«Bancamos el lugar todo lo que se pudo. Entre noviembre y enero estuvimos abiertos con shows en el jardín pero es un local muy caro y no alcanza para mantenerse un concierto por día por más exitoso que sea», dijo Victor Ponieman, dueño de la discográfica Random Récords y actual titular del lugar ubicado a metros de la tradicional esquina de Santa Fe y Callao, en la misma zona exclusiva de la extinta «Clásica y Moderna».
El sitio que comenzó en 1998 como una disquería especializada con un sistema innovador de pantallas táctiles en mesas para escuchar música mientras se tomaba un café, se amplió a bar y reducto icónico dentro del circuito de la Ciudad de Buenos Aires de conciertos de jazz, entre otros ritmos como bossa nova y tango, de músicos locales e internacionales.
«Acá tocaron todos los argentinos posibles y muchos extranjeros, entre ellos Naná Vasconcelos, Paulinho Moska, Nando Reis, Moreno Veloso con Caetano como público, Hermeto Pascoal, la hija de Vinicius de Moraes, su nieta, nuestro fuerte como discográfica son los artistas brasileños», contó Ponieman.
«De todos modos -agregó- para mí lo más importante más allá de los músicos que tocaron, son los que se despidieron ahí: Jorge Lopez Ruiz, Jorge Anders, Walter Malosetti, que tenían acá su lugar».