En el afán de esquivar los límites del aislamiento, la Harry Potter Book Night celebró su sexta edición y llevó la magia desde la embajada británica hasta hogares de todo el país en su primera convocatoria virtual. Como la cita ineludible del verano en que se ha convertido para los más fieles lectores de la saga, este año la propuesta invitó a participar en sus actividades, a través de una transmisión en vivo en www.youtube.com/ukinargentina
Organizado en combinación con FanCon, el encuentro se trasladó de los jardines de la residencia al interior de la distinguida casona. Algunos de los personajes literarios creados por J. K. Rowling recorrieron así sus pasillos y habitaciones, y fueron los protagonistas de una lectura compartida, de una clase de pociones, de una trivia interactiva –a la que se pudo acceder mediante un link que se comunicó en directo– y del ya tradicional concurso de disfraces.
A lo largo del año de encierro por la pandemia, la lectura de los libros del mago sirvió de antídoto a la hora de ampliar los límites de la imaginación y desafiar al aislamiento: la Pottermanía avanzó con éxitos de ventas en el país. Los libros de Harry Potter se ubicaron en el top ten del ranking de los más vendidos en 2020, no solo en la categoría infantil y juvenil sino en el listado general. La nueva colección, en formato bolsillo, con tapas ilustradas por Jonny Duddle, fue esta vez el puntapié del boom comercial. A pesar de que su reputación estuvo en jaque, J. K. Rowling publicó el año pasado un nuevo libro, The Ickabog.
Para la celebración en la embajada, se eligió como temática un pasaje del primer libro de la saga, referido al Callejón Diagon, el centro de compras donde los magos y hechiceros consiguen todo lo que necesitan para su oficio: varitas mágicas, túnicas, libros, pócimas, escobas y más ingredientes sagrados para el relato fantástico.
En el universo Rowling, el callejón es un área adoquinada creada para el mundo mágico, donde los estudiantes de Hogwarts pueden comprar los suministros necesarios para sus actividades. Se ubica en una zona comercial de Londres, detrás de un pub llamado el Caldero chorreante. Por este espacio, particularmente extenso, se distribuye una variedad de restaurantes, tiendas y lugares de interés, algunos incluso provistos de mesas en el frente con sombrillas de colores que llaman la atención de los aprendices de hechicería. Durante los días o semanas previos al comienzo de las clases en Hogwarts, el lugar se llena de brujas y magos, aunque los establecimientos permanecen abiertos durante todo el año. Todos los artículos en la lista de materiales de los estudiantes se pueden adquirir en el espacio del callejón, que se encuentra completamente oculto a los ojos del mundo muggle –como se nombra a los humanos que carecen de habilidades mágicas– y fuera de sus límites. En el relato, al callejón se accede desde el Londres real a través del Caldero chorreante, situado en Charing Cross Road y emplazado entre una librería y una tienda de discos.
Sobre este convocante rincón versó la lectura en la residencia británica. En relación con la convocatoria, el embajador Mark Kent hizo extensiva la invitación a todos los niños, jóvenes y adultos del país que quisieron sumarse y participar, un punto a favor de la conexión remota, ya que tanto por la capacidad del predio como por las distancias geográficas, no todos pueden hacerlo. “A pesar de que este año no vamos a poder disfrutar del jardín, queremos aprovechar la oportunidad que nos brinda la virtualidad para que más personas puedan disfrutar de Harry Potter, de sus libros y de todo su mundo mágico”, señala Kent.
La noche dedicada a los libros del joven mago es una iniciativa que fue creada por la editorial británica Bloomsbury para incentivar la lectura y celebrar la literatura fantástica en todo el mundo. En Argentina, se realiza todos los años, el primer jueves de febrero.
Fuente: Cecilia Márquez, La Nación