“Gordito, prometeme, jurame que vas a pelear para mantener el lugar que el teatro siempre tuvo en el diario la nacion. Jurámelo a los ojos”. Esa fue la sentencia que Susana Freire, periodista y crítica de gran prestigio, le dijo a quien esto escribe, al momento de jubilarse y dejar su amada redacción, hace unos cuantos años. Mujer de teatro y del periodismo, tan testaruda como sabia, dejó una huella inmensa en todos los que compartimos la redacción con ella. Siempre con perfil bajo, no le gustaba la notoriedad. Se jubiló silenciosa y hoy se fue como ella diría: “silbando bajito”, rodeada del amor de su familia, a los 77 años.
Susana Freire fue periodista, dramaturga, directora de teatro, investigadora, crítica teatral y cinematográfica. Durante muchos años fue editora del área teatral de la sección Espectáculos de LA NACION; así como también subeditora de la sección desde fines de los años 90, hasta su retiro. Siempre tuvo el afán de unir y reunir a los críticos de todo el país y así fue como fundó y fue vicepresidenta de Critea (entidad que nuclea a los críticos teatrales de la Argentina).
Freire fue una gran investigadora teatral y buena parte de la preservación del archivo teatral de esta sección es gracias a ella. Fue investigadora de Getea (Grupo de Estudios de Teatro Argentino) y colaboró con Luis Ordaz en dos obras fundamentales del área: Breve historia del teatro argentino (Editorial Claridad) y en Historia del Teatro Argentino (Instituto Nacional del Teatro).
Fue jurado en la Fiesta Nacional de Teatro, en la Secretaría de Cultura de la Nación, en el Fondo Nacional de las Artes, y también en los premios Molière y Florencio Sánchez. Y por supuesto, realizó numerosos escritos esenciales sobre el teatro argentino y mundial, para diferentes entidades educativas; así como para diversos medios de comunicación.
Como dramaturga dejó cinco obras en las que su personalidad está impresa: Marea roja (estrenada en 1990, bajo la dirección de Paula Nader); Aire viciado, que recibió el Primer Premio Iniciación Teatro, otorgado por la Secretaría de Cultura de la Nación, en 1986; Bajo tierra, que recibió el Segundo premio nacional (1985); Cuenta saldada (1989) y Punta inicial (1991), ambas dirigidas también por Paula Nader. Estas obras fueron recopiladas por Torres Agüero Editor.
Hace algunos años encontró en la docencia su lugar, un remanso, al ingresar en la escuela de teatro musical Proscenio. Actualmente está siendo recordada con cariño por muchos de sus alumnos y compañeros en las redes sociales.
Como miembro de la Academia Porteña del Lunfardo, estuvo muy activa hasta el año pasado haciendo unos podcasts imperdibles con personalidades del género.
En esta redacción, la noticia deja un dolor muy fuerte. Mucho de lo que somos y sabemos los que hacemos o hicimos esta sección, se lo debemos a Susana Freire.