En los últimos meses, la ciudad ha visto una transformación total en el icónico Barrio Chino porteño, conocido así por las familias de inmigrantes asiáticos que se establecieron ahí en los años 80. Hoy, luego de que la elevación de las vías del tren en el viaducto Mitre modificara el paisaje por completo, una mezcla de nuevas propuestas y otras ya conocidas inundan las calles y atraen a más de 28.000 personas cada fin de semana. Detrás de esta transformación se encuentra Viaviva, un proyecto comercial que abarca cuatro kilómetros y atraviesa los barrios de Belgrano y Palermo, dos zonas donde los valores de venta de propiedades son los más altos en la ciudad de Buenos Aires.
Diseñado en tres tramos, –Barrio Chino, Libertador e Hipódromo-, el circuito se ubica en los terrenos debajo de la elevación de las vías que ocupa el viaducto Mitre, desde la estación Belgrano, en Barrancas de Belgrano, hasta la estación Lisandro de la Torre, en Palermo. Estos tres sectores cuentan con sus propuestas particulares, con un polo gastronómico en el Barrio Chino (que va desde Monroe hasta Sucre), un corredor de concesionarias de autos de alta gama (entre La Pampa y Olleros) y una zona que combina boliches y locales de comida (de Olleros a Dorrego). Una vez culminado el proyecto, el circuito albergará en total aproximadamente unos 200 locales.
De los cuatro kilómetros que conformarán el circuito, los primeros 400 metros ya se encuentran abiertos al público. Estos comprenden cuatro de las seis cuadras que integran el área del Barrio Chino, que ya ofrece reconocidas marcas como Farmacity, Fenjiu, The Food Truck Store, Temple, Keller, Bar&Blue, Joy, Havanna, Freddo, entre otras. Para lograr la finalización integral de esta sección, se deben concluir las dos cuadras restantes en dirección a Monroe.
“Hasta la fecha, hemos invertido cerca de US$8 millones en esta área. Además, continuamos con la construcción de las dos cuadras finales, con la expectativa de que todo el pasaje esté completamente abierto para marzo o abril del año que viene”, destacó Tomás Garzón Macedo, director comercial de Viaviva.
Uno de los primeros establecimientos que abrirá en estas cuadras restantes será The Temple Bar, que iniciará las obras de su segundo local en el Barrio Chino a fines de noviembre. Actualmente, cada cuadra alberga un promedio de 25 locales comerciales, y una vez que se concluya la expansión, desde Viaviva anticipan un total de entre 90 y 100 establecimientos en el Barrio Chino. “Ya hemos asegurado un 70% de los locales pendientes, con contratos firmados y proyectos en proceso de ajuste”, explica Garzón Macedo.
A diferencia de las primeras cuadras, cuando aún no se encontraban del todo posicionados en el barrio, Viaviva ahora puede darse el lujo de ser más selectivo en la elección de los locales que se sumarán al paisaje. “Buscamos establecimientos que no solo aporten propuestas comerciales atractivas, sino también innovadoras. Que por lo menos incluyan desde una salsa kimchi hasta carteles en chino”, señala el director comercial.
Asimismo, las propuestas de inspiración oriental que se unirán en este último tramo incluyen un local coreano especializado en hielo raspado, establecimientos taiwaneses de tradición, y el bar de vinos La Vinatería, entre otras. Una marca que destaca es Pancho 46, la panchería clásica del conurbano de la zona de San Martín, que contará con un interesante giro al proponer una experiencia gourmet con un toque oriental.
Juan Augusto Chereminiano, uno de los socios de The Temple Bar y pionero en el Barrio Chino a través de Viaviva, lo considera un lugar estratégico. En su opinión, Belgrano enfrentaba el desafío de crear un polo gastronómico sin conflictos vecinales, y tras años de buscar ubicaciones en la zona, vio en esta oportunidad el potencial para el éxito. Además, señala que en las últimas dos décadas ha habido una transformación global en la escena gastronómica. Con la tendencia a vivir en espacios más reducidos, la gente busca experiencias culinarias en la calle en lugar de organizar comidas en sus hogares, lo que ha impulsado la creación de diversos conceptos gastronómicos y el surgimiento de estos nuevos polos en toda la ciudad.
La segunda etapa sobre la Avenida del Libertador
La segunda fase de Viaviva, que se extiende sobre la Avenida del Libertador desde la calle La Pampa hasta Olleros, atravesará los clubes de tenis del corredor norte de Buenos Aires. Se planea crear 25 espacios comerciales de 400 metros cuadrados cada uno, en su mayoría concesionarias de autos de alta gama, ubicadas sobre la avenida y con un área de circulación peatonal y vehicular en la parte trasera, creando un diseño moderno con estructuras acristaladas.
La construcción se inició en la segunda mitad de octubre de 2022, y se espera que distintas secciones del proyecto sean inauguradas a mediados de 2024. Según los representantes de Viaviva, actualmente ya se ha utilizado un 40% de la inversión prevista para esa área, estimada en alrededor de otros US$7 millones.
A partir de la avenida Lacroze, el circuito albergará concesionarias como Audi y representaciones de marcas a cargo del grupo Eximar, como Volvo, Land Rove, Jaguar, Gelly y MG. “Desde Audi, la visión principal es no solo crear un polo comercial, sino también adentrarse en las últimas tecnologías”, comenta Juan Pieruzzini, presidente de autovisiones a cargo de Audi, quien menciona que su local, además de cargadores para vehículos eléctricos, presentará el proyecto “Audi Progressive Retail”, un concepto de local innovador, siendo el segundo de su tipo en América Latina.
En la zona de Plaza Bolivia, ubicada en Olleros y Libertador, también está prevista la apertura de un establecimiento de Michelin, junto con un sector gastronómico en la estación Lisandro de la Torre que contará con entre nueve y 12 propuestas gastronómicas de dos plantas y podría incluir marcas como Quotidiano, Patagonia y Mooi. “Además, en el centro de las concesionarias, planeamos establecer un bar para complementar la experiencia en el lugar”, explica Paulo Gonzalez Toledo, arquitecto y socio accionista.
La oferta se completará con un sector de deportes, gimnasio, marcas de indumentaria deportiva y un sector destinado a cajas de seguridad privadas. Desde Viaviva cuentan que también se está con conversaciones con la empresa Arcos Dorados, Burger King, Starbucks, Sao y otras cafeterías de especialidad.
No es un dato menor que el público de Viaviva en la zona de Libertador será muy distinto al del Barrio Chino. “En primer lugar, hay un cambio notable en el entorno. Los locales son de mayor tamaño y el paisaje se transforma completamente, ofreciendo vistas a los Bosques de Palermo”, señala Gonzalez Toledo. Por una cuestión de que el Barrio Chino ya contaba con una base sólida de visitantes y una comunidad establecida, los costos de alquiler en esta área son inferiores a los de la primera fase del proyecto.
¿Qué pasará con la zona del Hipódromo?
La última fase del proyecto, que va desde Olleros a Dorrego y rodea el Hipódromo de Palermo, representa la mayor apuesta. “Planeamos ofrecer opciones gastronómicas frente a la Plaza Paquistaní, dividiendo el espacio en 6000 metros cuadrados destinados a bares temáticos y restaurantes de especialidad, junto con la posibilidad de incluir algunas oficinas y, posiblemente, un gimnasio, para mantener la actividad durante todo el día”, cuenta el arquitecto.
Aunque ya se encuentran conversando con posibles inquilinos, por ahora se limitan a sus propios contactos. También se incluirán 4000 m² de talleres, locales de posventa y servicios livianos especializados en autos de alta gama, mientras que la distribución de los espacios se definirá según las propuestas concretas de los interesados. Esperan inaugurar esta sección para 2025.
Fuente: Candelaria Reinoso Taccone, La Nación.