El 5 de marzo Guillermo Francella, Florencia Peña, Luisana Lopilato, Darío Lopilato, Marcelo De Bellis y Jorgelina Aruzzi se bajaron del escenario del Teatro Gran Rex pensando que se despedían definitivamente de sus personajes (de los inefables Pepe, Moni, Paola, Coqui, Dardo y Azucena) y del clamor popular que habían suscitado a lo largo de dos meses de funciones. La versión teatral de la sitcom Casados con hijos no podría haber sido más exitosa: 195.000 espectadores en 95 representaciones, a razón de más de 2000 por función; un fenómeno que no se veía desde hacía décadas en la avenida Corrientes y que incluso llegó a superar a la histórica e imbatible temporada marplatense de Alberto Olmedocon El negro no puede (que había registrado una venta de 118.500 entradas, en el verano de 1987). Motivo más que suficiente para sentirse felices y orgullosos y atesorar la experiencia para siempre.
Pero el teatro, y los productores, claro, tienen su lógica, que varía pendularmente. Y lo que un día puede darse por pasado otro puede convertirse nuevamente en presente. Lo concreto es que si bien aún no se ha anunciado oficialmente, la versión teatral de Casados con hijos volverá a ocupar un escenario. Pero no uno porteño, como se podría presumir, sino uno de la ciudad de Córdoba. El lugar elegido es La Plaza de la Música, la moderna sala de conciertos de la capital serrana (con capacidad para 2.300 personas, en su formato auditorio). Allí la obra se podrá ver durante todas las vacaciones de invierno, en dos funciones diarias. Al estar ubicada la provincia en el centro del país, se infiere que la movida intentará llegar a la mayor cantidad de gente posible del interior, sobre todo a las de las provincias del norte. Esto sin descartar en absoluto al público local cordobés, de gran tradición teatral, que es mucho y notorio.
La gran incógnita es si Luisana Lopilato será de la partida o no en este segundo tiempo del “evento especial”, tal como la producción eligió calificar el traspaso de Casados con hijos al teatro en su momento. En un principio se pensó que la dilación en su respuesta se debía a la educación escolar de sus hijos, que se vería nuevamente afectada, como ocurrió durante los dos meses de funciones recientes, en que debieron optar por clases virtuales, pero al parecer el motivo sería otro: la gira internacional de su marido, el cantante crossover Michael Bublé. La familia había decidido mantenerse junta durante toda la turné, viajando en bloque de ciudad en ciudad, y si Luisana y sus hijos regresan a la Argentina (aunque sólo sea por unas semanas) se rompería el acuerdo. En caso de que la actriz no participe de la reposición de la obra no será reemplazada por otra intérprete. “De ninguna manera –comentó a este diario Gustavo Yankelevich, el productor general y artífice principal del fenómeno de Casados con hijos en el teatro. “En ese caso se acomodaría el libro”, agregó.
A partir de este regreso (breve por cierto, pero regreso al fin) sería lícito pensar en un tercer tiempo del espectáculo, tal vez en una gira posterior por distintas plazas del país. Desde la producción, sin embargo, son categóricos: “En Córdoba se termina Casados con hijos, no hay ningún posibilidad de que hagan gira ni de que se vuelvan a juntar”, aseguran. ¿Y si de repente surgiera una propuesta millonaria para hacer temporada en Mar del Plata? “Imposible”, concluyen. Estas respuestas definitivas se podrían deber a compromisos laborales asumidos previamente por los actores como, tal vez, a objetivos de la producción mucho más ambiciosos. No hay que olvidar que desde que Casados con hijos bajó de cartel se empezó a especular con el regreso de los Argento a la televisión (en lo que sería una tercer temporada de la versión local de la sitcom norteamericana, a diecisiete años de la grabación del último capítulo) y hasta con la realización de una película que los tendría como protagonistas. Hoy nadie confirma ni niega estas versiones.
Cabe recordar que al momento de su estreno en Buenos Aires, el pasado 5 de enero, LA NACION calificó al espectáculo de Muy Bueno, en una reseña titulada “En Casados con hijos hay diversión asegurada: la química y la gracia de la pantalla se redobla en el teatro”. Y sostenía lo siguiente: “Fiel a su origen de sitcom, lo que prevalece e importa en esta traslación de Casados con hijos a un escenario son las situaciones más que la historia a contar, que de todos modos existe y es muy graciosa. Por eso era muy importante constatar si la química entre los actores seguía intacta a diecisiete años de la finalización de las grabaciones, porque en sus duelos actorales se basaba el éxito del cicle. En ese sentido, la prueba fue ampliamente superada y lo que hoy sucede entre ellos hasta podría hacer fantasear con un regreso de los Argento y sus vecinos a los sets televisivos”. Por último, concluía: “gracias al elenco Casados con hijos hace historia: logra que la magia de la televisión se reproduzca después de tanto tiempo (y hasta se redoble) en el teatro y que la propuesta se convierta en un fenómeno de boleterías –sólo comparable a los conciertos multitudinarios– como no se veía desde hacía años en el circuito teatral comercial”.
Fuente: Gustavo Lladós, La Nación