La lágrima de una tragedia sirve de combustible para tomar la curva de la risa de la comedia con más potencia, chequeado. Ese efecto de espejo nos da la posibilidad de evitar las frases hechas y convertir realmente una crisis en oportunidad. Y en ese aspecto -como todo artista- Mosquito Sancineto tiene un máster en transmutar hechos trágicos en acontecimientos productivos.
En aquel marzo lejano, días antes de ser anunciado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio debido a la pandemia desatada por el Coronavirus, él ya había decidido resguardarse en su hogar junto a los perros y gatos que componen su familia. En conocimiento del contexto global por la pandemia, se enteró que un grupo de bailarines de tango se había organizado para dar una respuesta solidaria a la vulnerabilidad que el cese de la actividad artística conlleva.
«Compartí ese sentir con Abigail Zevallos, una amiga y colega, con la que ya veníamos articulando formas de enfrentar la crisis laboral y económica que ya existía en nuestra profesión. Nos reunimos en un café del corazón de mi Almagro natal y convocamos a Horacio López, involucrado en la gesta tanguera, para que nos explicara cómo llevaron a cabo la ayuda a bailarines. Le comentamos nuestro interés en hacer lo mismo para actores y actrices, le interesó sumarse, y esa tarde nació Artistas Solidarios«, contó Mosquito.
El armado de los bolsones no es al azar, está orientado por la nutricionista Juana Rosenbaum, y contiene elementos esenciales como: Aceite, puré de tomate, leche, lentejas, garbanzos, choclo en lata, arroz, fideos, polenta, atún, té o mate cocido, papas, batatas, naranjas, manzanas, cebollas, lavandina y jabón blanco. «Todo esto fue pensado para una o dos jornadas de colaboración, pero inmediatamente nos dimos cuenta de la necesidad que iba a desarrollarse, y lo importante que podía ser nuestra ayuda», rememoró el príncipe andro dark del under.
La iniciativa se sostiene por donaciones que se reciben en los siguientes espacios culturales en la Ciudad de Buenos Aires: Teatro Fray Mocho, Araoz 1047; Teatro Moscú, Juan Ramírez de Velasco 535; Vera Vera, Vera 108; Centro Cultural QI, Thames 240; Centro Cultural Eluney, Boyacá 927; Centro Cultural Eso en mi Barrio es Pelea, Chacabuco 724; Bolívar, Bolívar 1019; Escuela Crearte, Don Bosco 4124; Medio Mundo, Yrigoyen 2148; Tole Tole, Pasteur 683; El Perro, Bonpland 800; Malvado Colibrí, Cabrera 3923; Feliza Cultura Arcoiris, Córdoba 3271; El Brío Teatro, Álvarez Thomas 1582; Luzuriaga Club Social, Luzuriaga 348; Bar Portuario, Pinzón 102; y Revista Llegás, Pasaje Spegazzini 574.
También pueden acercarse a los siguientes puntos en el Área Metropolitana de Buenos Aires: Tiempos de memoria, Caseros 231, Vicente López. Acro Team, El Callao 736, Grand Bourg. José León Suárez 1355, Remedios de Escalada. Pierres 925, Villa Dominico. Edison 1314, Monte Grande. Y Telón Negro, Calle 13 Nro.26 1, e/32 y 33, La Plata. Para cualquier otro tipo de aporte y consulta, Artistas Solidarios posee cuentas oficiales en las redes sociales para centralizar el contacto. En Instagram los encuentran como @artsolidarios al igual que en Facebook.
«Cada sábado es el día de la comisión de traslado, repartimos entre 80 y 100 bolsones que llegan a unas 250 personas. Nuestra propuesta está basada absolutamente en la acción solidaria, respetando mucho a quienes se comunican para pedirnos el bolsón. Evitamos la burocracia interna, tenemos sumo cuidado en la organización y total transparencia en las cuentas de las transferencias que recibimos con las cuales compramos por mayor -expresó Mosquito y continuó- nos hemos convertido en un movimiento de artistas preocupados por sus pares».
En las recorridas de entrega, las comisiones de voluntarios se topan con realidades de todo tipo. Frente a eso, tienen articulados diferentes encuadres de contención interdisciplinaria. «Nos encontramos con situaciones de violencia de género. Con discriminación y atropello habitacional reflejado en la homofobia del dueño de una pensión hacia un artista drag queen santafecino, entre muchos otros ejemplos. Ante éstas circunstancias, nos vinculamos con otras organizaciones, a las que le transmitimos el problema», acotó Sancineto.
El apoyo virtual
La preocupación compartida por Mosquito y esos Artistas Solidarios que ponen el cuerpo necesita de toda una logística integral para saldarse. Además del equipo de Comunicación comandado por Nahuel González Mosca, los integrantes virtuales como Carla Peterson son vitales para trascender límites y tender puentes.
La actriz rememoró cómo se sumó al proyecto: «Durante dos meses hice todos los días un vivo en Instagram donde nos pasábamos información útil para no entristecer, empezamos a hacer vivos con actores y cada uno elegía a quién ayudar, entonces ayudamos a un par de organizaciones y de movimientos, sobre todo para darle visibilidad y que la gente entienda y reconozca bien cuál es el trabajo específico que cada uno hace y cómo es cada grupo. Algunos con mucha más experiencia, y otros de emergencia como nuestra iniciativa».
Paradójicamente en contra de este relato en cuarentena producido individualmente con las fuentes con el fin de mostrar la fuerza colectiva, Carla prefiere el encuentro cara a cara frente al mundo digital. «Estoy bien, esperando para poder encontrarme con mi familia, con mis amigos y con mis colegas. Quiero volver a juntarme con ellos porque para el actor es importante, podes hacer algunas cosas, veo iniciativas de algunos artistas online y está buenísimo, pero para mí la virtualidad no la elijo -confió y continuó- creo que esto puede haber servido para poner en valor cuáles son las prioridades, espero que todos hayamos entendido que la desigualdad y el desequilibrio no traen paz, traen conflicto. Entonces espero que cuando salgamos de acá tratemos de equilibrar un poco, de no dejarnos llevar por cosas que te solucionan el momento pero no el futuro. Me parece que estuvo bueno el tiempo que nos tomamos para organizarnos, para organizar el sistema de salud, y creo que eso funcionó, lo que sigue ahora es tener paciencia, cuidarnos y ver cómo volvemos a ponernos a caminar».
Para acceder a los bolsones, las personas que se comunican con la organización deben superar una barrera inicial: Animarse a pedir ayuda. Mosquito anticipó ese sentir y se ocupó de remarcar un mensaje: «Inicialmente ese era nuestro pedido, que dejaran de lado el temor de pedir, no hay vergüenza alguna en ello, ni mortificación. Les pedimos que confiaran y se logró el objetivo».
Carla por su parte complementó: «Cuesta muchísimo pedir ayuda, sobre todo para las personas que están acostumbradas a trabajar o a rebuscársela. Los artistas buscan la manera de sobrevivir hasta que te toca el golpe de suerte. Yo pedí ayuda con las redes sociales, no sabía usarlas y en este momento las necesitaba para accionar por los demás. Me empecé a imaginar a toda la gente que le da vida cultural a nuestra ciudad y hace que Buenos Aires sea una de las ciudades más importantes del mundo por la cantidad de teatros. Pensé automáticamente en la Casa del Teatro, y en un montón de actores más grandes y en todos esos que de un día para el otro les cambió la realidad».
Tiempo de encuentro
En un gesto pocas veces visto en nuestros primeros dos siglos de historia, la dirigencia política se muestra unida al frente de la crisis sanitaria que atraviesa el mundo entero del cual la Argentina es parte. Esa dinámica es una de las premisas centrales de Artistas Solidarios, en la agrupación el foco está puesto en tender puentes para cruzar las grietas.
«La pandemia nos demanda ser mejores personas, entendimos que lo que sirve es sumar -reflexionó Mosquito, y agregó- en mi caso antes me sentía lejano a Aníbal Pachano y después de compartir este proyecto con él mi visión es distinta, gané un vínculo. Omar Calicchio, un amigo en común, me trasmitió que lo llamara y al principio tenía cierto resquemor, pero luego descubrí otro Pachano, muy diferente al que me enojaba por algunas declaraciones. Es más, es un placer hablar con él a diario, y ser testigo directo de cuánto trabaja para la iniciativa».
Por el lado de Aníbal, el multifacético artista se encontraba trabajando en Chile y quedó varado cuando el Covid-19 frenó el tiempo. Sin embargo, fue uno de los que pudieron volver a casa. «Primero estuve en un hotel de la Ciudad de Buenos Aires, y luego volví a mi hogar. Me enteré de Artistas Solidarios por un flyer que me llegó, previo a eso yo había trabajado también para los varados en el mundo, así que me conecté con Mosquito y de movida tuvimos una relación maravillosa, de mucho respeto y admiración mutua por el trabajo del otro», sostuvo.
Al igual que Carla Peterson, Pachano trabaja para la causa de manera remota. Se ocupa de la logística y de hacer las conexiones con organismos e instituciones que colaboran con el sustento de los bolsones. Fue partícipe necesario de la apertura de los nodos en distintos puntos de Ciudad Autónoma, Zona Sur, La Plata, Zona Norte y Noroeste. «He tratado de difundir en un sistema tal vez mas mediático esta historia maravillosa de Artistas Solidarios, y he tenido muy buenos resultados. Es una alegría cada logro que se obtiene, creo que no hay cosa más satisfactoria que ponerte un objetivo y que se cumpla, y verlo plasmado en una realidad cuando le llega a la gente que lo necesita. La energía positiva atrae el positivismo y eso ayuda mucho para tratar de revertir una situación de a poco, desde el lugar que nos toca», afirmó.
«Estoy en un proceso de mucho trabajo para la organización, y me puse la camiseta total porque vi mucho esfuerzo, dedicación y pasión en el brindarse al otro, que es ayudar a ayudarnos entre todos. Siento que siempre funcionó ese motor que se prendió en mí, pero lo hacía desde un lugar solamente de estar en un evento a beneficio y ahora es ponerle el cuerpo y el trabajo diario a poder lograr muchas cosas que necesitamos. Es conectar muchas situaciones que uno conoce, a empresarios, a políticos, a compañeros, a amigos que puedan colaborar para que este proyecto que es maravilloso e infinito se nutra», acotó.
En época de brotes y contagios de Coronavirus en canales televisivos y distintos medios de comunicación del plano local, Anibal Pachano espera en su casa la vuelta al aire de «Bailando por un sueño», el certamen de baile que conduce Marcelo Tinelli en El Trece y que deberá adaptarse -protocolo sanitario mediante- para poder llevar a cabo la producción del programa.
«Vamos a llegar producidos al piso y a tener el menor contacto posible. Así como un periodista puede estar a un metro de distancia del otro, nosotros lo podemos hacer como jurados, estaremos separados por acrílicos y los participantes van a bailar en espejo, los coachs ejercen virtualmente y enseñan las coreografías de forma online. Y con respecto al teatro, los actores y las producciones independientes estamos tratando de encontrar cuál es la manera de poder comunicar el arte que hacemos, y creo que se va a tener que encontrar la forma y eso va a generar que los empresarios teatrales y los dueños de paredes modifiquen el criterio y su pensamiento», adelantó el bailarín y coreógrafo.
En sintonía a ese pensar, Carla Peterson también se sumó a visibilizar el momento que atraviesan los trabajadores del espectáculo: «Es complicado ver cómo la gente que trabaja en cine, teatro y televisión -que son trabajos temporales y resisten también el sube y baja de este rubro- ahora no están encuadrados en ninguna de las ayudas que da el Estado. Son los que generan toda esta industria tan importante para nosotros, que además de ser grande es reconocida en el mundo por su calidad como una de las mejores, y ahora acá no tienen ayuda de nadie. Acá. No hay contención para los que producen eso. Entonces es muy triste porque son muchísimas familias que conocemos, muchos amigos, muchas cosas que vimos y que nos emocionaron, y hoy ellos no tienen un encuadre y una solución para poder aguantar hasta que todo vuelva a funcionar».
En la danza interminable de posibles panoramas futuros, un sin fin de alternativas se materializan en el imaginario colectivo para buscarle la vuelta de tuerca al día después de la Pandemia. Todos coinciden en lo mismo: El camino se construirá en conjunto, y no individual.
Aníbal Pachano lo expresa claro: «Yo creo que estamos en el principio de un ciclo y es un momento de cambio importante, y hay en una gran parte de la sociedad una conciencia de unirnos entre todos, porque unidos logramos mucho más que cada uno por su lado». Por su parte Mosquito Sancineto finalizó con una certeza como bandera: «Artistas Solidarios llegó para quedarse y desarrollar más ideas de ayuda concreta a otros artistas y a la comunidad. También es responsabilidad nuestra ejercer y proponer caminos de construcción, renaceremos sobre los escombros, muy pronto volveremos a la actividad. Toda sociedad se alimenta también de cultura, hay una necesidad de entretenerse, está sucediendo virtualmente. La esperanza está intacta, las decisión de defender la cultura también».
Instagram: @artsolidarios. Facebook: /artsolidarios
Fuente: Leandro Gil, La Nación