fan Festival de Al Bidda Park, un enorme predio cercano a la bahía de Doha con capacidad para alojar a 40 mil personas, se autorice la venta de la marca de cerveza que es sponsor oficial de la competencia. Falta definir el precio (calculan que no será accesible para desalentar su consumo).
En el predio habrá pantallas gigantes para ver los partidos, música y comida. Los precios en hoteles y restaurantes son casi prohibitivos para un presupuesto argentino, pero se pueden conseguir valores más económicos en puestos de comida rápida. Por ejemplo, un plato de comida india con gaseosa se consigue por menos de diez dólares.
Fuente: Federico Aguila, La Nación