“Es una locura que años de arduo trabajo culminen en un solo momento. Estoy muy agradecida con todos los que me ayudaron a llegar hasta aquí. El capítulo más grande de mi vida está llegando a su fin. Saludos a un nuevo comienzo”, publicó la estadounidense Alexis Rose Alford en su cuenta de Instagram el 31 de mayo de 2019. Acababa de cruzar la frontera de Corea del Norte, y con apenas 21 años, se había convirtió en el viajero más joven en visitar los 196 estados soberanos del mundo.
Una vez completado su periplo debió presentar miles de pruebas para certificar su hazaña y finalmente obtuvo el Récord Guinness oficial como la persona más joven en haber visitado todos esos países.
Ahora bien: ¿Cómo llegó Alford a conquistar semejante récord? Nacida y criada en Nevada City, una pequeña ciudad de California, resulta que sus padres dirigen una agencia de viajes en el norte de California y siempre la llevaron con ellos a sus viajes de trabajo. Al punto que cuando cumplió 18 años ya había visitado más de 70 países.
Trabajar en la agencia de sus padres durante la adolescencia también le permitió ahorrar dinero hasta que en octubre de 2017 se propuso romper el título y superar a otros viajeros récord como el británico James Asquith, que desde 2013 era el más joven en visitar todos los países del mundo con 23 años, o Cassie De Pecol, la primera mujer en lograr el mismo récord a los 27 años.
“Recuerdo que pensé para mí misma: ´Me arrepentiré por el resto de mi vida si no intento seguir adelante con esta idea y ver a dónde me lleva´. Parecía una locura, y en retrospectiva, no tenía idea de cuánto trabajo iba a tomar realmente, pero comencé a concentrarme en un país a la vez y a planificar todos estos viajes locos”, señalaba Alford en una entrevista publicada en el sitio Conde Nast Traveler.
Enseguida puso manos a la obra y se dedicó a investigar las mejores ofertas y trazar una estrategia para viajar a lugares exóticos con un presupuesto limitado, valiéndose de los puntos de su tarjeta de crédito, las millas aéreas y un blog que le permitió obtener ingresos adicionales. Es decir que más allá del apoyo de algún patrocinador, el suyo fue un viaje autofinanciado.
Para recorrerlo dividió el mundo en regiones. Comenzó su viaje en Centroamérica, luego bajó por Sudamérica y desde allí cruzó el Atlántico para recorrer Europa y enseguida inicio un enorme viaje por Asia que se extendió a las naciones insulares del Pacífico Sur y el resto del mundo.
“Al principio, simplemente quise forzar los límites de lo que pensé que era capaz de hacer con mi vida y ver el mundo en el proceso. Hasta que empezó a ser un gran reto no me di cuenta de que estaba inspirando a otra gente a mi alrededor, en especial a otras mujeres jóvenes. Estaba decidida a demostrar que el mundo no es tan siniestro como lo muestran los medios de comunicación y que hay bondad en todas partes”, señaló a su regreso a la revista Forbes.
Un viaje que requirió además una planificación meticulosa para coordinar innumerables visas, acumular cientos de sellos en su pasaporte y sortear obstáculos como su ingreso final a Corea del Norte, donde los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido viajar.
“Encontré una laguna. Puedes ingresar a la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur donde tienen un área de seguridad conjunta que se comparte entre Corea del Sur y Corea del Norte. Y eso es lo más cerca que pude estar literalmente de poner un pie en Corea del Norte”, explicó Alford.
A lo largo de su viaje se convirtió en una influencer de viajes conocida como Lexie Limitless, acumulando más de 270 mil seguidores en Instagram, donde narra desde su visita a los volcanes en el Congo hasta la exploración de las grandes pirámides de Egipto o el buceo en las aguas azules de Indonesia.
“He viajado bastante en solitario, pero honestamente, he descubierto que prefiero viajar con mis amigos y familiares, porque cuando tienes estas experiencias increíbles, quieres recurrir a las personas que están contigo y compartir eso con ellos. De esa forma tengo un recuerdo con alguien que nos conecta para siempre, pero también hubo muchas ocasiones en las que no conseguí que nadie se inscribiera para visitar un lugar, así que fui sola”, declaró Lexie.
Para ser nombrada oficialmente poseedora del récord, Alford tuvo que enviar alrededor de 10.000 piezas individuales de evidencia a Guinness World Records en orden cronológico. También hizo una charla TED en junio de 2019 sobre lo que aprendió y espera eventualmente sacar un libro sobre sus experiencias para conseguir ese récord.
Fuente: Alejandro Rapetti, La Nacion