La historia de los habitantes de pequeños pueblos de la provincia de Buenos Aires podría contarse a través de sus salas teatrales, epicentros de la vida cultural y social. Sin embargo, gran parte de esos edificios a la italiana o a la española de principios del siglo XX sufrieron décadas de abandono y desidia. Por eso, a fines del año pasado se encaró un plan integral de restauración de ocho sedes emblemáticas, que vuelven a brillar colmadas de un entusiasmado público, que acude a ver obras de teatro y también películas.
El trabajo de los arquitectos no fue simple. Algunas salan estaban directamente cerradas y otras, debido a su mal estado, abrían esporádicamente. Por lo general, casi todas son versiones modestas del Teatro Colón de Buenos Aires, con forma de herradura de estilo neoclásico italiano, o salas rectangulares a la española. Durante años, los vecinos lucharon por conservar sus antiguas butacas, las columnas y las paredes revestidas que conformaban espacios diseñados especialmente para que el público pudiera tener buena acústica y visión desde cualquier lugar. Además, la vida cotidiana de las familias pasaba por esos salones, donde se festejaban desde bautismos hasta casamientos o fiestas de 15.
El proyecto de la puesta en valor comenzó a fines de 2018. A un grupo se lo reacondicionó y se agregó una pantalla de cine, según un plan que impulsó el gobierno provincial en conjunto con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y los municipios. El objetivo es que las salas reinauguradas brinden contenidos nacionales en dos funciones semanales libres y gratuitas. Según Alejandro Gómez, ministro de Gestión Cultural bonaerense, a partir de ahora los vecinos pueden «volver a disfrutar de películas nacionales sin restricciones ni limitaciones económicas o territoriales, sin la necesidad de trasladarse largas distancias».
A unos 150 kilómetros de la Capital, se destaca el Cine Teatro Colón de Baradero, uno de los que recuperaron su esplendor y que ve colmadas sus 750 butacas cada vez que anuncia un espectáculo. Después de pasar por uno de los momentos más tristes de su historia, cuando por falta de mantenimiento se derrumbó el cielorraso de yeso, la sala fue recuperada íntegramente y se le colocó una nueva y moderna pantalla de cine. Se trata del teatro más antiguo de la ciudad, fundado en 1929, perteneciente a la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos.
«Como estoy solo, me gusta ir al cine. Quisiera que la próxima película que den sea de cowboys», dijo Pablo Luis Higuera, de 79 años, mientras bebía un licor en el bar Los Angelitos, donde los parroquianos celebraron el rescate de la sala por la que pasaron varias generaciones de baraderenses.
Salvador Emilio Sabatella, de 38 años, cuya familia es dueña del bar inaugurado en 1890 desde hace 65 años, dijo: «Está mucho mejor el Colón ahora. Se lo veía muy mal por el paso del tiempo. La gente se alegró mucho el día de la inauguración», recordó en relación con agosto pasado, cuando se abrió el cine restaurado para la proyección de La odisea de los giles, filmada en el cercano pueblo de Alsina; cientos de habitantes de ese lugar acudieron emocionados a ver el film. Según el gastronómico, la vuelta del cine reactivó los comercios de la zona: «Salen 200 o 300 personas a las once de la noche y no se van a su casa a comer, sino que vienen acá. Por eso nos alegramos cada vez que hay función», dijo.
«Voy al cine desde que soy chico, soy fanático, y me doy cuenta de que mejoró un montón en varios aspectos. No me voy a perder ninguna función de ahora en más», agregó Facundo Caviedes, de 24.
Como antes
Para que el Colón de Baradero brille como antes se levantó el piso del escenario y «se recuperaron la mayor parte de las butacas, todas de época, como también las sillas, las puertas y las aberturas», explicó la intendenta, Fernanda Antonijevic, en una recorrida por el edificio. Se conserva incluso el proyector de cine original, que funcionó hasta 2013; una vieja lámpara a carbones, el mostrador del quiosco del cine, fotos y cartelería.
Además, se renovó la instalación eléctrica con un tablero trifásico y, para destacar la importancia histórica, se mantuvieron la escalera que era usada por los apuntadores en las obras de teatro y el foso donde la orquesta tocaba la música en vivo.
El listado de salas restauradas en el interior bonaerense para obras teatrales y proyección de films incluye además al Cine Teatro de Salliqueló, también perteneciente a la comunidad italiana, con capacidad para 400 espectadores; el Cine Teatro Italia, en Coronel Suárez, para 700 espectadores, y el Teatro Municipal Milagros de la Vega, de San Cayetano, para 200 personas. Asimismo, se puso en valor el Museo Municipal de Artes Plásticas Faustino Jorge Bonadeo, de la ciudad de Rauch, con 200 butacas.
Por otro lado, existe un grupo de pequeñas salas que estuvieron durante años clausuradas y que volvieron a funcionar solo como teatros. En Lezama se reacondicionó el Teatro Antigua Sociedad de Fomento, que tiene 100 años de antigüedad. Las obras incluyeron el recambio del techo y la renovación del auditorio con 300 butacas.
El Teatro España de Carmen de Patagones es otro edificio centenario, que permaneció cerrado por 15 años. Durante el proceso de restauración, se priorizó preservar la historia del establecimiento -que fue inaugurado en 1922- y modernizar sus instalaciones para permitir su uso pleno. En el exterior se trabajó en la fachada, volviendo a poner en valor las tres puertas originales que daban a la calle. Por último, en Pellegrini reabrió el Teatro Gran Pellegrini, propiedad de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos.
El monto invertido por la provincia para la puesta en valor de las ocho salas es de $578 millones, informó la Subsecretaría de Políticas Culturales del Ministerio de Gestión Cultural bonaerense. A cada uno de los cinco teatros a los que se agregó una pantalla de cine se destinaron $100 millones. A los de Lezama, Carmen de Patagones y Pellegrini, que continúan funcionando solo como teatro, se les asignaron $27 millones, $32 millones y $19 millones, respectivamente.
Fuente: Virginia Mejía, La Nación