En una entrevista, cuando le preguntaron a Bertolt Brecht qué era lo más importante del teatro, si el texto, el escenario o los actores, dijo: «Su sentido es decir aquello que tiene importancia desde el punto de vista social». Para este dramaturgo alemán, fallecido el 14 de agosto de 1956 en Berlín Este a causa de una trombosis coronaria (hace exactamente 63 años), el arte tiene una función muy específica: provocar en el espectador una reacción que lo saque del aburrimiento y de la pasividad política.
Nacido como Eugen Berthold Friedrich Brecht en 1898 en Augsburgo, fue un renombrado intelectual y un singular escritor, sobre todo de obras de teatro. Ya de chico, en la escuela, se destacó por su capacidad argumentativa y su rebeldía intelectual, a tal punto que criticó al bachillerato donde cursaba con un ensayo sobre el poeta Horacio que decía: «Dulce y honorable es morir por la patria». Eso que pregonaba el colegio, Brecht lo calificaba de «propaganda dirigida» en la que solo los «tontos» caen. Terminó en escándalo: lo expulsaron.
Estudió Medicina pero interrumpió la carrera con el servicio militar, en el marco de la Primera Guerra Mundial. Su ópera prima, dentro del teatro, la hizo a los veinte años: Baal, cuyo personaje principal es un poeta y asesino. Para esa época se convirtió en padre por primera vez. También empezó a escribir con mayor compromiso —influenciado por el marxismo— y la decisión inclaudicable de que, para él, el teatro no puede ser imparcial, objetivo y frío. El arte, según Brecht, es una brasa revolucionaria. Sólo hay que convertirla en fuego.
Su militancia política desde el arte se mantuvo en la línea antifascista. «Luchar contra el fascismo es luchar contra el capitalismo», decía. Así, creó piezas teatrales importantísimas, algunas más explícitas, otras más metafóricas, pero siempre con una clara intención: la de provocar en el espectador una reacción que lo saque del aburrimiento y de la pasividad política. Y ahora, en esta nota, repasamos su obra con seis hitos.
La primera a destacar es Tambores en la noche, escrita en 1919, uno de sus primeros textos. Fue puesta en escena por primera vez el 29 de septiembre de 1922 en el Teatro de Cámara de Múnich. Generó una gran polémica en la opinión pública debido a que su contenido hablaba de la Rebelión Espartaquista, que le costó la vida a Rosa Luxemburgo, asesinada por la policía. Fue la primera obra de teatro que puso en escena este tema, tan latente y a la vez tan silenciado. En un principio pensó titularla «Espartaco», pero prefirió ser un poco más sutil.
Tal vez la más conocida sea La vida de Galileo de 1939. Ambientada en 1609, la pieza se centra en los últimos años de vida del investigador italiano Galileo Galilei y todo el calvario que sufrió al hacer públicos sus descubrimientos sobre el sistema solar, cuando recibió la condena de la jerarquía eclesiástica. El texto tuvo dos modificaciones: entre 1945 y 1947 Brecht escribió una segunda versión en colaboración con Charles Laughton para adaptarla a la audiencia estadounidense, además de una tercera versión fechada en 1955.
Escrita en su exilio en una isla del estrecho de Dinamarca, Terror y miseria del tercer Reich (conocida también como La vida privada de la Raza Superior) es una famosa pieza teatral estrenada en 1938. «Un catálogo de historias» —como él mismo la definió—, una sucesión de historias dentro de la Alemania nazi de los años treinta entre la humillación, la persecución y el terror. De esa Alemania se estaba escapando Brecht.
Otra pieza fundamental de su obra es Madre Coraje y sus hijos. Fue escrita en poco más de un mes, durante su exilio, esta vez en en la isla de Lindingo, Suecia, año 1939. Se estrenó dos años después en Zúrich. El argumento se ubica durante la Guerra de los treinta años donde la Madre Coraje es una astuta vendedora ambulante que para sobrevivir sortea las diferencias entre católicos y protestantes. Para obtener beneficios vende a sus tres hijos. Una obra fuerte, impactante y sumamente moral.
Una cuarta obra para destacar dentro de la dramaturgia de Brecht es El círculo de tiza caucasiano, teatro épico, dramático y extenso que se estrenó en 1948 en Northfield, Minnesota, Estados Unidos. Fue escrita entre 1944 y 1945 en Santa Mónica. Recién llegaría a Alemania en 1954. Basada en el cuento El círculo de tiza del escritor chino Li Xingdao, la obra está ambientada en la Georgia soviética de posguerra y retrata una disputa por tierras.
Y la última escogida para este breve selección —que tiene por objetivo un acercamiento a la obra de Brecht— es Turandot o el congreso de los blanqueadores, una comedia épica que funciona como sátira en referencia al papel de los intelectuales en una sociedad capitalista sólo que en la ficción el contexto es la China milenaria: el emperador convoca a los intelectuales cuando la economía se desestabiliza por una superproducción de algodón. Se escribió entre 1953 y 1954 pero quedó inconclusa. Se estrenó de forma póstuma 1969 en Zurich, dirigida por Benno Besson y música de Yehoshua Lakner.
Fuente: Infobae