El martes 20 de agosto cierra la inscripción para el concurso convocado por el Teatro Colón por el que se cubrirán veinticuatro puestos en la categoría de cuerpo de baile. El jurado estará conformado por Paloma Herrera, directora de la compañía, Ernesto Arturo Diemecke, director artístico del Teatro Colón; Sabrina Streiff, representando a la carrera de Danza del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón; Kevin O’Hare y Manuel Legris, dos figuras invitadas de gran trayectoria internacional, e Iara Fassi y Julián Galván, bailarines pertenecientes al cuerpo estable del Colón. Son muy detalladas las especificaciones que figuran en el llamado a concurso y pueden encontrarse en el sitio web del Colón ( https://teatrocolon.org.ar/es/concursos/ballet-estable-eatc) o en el teatro mismo (Cerrito 624). El último concurso fue en 2016.
Es interesante conocer la opinión de Paloma Herrera sobre este acontecimiento y temas conexos. -¿Qué cualidades se buscan hoy en un integrante del cuerpo de baile? -Algo no muy distinto de lo que se busca en un solista o un primer bailarín: cosas básicas como qué tipo de escuela tiene, sus pies, piernas, brazos. Pero también son importantes la musicalidad, la facilidad para captar los pasos que tiene que aprender y la atención; es decir esas cualidades fundamentales que hacen la diferencia entre un estudiante y un bailarín profesional, alguien que pueda resolver un problema mientras baila.
-¿Cómo ves al Ballet del Colón en relación a otras compañías del mundo? -Muy bien, me siento muy orgullosa de verlos durante las funciones. Tienen un nivel comparable a la de otras compañías internacionales. Es por eso que me gusta que se den los espectáculos del Ballet por streaming, se pasan en el mundo entero. Si no fuera así diría (se ríe) ¡mejor no lo suban! Es fantástico poder presentar los títulos que hacemos, con la escenografía del Teatro -con todo lo que eso significa, no un simple telón de fondo-, quiero decir, son grandes producciones. Por supuesto que siempre puede aspirarse a más y mejor, siempre. Y por eso me parece importante que vengan de afuera maestros, bailarines invitados, coreógrafos. Ahora están trabajando con nosotros Jean-Christophe Lesage y Anne Salmon en el montaje de La Sylphide y sé que están muy contentos, como viene ocurriendo con la gente que viene a colaborar con el Ballet, porque también ven que hay mucha disponibilidad de la compañía para bailar estilos muy diferentes, desde lo más clásico del repertorio hasta obras contemporáneas.
-Sin duda, la mayoría de los bailarines que se presenten al concurso habrán sido alumnos del Instituto de Artes del Teatro Colón. ¿Considerás que hay algo propio en esta escuela, un estilo que permite identificarla?
-No, creo en todo caso que es una linda mezcla. No es reconocible como la escuela francesa o la rusa, que ves un bailarín caminando y ya te das cuenta la formación que tiene. O la escuela cubana. La escuela del Colón está influida por la rusa, por la cubana –pensá que Alicia Alonso vino mucho a la Argentina, es decir, es una combinación de elementos excelentes. Y por otro lado, el hecho de que el Instituto del Colón sea gratuito permite que salgan de allí los mejores. Es por eso que hubo y hay tantos bailarines argentinos talentosos, aquí y en mundo. Porque si de los 500 aspirantes –ése era el número cuando yo me presenté- quedan 100, esos son los mejores; no los que pueden pagar, sino los mejores.
Fuente: Clarín