En el medio de este contexto de parálisis extrema que ha sufrido el sector de las artes escénicas se ha producido un cambio verdaderamente radical que la geografía, entendida como la entendíamos en aquel otro mundo de 7 meses atrás, parecía bloquear. La Argentina por su ubicación tan distante con relación a los otros países en los que el teatro es algo muy significativo en el plano cultural y artístico se mantuvo siempre con cierta sensación de lejanía. Las fronteras, reales y simbólicas, siempre hicieron que el teatro sanjuanino no llegara a Buenos Aires y que el francés se mantuviera distante. Este tiempo en el que el espacio se ha vuelto virtual, y las distancias y los aviones y colectivos han dejado de ser el «medio» por el cual dos personas distantes puedan encontrarse, nos ha permitido verdaderamente estar cerca de aquellos de los que estábamos lejos (al mismo tiempo en el que nos alejó de nuestros afectos cercanos). Toda una paradoja de este nuevo mundo -mal llamada nueva normalidad- que traerá consecuencias inusitadas.
Entre las múltiples opciones que se han generado en los últimos meses una se vuelve de singular importancia: España se acerca a la Argentina, y la Argentina a España en «Teatro y Transición, conversaciones entre profesionales del teatro de España y Argentina sobre desafíos y oportunidades en el contexto actual».
Si siempre fuimos dos sistemas culturales -y teatrales por supuesto- hermanados por una lógica cultural inmensa y liderada por la presencia de una misma lengua, ahora tenemos la posibilidad de imaginar un futuro de manera horizontal y colectiva. Siempre el teatro español tuvo presencia en Argentina, y el teatro argentino y sus artistas una enorme presencia en España, tanto en Madrid como en Barcelona. La lista de actores, directores y dramaturgos radicados en la península Ibérica es tan extensa que nombrar algunos dejaría afuera a demasiados. Pero sí podemos decir que en estos meses que restan de 2020 y mientras Ezeiza continúa cerrado tenemos la opción de encontrarnos con el pensamiento teatral español en relación directa con el argentino. Esto se hará presente en las ya habituales cesiones de Zoom en la que artistas y gestores culturales de ambas nacionalidades tendrán un mano a mano acerca de cómo cada sistema teatral está viviendo el confinamiento (con sus variaciones en cuanto a cierres y aperturas) y más puntualmente cómo cada uno de ellos está imaginando el futuro. Allí radica verdaderamente el atractivo de este ciclo que ya tuvo como interlocutores a Daniel Veronese y a Jorge Telerman, en cruce con Andrés Lima y Ángel Murcia respectivamente, y que tendrá en próximas cesiones a Vivi Tellas (12 de octubre), Sebastián Blutrach (19 de octubre), Alejandro Tantanian (26 de octubre), Laura Yusem (2 de noviembre), Javier Daulte (9 de noviembre) y Rafael Spregelburd (16 de noviembre) por el lado de los argentinos, y a Lucía Carballal, Fefa Noia, Alfredo Sanzol, Laila Ripoll, Lucía Miranda y Denise Despeyroux.
LA NACION conversó con la creadora del ciclo, creado y curado por Puy Navarro y que se puede ver gracias al Centro Cultural España en Buenos Aires(www.cceba.org.ar).
-¿Cuál ha sido la idea para crear este ciclo? ¿A qué «transición» se refiere?
-Estas charlas surgieron de la necesidad solidaria de aunar esfuerzos e ideas para que la producción teatral no se estanque, no se olvide, no se pierda, sino que resurja con mucha más fuerza y repercusión en nuestra sociedad. Con Bautista Logioco diseñamos estas conversaciones con la convicción de poder crear una herramienta de diálogo creativo y verdadera colaboración. Nos encontramos en un momento histórico muy delicado. estamos pasando una pandemia mundial, algo para lo que nadie nos había preparado. Lógicamente lo primero y más importante es la salud de todos los ciudadanos. Por un lado tenemos la naturaleza de este virus que tiene un altísimo riesgo de contagio sin precedentes, y por otro lado tenemos las característica especificas de las representaciones de teatro, el cine, los conciertos, los museos que congregan multitudes y hacen que aumente el riesgo de contacto, con lo cual los gobiernos prohiben hacer ciertas cosas, o implementan normas que a veces se contradicen o, a simple vista, pudieran parecer arbitrarias, y que impiden la continuidad de la creación y representación teatral tal como la conocíamos hasta este momento. A eso me refiero con transición, el cambio constante al que estamos expuestos, y a causa de la magnitud de esta Pandemia, no vamos a volver a la «normalidad» pre-Covid-19. Y confío que este sea un cambio positivo y que se refleje en la calidad de la creación y la creatividad de escritores, directores, productores, técnicos, diseñadores y gestores para seguir adelante. Me gusta pensar que todo pasa por una buena razón, y el simple hecho de que este virus nos haya hecho parar y reflexionar sobre nosotros mismos, sobre suestros valores, sobre lo que nos parece más importante en esta vida, de alguna manera a nivel personal, ya hemos cambiado. Hemos dejado de vivir nuestras vidas en piloto automático y creo que eso se va a reflejar en nuestras próximas creaciones.
-¿Cómo cree que ayuda para un ciclo tan proactivo el cruzar gestores, artistas o productores de dos nacionalidades diferentes?
-Históricamente España y la Argentina tienden a colaborar bastante, y muchos creadores, actores y directores españoles viajan a este país, tanto como artistas argentinos viajan allá. Pero generalmente los contactos se hacen en petit comité, gracias a los festivales o a contactos personales. Estas conversaciones, hacen posible un contacto que, a lo mejor, no se hubiera dado espontáneamente. Precisamente, Daniel Veronese y Andrés Lima, se vieron después de mucho tiempo, y a raíz de esta primera conversación han podido reconectar y hablar de los proyectos personales que cada uno tiene, y de la posibilidad de ayudarse mutuamente. Asimismo abrir la visibilidad y hacer estas charlas públicas creamos un espacio para compartir ideas, puntos de vista y soluciones que pueden ayudar a los creadores que escuchen este ciclo.
–¿Cómo cree que se vive y piensa el teatro argentino en España?
-Por una parte en España se conocen a muchos actores y directores y docentes de teatro, que o viajan a España constantemente o han decidido hacer de España su propio hogar. «Los sospechosos habituales», como Cecilia Roth, Hector, Malena y Ernesto Alterio, Daniel Veronese, Fernando Castets, Ricardo Darín, Juan Diego Botó, Claudio Tolcachir, Pablo Mesiez, Fernanda Orazi, etcétera. Pero por otra, los españoles que no han tenido la oportunidad de viajar a la Argentina no conocen la increíble riqueza teatral que vuestra tierra tiene. El colorido mágico del teatro independiente, la increíble cantidad y calidad de compañías y salas alternativas, y la fidelidad del público que asiste al teatro. Para mí, es sublime.
Fuente: Federico Irazábal, La Nación