Al tiempo que precipitó el colapso del comunismo en el bloque soviético, la caída del Muro de Berlín -de la que en pocos días se cumplirán 30 años- simbolizó el final de la Guerra Fría y el comienzo de un nuevo orden marcado por el avance de la democracia liberal y la expansión de la economía de mercado bajo la hegemonía de Estados Unidos.