Debido a la cuarentena obligatoria, la mayoría de las actividades están frenadas, especialmente las que tienen que ver con el mundo del espectáculo y el teatro. Carlos Rottemberg fue el primer productor que adelantó que en el 2020 no habría actividad teatral y muchos colegas discutieron esas palabras.
“La temporada 2020 está perdida y me parece oportuno que entre nosotros sepamos eso, porque es la manera de poder calcular también desde lo económico cómo vamos a llegar cada uno en su empresa”, expresó el ex productor de Mirtha Legrand generando una gran conmoción en el mundo teatral por la crudeza de sus declaraciones.
“Me imagino este final 2020 inesperado que casi comenzó con la despedida. Esto en teatro nosotros lo llamamos ‘debut y despedida’, porque cuando iba a comenzar la temporada, después del inicio de clases, lo que termino dándose es una bajada de telón inesperada, donde por primera vez en el mundo hoy tenemos las salas cerradas en forma universal. Es increíble que hace pocos días fue el Día internacional del Teatro con todos los teatros cerrados del mundo. Será para recordar”, manifestó.
Ahora el productor teatral envió un plan para organizar la reapertura de las salas a Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; Enrique Avogadro, ministro de la Cultura de la Ciudad; Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata, y a su secretario de cultura, Carlos Balmaceda.
“Vale puntualizar que esta posible hoja de ruta que planteo a mano alzada, siempre la imagino sujeta al resultado sanitario que se experimente durante el mes de mayo, atento a que lo antepongo a cualquier otra prioridad o interés”, aclaró el productor sobre esta propuesta concreta que consta de 6 puntos:
• Abrir espacios “de abajo hacia arriba” en cantidad de personas y/o capacidad nominal, creciendo por períodos quincenales a partir de agosto/septiembre, siempre bajo protocolo sanitario.
• Reconocer, al margen de la autorización para retomar la actividad, que el mismo público tomará su propia dinámica en retornar paulatinamente a las salas. Eso será producto de una lógica primera inercia poscuarentena, más una economía hogareña más dañada que antes del inicio de la pandemia.
• La apertura en la última parte del año que propongo, aunque deficitaria desde lo económico, sería una manera de prepararnos para encarar la temporada 2021 con alguna mejor posibilidad. Serviría a los efectos de “adelantar el miedo” en el público, además de retomar los contratos de trabajo hoy inexistentes.
• En caso de trasladar la apertura de los espectáculos recién al verano se llevaría puesta gran parte de la temporada 2021, anulando además el movimiento del espectáculo fuerte en los centros veraniegos, especialmente de Mar del Plata y Carlos Paz.
• Recordemos que los espectáculos necesitan, a diferencia de un local comercial que puede abrir sus puertas de un día para otro, unos dos meses de preparación previa para ensayos y lanzamiento. Nuestra actividad en un punto se asemeja a lo ya definido para los vuelos de cabotaje, a los cuales se autorizó desde ahora la venta de pasajes para el 1 de septiembre.
• Siempre bajo un protocolo específico para espectáculos públicos acorde a la concurrencia, tener certezas durante el mes de junio también empezaría a tranquilizar a la comunidad artística, hoy sin perspectivas y mayoritariamente angustiada.
Por último, Rottemberg aclaró: «Si logramos mancomunar esfuerzos entre artistas y trabajadores del medio, más empresas y autoridades, podríamos soñar en terminar el año mejor que como lo comenzamos. ¡Y bien sabemos que también de soñar se trata el espectáculo!”.
Fuente: Infobae