Algunos son tan escenográficos que parecen sets de filmación capaces de trasladarnos a otras épocas y latitudes, otros fueronambientados con cientos de objetos y detalles elocuentes. Por eso, más allá de la calidad de su gastronomía y coctelería (de la que algunos de ellos pueden jactarse), los bares «instagrameables» de Buenos Aires son el target perfecto de las generaciones para las que una experiencia no es tal sino se la retrata y comparte en esa red social.
Esta lista -que no pretende ser exhaustiva- da cuenta de la cantidad de este tipo de propuestas que han proliferado en los últimos años. De un subte neoyorquino a la Indochina francesa de fines del siglo XIX, de la cárcel de Alcatraz en los tiempos de la Ley Seca al universo ochentoso de los “fichines”, de una playa polinesia a una droguería de los años 30: hoy en Buenos Aires caben muchos universos posibles.
Algunos de los criterios que tuvimos en cuenta para armar esta lista fueron su mobiliario, iluminación, decoración, gamas de colores y texturas, y su popularidad en las redes sociales. Quien quiera probar cuántos likes consigue su selfie en alguno de ellos deberá tener en cuenta que en muchos caso es preciso reservar con varios días de anticipación.
9 bares «instagrameables» de Buenos Aires
1- Uptown & The Bronx
Uptown, un subte neoyorquino en Buenos Aires.
Desde su inauguración en 2017, es el bar escenográfico por excelencia. Miles de personas ya bajaron sus escaleras con paredes grafiteadas, atravesaron sus molinetes y se hicieron la foto obligada en la estación y en el vagón de subte que funciona como preámbulo a su barra. El Manson Jar, que es una jarra de Absolut, frutilla y soda de pepino es uno de los tragos más populares. La carta fue creada por el chef Dante Liporace.
Selfie en el vagón de subte de Uptown, un clásico. Foto: Candela Contreras.
A pesar de que es uno de los pioneros en este concepto de bares, muchos instagramers todavía no tienen su foto allí y se ven obligados a reservar hasta con una semana de anticipación para cumplir con el sueño de la selfie subterránea.
Arévalo 2030, Palermo. Abierto de martes a sábados, de 18 a 23 hs. Instagram: @uptown.ba
2- The Hole
The hole recrea los tiempos de la Ley Seca en Estados Unidos.
Dentro de los hidden bars (“ocultos” detrás de fachadas casi ciegas) se destaca este de inspiración penitenciaria. Como todo speakeasy remite a los tiempos de la Ley Seca, la mafia, el contrabando y la cárcel de Alcatraz. Esa prisión por donde pasaron personajes como Al Capone fue recreada en estas coordenadas.
La foto en las «celdas» de The Hole, la más posteada.
Los spots fotográficos son varios: hay celdas diseminadas en dos pisos, un auto antiguo, un decorado que simula la puerta de un banco y por supuesto, nadie escapa de esta cárcel sin la foto de prontuario de rigor. La coctelería es de autor y los bartenders están vestidos con los típicos monos color naranja que usan los presidiarios en los Estados Unidos.
Armenia 1743, Palermo. Abierto de martes a sábados de 20 a 23 horas. Instagram: @thehole_bar.
3- Trade Sky Bar
En Trade Sky Bar la foto más deseada es con la panorámica de fondo.
En este caso la altura y la ubicación privilegiada del bar son la clave de la foto tan deseada. ¿Quién no quiere una selfie con una postal panorámica de Buenos Aires? Trade Sky bar está a 88 metros del suelo, en las tres últimas plantas del histórico edificio Comega. Allí es posible hacer una selfie con un fondo único del skyline porteño destacado hasta por medios internacionales.
La vista del skyline porteño de Trade Sky bar fue destacada por medios internacionales.
Según el ángulo elegido en su terraza abierta, se puede tomar Puerto Madero, el CCK, la Torre de Los Ingleses, el Obelisco, la zona bancaria, el río y más. El nivel de la barra y la cocina de este rooftop están a la altura del contexto.
Av. Corrientes y Alem, Centro. Abierto de lunes a viernes de 17 a 23 horas y sábados y domingos de 13 a 23 hs. Instagram: @trade.skyba
4- Nápoles Bar
Autos y motos antiguas, entre otros objetos XL, en Nápoles Bar.
Cómo si fuera el set de una película, este espacio impacta por sus dimensiones y su diversidad de antigüedades y objetos de colección que lo hacen único. Autos y motos vintage, candelabros, mobiliario XL, caballos de calesita: un barroquismo variopinto que incita a hacer decenas de selfies.
Nápoles impacta por sus dimensiones y la cantidad de objetos que alberga.
La barra es clásica y la gastronomía de inspiración italiana. La pasta es el corazón de la propuesta: los sorrentinos de masa de morrones rellenos de bondiola y los panzotti de mozzarella, tomate y albahaca son dos de los hits. Queda en el Boulevard Caseros -coordenada fotogénica por excelencia- que bien vale la pena recorrer en busca de otros spots urbanos instagrameables.
Avenida Caseros 449, San Telmo. Abierto de lunes a domingo, de 8.30 a 23 horas. Instagram: @napolesbar.
5- Boticario
Boticario, una droguería retro.
En una antigua droguería de los años 30, funciona este bar en que la escenografía y la carta consiguen una alquimia perfecta. Los elementos con que se preparan los “brebajes” (cócteles) podrían ser parte de un inventario de una farmacia de principios del siglo pasado. Algunos tienen nombres en sintonía con el concepto general como “Experimento Nro. 9”, Penicilina ahumada o Spritz terapeútico.
Detalles elocuentes del concepto de Boticario.
Todo confluye para una selfie tan elegante como anacrónica: bustos y retratos, todo tipo de frascos, lámparas y mobiliario de la Belle Epoque. Una paleta en sepia muy fotogénica. Excelente lugar para los cazadores de detalles elocuentes.
Honduras 5288. Abierto de martes a domingo de 17 a 23 horas. Instagram: @boticariobar.
6- Oh no Lulu
Exuberancia polinesia en Oh no Lulu. Foto: Andrés D’Elia
Palmeras, exuberancia verde, muebles de ratán, ídolos polinesios: la ambientación de Oh no Lulu es un paréntesis ideal en este contexto de urbe invernal y también un perfecto set tropical para fotos. Hasta la iluminación crea una atmósfera especial.
En Oh no Lulu es verano todo el año.
Muy buena coctelería tiki (con rones, frutas y decoraciones llamativas) y platos de inspiración hawaiana como el “Poké” (bowl con salmón, arroz y vegetales o arroz, tofu, palta y algas, entre otras opciones). También clásicos como ribs marinadas y hamburguesa. Además es apto para pequeños instagramers, abstemios y «conductores designados»: hacen mocktails (tragos sin alcohol).
Araoz 1019. Abierto de martes a domingo de 18 a 23 horas. Instagram: @ohnolulutikibar.
7- CoChinChina Bar
Elegancia vintage oriental y europea en CoChinChina Bar.
La ambientación del nuevo bar de la consagrada bartender Inés De Los Santos nos transporta al clima de la novela El amante de Marguerite Duras: un atmósfera plena de elegancia vintage lograda a través de decenas de objetos (carteles, lámparas en forma de hojas, mesas de mármol) que juegan con las contraculturas de Oriente y Europa. En CoChinChina hay un gran mural que recrea las terrazas arroceras de Vietnam y el techo del deck semi cubierto está colmado de ramilletes de sahumerios.
Los pescaditos embolsados de CoChinChina, escenario de la selfie obligada.
Camino al toilette hay una instalación de arte que emula cientos de bolsitas de nylon con agua y pececitos naranjas en su interior. Está frente a un gran espejo así que es “el spot” para la selfie. La calidad de la coctelería de autor está garantizada por el prestigio de su dueña. Lo mismo vale para la gastronomía en manos de Máximo López May.
Armenia 1540, Palermo. Abierto martes de 17 a 23 horas y miércoles a domingo de 12:30 a 23 horas. Instagram: @cochinchina.bar
8- Bar El Destello
Escenografía retro para nostálgicos de los «fichines» de los 80 en El Destello. Foto: Martín Bonetto.
Porque no solo millennials y centennials usan Instagram sino también los de la «generación Z» que ya pasaron los 40, el bar El Destello los traslada a su infancia o adolescencia. Los predecesores de los gamers, aquellos que en los 80 y los 90 eran entusiastas habitués de “los fichines” adoran este escenario retro.
La selfie nostálgica puede ser con algunas de las muchas máquinas de juegos (hay flippers y arcades, con el legendario Pac Man incluido, y todas funcionan) o con íconos de la época como un muñeco de ET. El techo con luces de neón es otro hit apreciado.
El muñeco de ET, una de las fotos más frecuentes en El Destello. Foto: Martín Bonetto.
El concepto del lugar se refleja hasta en la carta: tienen un trago llamado Nave (Aperol, vodka y maracuyá) en tributo a un arcade nacional. La carta es variada con opciones mex y vietnamitas, entre otras, e incluye platos vegetarianos y veganos.
Gascón 1460, Palermo. Abierto de martes a viernes de 18 a 23 horas y sábados y domingos de 16 a 23 horas. Instagram: @bareldestello
9- Bondi Stop Bar
Bondi Stop Bar, uno de los nuevos bares «instagrameables»
El colectivo también tiene su propio espacio temático gracias a esta cervecería y hamburguesería que abrió sus puertas hace cuatro meses en Palermo. En vez de sillas, en las mesas están los típicos asientos del más popular de nuestros medios de transporte. Los clásicos caños del bondi organizan los espacios y sostienen los agarres colgantes de los que muchos se toman para hacer su selfie.
Una de las fotos obligadas en Bondi Stop Bar. Foto: Bondi Stop Bar.
En la ambientación predominan el amarillo y negro y las tipografías grandes. La barra y la cabecera del bondi con ventanillas que dan a iconos porteños como el Planetario son algunos de sus spots fotográficos más usados.
Av. Cnel. Niceto Vega 5976, Palermo. Abierto lunes y de miércoles a viernes de 16 a 23 horas. Sábado y domingo, de 13 a 23 horas. Instagram: @bondistop.bar
Fuente: Clarin