Una bailarina argentina de 16 años convocó a otras 40 chicas de distintos países para interpretar la misma variación, cada una desde sus casas. Y el video que se subió a las redes sociales con esa coreografía sumó más de 8.000 visitas en los primeros tres días.
La protagonista de la esta historia se llama Paloma Ramírez, y todavía está sorprendida por la repercusión: «Yo había visto videos así, pero hechos por bailarines profesionales, y pensé que podía aprovechar que tengo muchas amigas que fui conociendo en los concursos internacionales y armar algo en versión estudiantes», dijo Paloma en una charla con Télam.
Desde su casa de Buenos Aires, la chica eligió una composición coreográfica del ballet Carnaval de Venecia, y repartió las secuencias de un modo muy personalizado: «Elegí la versión que considero más linda coreográfica y musicalmente y pienso en cada una de las participantes acuerdo al espacio que sé que tienen, y de acuerdo a las facilidades técnicas», agregó.
La puesta se llevó adelante con 40 chicas que se están formando como bailarinas.
Con ayuda de su madre, la ex bailarina brasileña Fernanda Azambuja, Paloma ya tiene una lista de otras obras para continuar la experiencia: «Me pongo a pensar en variaciones que sean largas para que todas puedan tener su momento. También considero que puedan ser realizadas en un espacio pequeño».
Las chicas ensayan en livings, terrazas, balcones y hasta garages de edificios. La lista de coreografías en elaboración, además de la que ya fue publicada en las redes sociales, puede verse en el canal de YouTube de Paloma Ramírez.
Con un puñado de mensajes telefónicos, ella logró reunir a parte del futuro del ballet femenino internacional. Entre muchos otros nombres, aparecen los de Natalia Chersia, estadounidense multipremiada en su país y en el exterior, la peruana Arianna Crossato, de 17 años, que estudia ahora en Alemania, y Paloma Bonnin, hija del director del Ballet Clásico Moderno de Asunción, Paraguay.
También hay más argentinas que se destacan como jóvenes promesas: Abril Marcucci, la participante más joven del video con apenas 13 años; Mora Capasso, destacada estudiante de sexto año del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón; Julieta Urmenyi, de 19 años, que además de formarse en el Colón ya integra el ballet estable de ese teatro; y Lucia Hartvig, de 16.
En cuanto a Paloma Ramírez, ingresó al Colón a los ocho años ya los diez decidió seguir de manera independiente. «Formarme así me abrió la cabeza. He conocido a muchísimas bailarinas de mi edad y a maestros del mundo con quienes tomé muchas clases y aprendí muchísimo», explicó.
A los 8 años, Paloma Ramírez ingresó en el Teatro Colón, donde siguió hasta los 10; hoy, a los 16 es una verdadera ‘influencer’ en el mundo de la danza local, y más allá también. (Foto: Luciano Thieberger)tro colon
En ese camino, el acompañamiento de la maestra Lidia Segni, formadora desde hace años y ex directora del Ballet Estable del Colón, está siendo un apoyo inestimable para este proyecto donde la chica toma clases diarias desde su dormitorio.
A sus 16, Paloma es una verdadera «influencer» en el mundo de la danza local. Tiene casi 20.000 seguidores en todas sus redes.
«No dejo de sorprenderme con que tantas personas me sigan. Ultimamente, siento bastante responsabilidad por eso. Me parece que puedo ayudar alentando, dando consejos y respondiendo todas las preguntas que me dejan», dijo.
«Ser bailarina profesional». El sueño de Paloma Ramírez, que alimenta a diario, aún en tiempos de cuarentena.
¿Un sueño, Paloma? «Ser una bailarina profesional, integrar una compañía y bailar lo máximo que pueda por todo el mundo».
Fuente: Clarín