NÚREMBERG. El mercado más antiguo
En Alemania, el mercado navideño de esta ciudad es uno de los más antiguos y famosos del mundo -tiene 400 años- y vale la pena visitarlo en tiempos de nieve y villancicos. Ubicado en la plaza principal, espera a los visitantes con vino caliente que se sirve en pintorescos vasos con forma de bota navideña. Hay más de 180 cabañas de madera en las que se puede encontrar todo tipo de souvenirs navideños desde muñecos en tela y madera, instrumentos musicales, calesitas, galletitas para decorar el árbol, miniaturas, juguetes, pesebres y chocolates decorados.
No hay que irse sin probar la baumkuchen, la torta de las capas bañada en chocolate y el stollen o pan dulce navideño. Este año puede visitarse hasta el 24 de diciembre.
ROVANIEMI. La casa de Papá Noel (imagen de portada)
Para los que tienen la posibilidad de hacer un mega viaje hasta el Círculo Polar Ártico, esta ciudad es la capital de Laponia, al norte de Finlandia, y el hogar del hombre de rojo y barba blanca. La aldea de Santa Claus atrae a más de 500.000 visitantes de todo el mundo, está abierta todos los días del año y se llega en autobús -son unos 8 kilómetros de trayecto- que sale cada una hora desde el centro de Rovaniemi. Entre otras atracciones, la principal es conocer a Papá Noel en persona, hacer paseos en trineos de perros siberianos y renos, excursiones en moto de nieve, disfrutar del hotel y restaurante de hielo y conocer la oficina de correos de Santa y enviar una postal a nuestras familias y amigos con el sello oficial de Papá Noel.
NUEVA YORK. Estallido de colores
El árbol del Rockefeller Center, un clásico neoyorquino Crédito: Jeenah Moon/NYT
No en vano es el destino que más turistas recibe en Navidad y Año Nuevo, la gran manzana se llena de luces incontables y las decoraciones visten a la ciudad de magia. El árbol de Navidad gigante en el Rockefeller Center y las vidrieras de la Quinta Avenida son dos paseos imperdibles e inolvidables mientras se disfruta de sidra caliente y rollos de canela. A pesar de la nieve y el intenso frío, hay que hacerse tiempo para patinar sobre hielo en el Central Park y alejarse un poco de Manhattan para visitar Dyker Heights, el barrio de Brooklyn en el que los vecinos compiten por la casa mejor iluminada y que ostenta la mayor cantidad de luces por metro cuadrado del mundo. Para Año Nuevo, una gran bola baja en Times Square a la medianoche, con shows y festejos.
VANCOUVER. Feria y festivales
Otro de los inviernos navideños más brillantes está en la ciudad canadiense que espera a sus visitantes con muchas atracciones. El mercado de Navidad en la Plaza Jack Poole celebra este 2019 sus 10 años y lo hace con más de 80 cabañas que proponen souvenirs, arreglos, objetos de deco, comida típica y dulces por doquier, todo artesanal. Una visita obligada es el festival de luces VanDusen, que tienen lugar en uno de los jardines botánicos más populares de la ciudad. Además de la fabulosa iluminación navideña se suman paseos en carrusel y la presencia de Papá Noel. Desde el año pasado, se puede visitar el Aurora Winter festival donde hay un mercado de artesanías, una pista de patinaje sobre hielo al aire libre, toboganes de tubos, concurso de casitas de jengibre, entre otras atracciones.
MEDELLÍN. Todas las luces
El famoso alumbrado de Medellín rodeado por los cerros de la ciudad colombiana Crédito: Javier Nieto/El Tiempo
La decoración con luces es el espectáculo más destacado de la Navidad en esta ciudad colombiana, y este año la temática vuelve a la tradición más pura. Por eso, en el Parque Norte podrá verse el pesebre iluminado y un recorrido por un pueblo tradicional, con sus casas, panadero, carpintero, su iglesia y un lago con pescadores, peces y patos. Mientras que en los Parques del Río se presentará una iluminación más tecnológica con figuras, un árbol de Navidad gigantesco y proyecciones sobre el río y edificios. En otras vías de la ciudad sorprenderán luces con momentos claves de la Navidad como guirnaldas, bolas, muñecos de nieve, además se iluminarán los parques principales de toda la ciudad. En total serán más de 32.000 figuras y 27 millones de lámparas de led. Hasta el 6 de enero.
SALZBURGO. Un cuento blanco
Decoraciones del tradicional mercado de Salzburgo Crédito: Shutterstock
La ciudad natal de Mozart se transforma en un cuento blanco en plena Navidad. El mercado de Christkindlmarkt y los conciertos de adviento son dos de sus atracciones más famosas. El ambiente festivo se respira, se ve y se escucha, no hay que olvidar que en el pequeño pueblo de Oberndorf se cantó por primera vez el villancico Noche de Paz en 1818 y donde se puede visitar el museo conmemorativo. El Christkindlmarkt es imperdible, frente a la catedral barroca de Salzburgo y la imponente fortaleza de Hohensalzburg, tiene más de 100 puestos de lo más pintorescos. Otros mercados para darse una vuelta son los de la plaza de Mirabel, el palacio de Hellbrunn y el Sterngarten; además de la pista patinaje sobre hielo de la Mozartplatz.
RÍO DE JANEIRO. La fiesta carioca
Un árbol flotante de 70 metros de altura ilumina Río de Janeiro Fuente: AP Crédito: Bruna Prado
¿Una Navidad en la playa? La ciudad carioca se viste para la ocasión e invita al turista a presenciar un espectáculo que difícilmente olvide. Todo empieza cuando se enciende el árbol de Navidad flotante en la laguna Rodrigo de Freitas, de 70 metros de alto que forma parte del libro Guinness. Luego, toda la ciudad se ilumina recreando figuras alusivas al pesebre y Papá Noel. Imperdibles: el festival de Presépios, una exhibición de pesebres en tamaño real más grande del mundo, además de las deliciosas comidas tradicionales que preparan para las festividades como el pavo relleno, bacalao salado, el arroz de Navidad, panetones y budines.
Para los que pueden quedarse unos días más, Copacabana es el lugar para esperar el Reveillon, allí podrán vivir una de las experiencias más espectaculares que reúne a miles de personas a lo largo de 4 kilómetros de playa para ver los fuegos artificiales sobre la bahía de Guanabara.
MILÁN. El árbol ecológico
Frente al imponente Duomo de Milán, el gran árbol se enciende con más de 80.000 lámparas LED Fuente: AFP Crédito: Miguel MEDINA
El mercado navideño de la ciudad al norte de Italia es uno de los más pintorescos y antiguos de Europa, comienza el 7 de diciembre con la celebración de la fiesta de San Ambrogio, patrón de la ciudad. Data del siglo XIII y está ubicado junto al castillo Sforzesco y en sus calles aledañas. Se pueden encontrar artesanías desde adornos navideños y objetos de deco, también muebles antiguos y gastronomía típica. Otro de los imperdibles es el árbol de Navidad ecológico gigante en la plaza del Duomo, con 81.000 lámparas LED y que funciona con energía de fuentes renovables. La música también es protagonista de la Navidad, tan solo basta con acercarse a la Catedral, en la misma Plaza del Duomo, unos días antes de Navidad, donde los asistentes podrán deleitarse con la performance del coro y la orquesta de la ciudad.
MOSCÚ. A lo grande
La plaza Roja es el epicentro de las celebraciones navideñas en la capital rusa. Pero cabe aclarar que, regidos por el calendario juliano, atrasado 13 días respecto al gregoriano, los rusos festejan la Navidad ortodoxa el 7 de enero. La celebración es a lo grande, la escena está dominada por la nieve, árboles y bolas gigantes y una decoración con luces simplemente espectacular. Además, los moscovitas gustan de divertirse y hay varias actividades para disfrutar, desde bailar con muñecos de nieve, patinar sobre hielo, ver ballet, conciertos, obras de teatro o hasta jugar un partido de hockey, todo es posible en la Plaza Roja. Allí mismo, un paseo obligado es el mercado navideño que propone comida típica, souvenirs y artesanías navideñas coronado por un árbol de 21 metros.
SEÚL. Festejos exóticos
El 8 de diciembre la capital de Corea del Sur le da la bienvenida a la Navidad con el encendido del árbol en la plaza de Cheonggye. A lo largo de más de un kilómetro las calles y las vidrieras de las tiendas se visten con cientos de luces que compiten con las de ciudades como Nueva York o Londres. Visitar los mercados de artesanías y degustar comidas tradicionales en los puestos callejeros son dos salidas obligadas. Los coreanos suelen pasar el 25 diciembre con sus parejas, por eso las calles se inundan de novios que salen a celebrar e intercambiar regalos. La comunidad cristiana se acerca a las iglesias donde son habituales los coros de villancicos. Los más chicos se agolpan para sacarse la foto con Papá Noel que por estas latitudes suele dejar el clásico rojo para vestir de azul.
Fuente: Silvina Vitale, La Nación