Un hotel abandonado en Pripyat, a pocos kilómetros de Chernóbil. Fotokon / Shutterstock via theconversation.com
Las ciudades fantasma suelen producir una atracción casi inmediata para los curiosos. Pertenencias que alguna vez tuvieron un dueño, casas en ruinas, o negocios con las puertas abiertas de par en par causan distintas emociones en los turistas que buscan experiencias diferentes. En este contexto, cinco hoteles abandonados que esconden grandes historias entre sus muros:
Hotel Polissya, Prípiat- Ucrania
El 26 de abril de 1986 fue un día trágico para toda la comunidad ucraniana. Y es que un terrible accidente nuclear en la central de Chernóbil golpeó a muchas localidades de Ucrania, entre ellas la pequeña ciudad de Prípiat, que se ubicaba a pocos kilómetros de la central.
Entre los múltiples edificios que fueron abandonados, se encontraba el gran Hotel Polissya, uno de los edificios más altos de la localidad y que alcanzó una popularidad muy importante, ya que fue construido para alojar a las delegaciones de la Unión Soviética, así como para los huéspedes que visitaban la Central Nuclear de Chernóbil. Tras producirse la explosión y la evacuación de la ciudad, el hotel quedó totalmente abandonado y en estado de ruinas.
Hoteles en Varosha, Famagusta- Chipre
Varosha, un distrito de la ciudad de Famagusta, era mundialmente conocido por ser el principal destino turístico de Chipre e incluso uno de los más populares en el mundo. Era una localidad cosmopolita, rodeada de restaurantes y discotecas que recibía todas las noches visitas de turistas expectantes por vivir una noche chiprense.
Sin embargo, en 1974 todo cambio. Un conflicto entre países obligó a sus habitantes a abandonar sus hogares de la noche a la mañana convirtiéndose en una verdadera ciudad fantasma.
Penn Hills Resort, Montañas Pocono- Pensilvania
Las montañas de Pocono, en Pensilvania, fueron durante mucho tiempo las elegidas por los recién casados que buscaban celebrar su luna de miel. Uno de los alojamientos más emblemáticos de la zona en los años 60 y 70 fue el Penn Hills Resort.
Inaugurado en 1944, a lo largo de más de dos kilómetros incluía distintas instalaciones que permitían vivir una experiencia única. Entre ellas se encontraban una estación de esquí, un campo de golf, pista de patinaje sobre hielo, pistas de tenis y pileta climatizada. Sin embargo, en 2009, tras la muerte de la cofundadora de Penn Hills, Francés Paolillo, el imponente resort se fue deteriorando hasta acabar en el total abandono en el que se encuentra actualmente.
Balneario de Aguas de Busot, en Alicante-España
Construido en el siglo XIX en el municipio de Aguas de Busot, en Alicante, era el lugar elegido por la sociedad burguesa, conocido por sus exóticas instalaciones como un casino, una sala de fiesta, una iglesia y zona inmensa de juegos para los niños. Sin embargo, su gloria duró hasta el año 1930, según se cuenta, cuando su dueño, el marqués de Bosch, lo perdió en una partida de póker.
En 1936, El Estado lo adquirió y lo convirtió en hospital destinado a niños con tuberculosis. Tras la Guerra Civil, se abandonó. Desde entonces, los mitos relacionados a lo paranormal sobre este lugar se han multiplicado.
Prora, Rügen-Alemania
En la isla alemana de Rügen, un paraíso con playas de arena blanca, Adolf Hitler mandó a construir, entre 1936 y 1939, un gigantesco hotel llamado Prora. En total se levantaron ocho edificios idénticos y que se extienden sobre más de 4 km, a aproximadamente 150 metros de la playa.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el ejército abandonó el lugar, y la decadencia empezó a atacar a los edificios de la ciudad vacacional. Así fue hasta 2004, año en el que el lugar fue vendido a una empresa inmobiliaria que se encargó de rehabilitar algunos de los edificios y convertirlo nuevamente en una opción para los turistas.
Fuente: Infobae