En un concierto memorable, el ruso Alexey Sychev salió ganador frente a su compatriota Ilya Ramlav y el hongkonés Aristo Sham. El 30 de junio, los tres pianistas se presentaron en Buenos Aires, en un recital gratuito en el CCK.
En su segunda edición, el Concurso Internacional de Piano de Tucumán logró afianzarse como un certamen de enorme relevancia para el país –el único de esta naturaleza, en la actualidad–, cuestionando la tradicional centralidad de Buenos Aires y estimulando el desarrollo de un importante foco cultural en el Noroeste argentino.
En la noche del viernes tuvo lugar un torneo vibrante que el público del Teatro San Martín acompañó con calidez y empatía. Dos pianistas rusos, graduados del Conservatorio Tchaikovsky de Moscú –Ilya Ramlav (27) y Alexey Sychev (30)–, se enfrentaron a Aristo Sham (23), joven músico que se formó inicialmente en la Academia de Artes de la Interpretación de Hong Kong.
Tras una breve puesta en común, el jurado otorgó el primer premio a Alexey Sychev. Aristo Sham recibió el segundo título e Ilya Ramlav, el tercero. Presidido por el célebre pianista argentino Nelson Goerner, el jurado también reunió un elenco internacional: en sucesivas jornadas, las reconocidas pianistas argentinas Valentina Díaz-Frénot, Celina Lis y Estela Telerman deliberaron junto al croata Goran Filipec.
Los tres finalistas del certamen: Aristo Sham, Alexey Sychev e Ilya Ramlav. Foto: Liyi Salgado
La sala del Teatro, con lugar para unas 800 localidades, estuvo colmada de un público entusiasta. Y entre los concurrentes, no faltaron autoridades del gobierno provincial.
Los tres solistas se presentaron junto a la Orquesta Estable de Tucumán, dirigida por el maestro Alejandro Jassan tras sólo dos jornadas de ensayos. Compareciendo en último lugar, Alexey Sychev dio sobradas muestras de virtuosismo en la ejecución del Concierto N° 1 en mi bemol mayor de Franz Liszt. Logró dialogar con la orquesta, resolver con idoneidad los pasajes más vertiginosos e integrar en un todo orgánico los contrastes y discontinuidades que caracterizan la obra. De ese modo, desplegó una versión convincente de esta ardua composición que se debate entre el ímpetu y el lirismo.
En la performance de Sychev se apreció el aplomo de un pianista de fuste. Luego de su paso por el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú, el músico ruso continuó formándose en instituciones de Salzburgo, Viena y Münster. Fue galardonado en numerosos concursos internacionales. Entre ellos, se destaca el Premio Franz Liszt, que recibió de manos de Martha Argerich en 2009. Ha interactuado con grandes orquestas de EEUU y Europa, y también es notable su experiencia como solista. Si bien ya ha tocado en Chile y en Brasil, ésta fue su primera presentación en la Argentina.
Previamente, Ilya Ramlav interpretó el Concierto N° 1 en mi menor, op. 11, de Frédéric Chopin. Lo hizo con refinada sobriedad, por momentos algo distante. En general, su performance trasuntó cierta inseguridad, sobre todo en los pasajes veloces.
Por su parte, Aristo Sham abordó el Concierto N° 4 en sol mayor, op. 58, de Ludwig van Beethoven, una obra que exige múltiples destrezas y, sobre todo, una enorme madurez expresiva; en la versión del hongkonés, sobre la cual cabe emitir algunos reparos, se adivina sin embargo la presencia de un músico con gran potencial y futuro. (A modo de introducción al certamen, Aristo Sham también interpretó las Variaciones Gregorianas, op. 15, de Roberto Caamaño: rica en osadías armónicas y rítmicas, esta rara pieza fue la composición argentina impuesta que, en una fase previa, le valió un premio especial a la mejor ejecución).
Aristo Sham. Foto: Liyi Salgado
Para acceder al concurso, los aspirantes tuvieron que postear en YouTube un demo filmado de una duración entre 20 y 30 minutos. Cabía preguntarse si el procedimiento de preselección online supone alguna dificultad al momento de reconocer las habilidades de los intérpretes.
Nelson Goerner despejó nuestras dudas: «Yo diría que, en muchos casos, las virtudes de un intérprete en general son visibles ni bien empieza a tocar». Y afirmó: «Yo creo mucho en lo que se llama ‘la voz’ de un intérprete: ese ‘algo’ que te pertenece únicamente a vos, que revela cómo decís una obra musical, cómo la pensás, cómo la plasmás en el instrumento. Claro que nada puede reemplazar jamás la presencia de la persona ahí, en el escenario… Pero esa cualidad personal podés apreciarla inclusive a través de un link de YouTube».
Los miembros del jurado 2019: Celina Lis, Estela Telerman, Nelson Goerner, Valentina Díaz-Frénot y Goran Filipec. Foto: Gerardo Iratchet.
De Tucumán al resto del país
El lunes 24, en el Teatro San Martín, Goran Filipec tuvo a cargo el concierto de apertura del Concurso. El pianista croata reiteró el recital que había ofrecido dos días antes en el Salón Dorado del Teatro Colón de Buenos Aires, con un programa íntegramente dedicado a la obra de Franz Liszt.
En la noche de este sábado 29, también en el Teatro San Martín, tendrá lugar el esperado concierto de Nelson Goerner que pone punto final al certamen. A partir de las 21:00, podrán escucharse los dos Nocturnos, op. 48 de Chopin, la Blumenstück («Pieza floral»), op. 19, de Robert Schumann y la Sonata para piano N° 23, op. 57, «Appassionata«, de Beethoven. Los oyentes también podrán conocer una obra muy poco frecuentada: las Variaciones y fuga sobre un tema original, op. 23, del polaco Ignacy Paderewski.»Estoy muy contento de poder traer a Tucumán la obra de Paderewski, porque acá no se ha tocado nunca», confesó Goerner. «Ocurre lo mismo que cuando la he presentado en otras partes: ¡es una completa novedad! Dentro de la tradición del romanticismo tardío, Paderewski tiene una voz muy original, que no ha sido suficientemente reconocida».
Ilya Ramlav. Foto: Liyi Salgado
Aunque reside en Suiza y viaja dando conciertos por el mundo entero, Nelson Goerner suele venir con mucha frecuencia a la Argentina. El recital de esta noche, sin embargo, será la única presentación musical que realizará en nuestro país durante el 2019: «Para mí, que soy del Interior [N. del R: Goerner nació en la ciudad de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires], esto es algo que me llega mucho. Es muy importante que se generen otros polos culturales en el país, a los que tal vez no se les da la suficiente relevancia, o que no tienen suficiente acompañamiento de la prensa. Y es una pena, porque eso hace que la visión esté concentrada en Buenos Aires y sus alrededores».
En la misma línea, Goerner destacó la dimensión federal del evento que organiza el Ente de Cultura de Tucumán junto a la Universidad de San Pablo-T: «El hecho de que una de nuestras provincias sea la sede del concurso es todavía más significativo. También por el hecho de descentralizar la actividad. Y para que, internacionalmente, se conozca lo que es el Interior del país. Para que se conozca que, en el Interior, hay cultura verdadera; en otras palabras: espacios donde genuinamente se fomenta la cultura».
El próximo año, Ilya Ramlav, Alexey Sychev y Aristo Sham volverán a la Argentina para tocar en el ciclo del «Septiembre Musical Tucumano» y en diversos conciertos en las provincias del norte de nuestro país. Pero los impacientes no tendrán que esperar al 2020. Porque, tal como adelantamos, el público de Buenos Aires podrá escuchar este domingo a los tres finalistas en un recital que comenzará a las 19:00 en el CCK. Será la ocasión ideal para que nuevos oyentes comiencen a conocer y apreciar a estos jóvenes intérpretes.
Aunque todas las etapas de este concurso se desarrollaron en San Miguel de Tucumán, también el público porteño pudo escuchar muy pronto a este virtuoso trío de artistas con perfiles y temperamentos tan disímiles. El domingo 30 de junio a las 19:00, Alexey Sychev, Aristo Sham e Ilya Ramlav se presentaron en Buenos Aires, en un recital que cuenta con el auspicio del Mozarteum Argentino. El concierto tuvo lugar en la Sala Argentina del CCK (Sarmiento 151), con entrada libre y gratuita.
Nelson Goerner. Foto: Gerardo Iratchet
Un certamen de relevancia internacional
La primera edición del Concierto Internacional de Piano de Tucumán se remonta al año 2016 y coincidió con los festejos por el Bicentenario de la Independencia Argentina. En esa ocasión, el ucraniano Dmytro Choni ganó el Primer Premio. Organizado por la Universidad de San Pablo-T y el Ente Cultural de Tucumán, el certamen se dirige a pianistas entre los 18 y 32 años.
Tanto el profesor Mauricio Guzmán, integrante del Comité Organizador, como la doctora Catalina Inés Lonac, fundadora de la Universidad de San Pablo-T, coincidieron en subrayar la creciente relevancia de un concurso que ya logró arraigarse en la escena argentina y que aspira a repetirse cada tres años. Y que también cuenta con el aliciente económico de sus variados galardones: el primer premio es de 6.000 dólares, el segundo de 4.000 y el tercero de 2000. (Por otra parte, se concede un cuarto premio de 1.000 dólares a la mejor ejecución de la obra argentina impuesta.)
Este año fueron 46 los jóvenes pianistas que se presentaron a la convocatoria, número similar al que se registró en la primera edición del certamen. El pasado 24 de junio, nueve músicos seleccionados por el jurado llegaron a la provincia para competir en el escenario del Teatro San Martín (por diversos motivos, tres de los doce instrumentistas escogidos no pudieron asistir a las etapas presenciales del certamen).
Junto a los tres finalistas, completaron este grupo cosmopolita la noruega Marina Kan, la suiza Fanny Monnet, la argentina Natalia Suriano, el español Raúl Canosa, la peruana Priscila Navarro y la norteamericana Rachel Breen. Y hay que destacar que, en la ronda de semifinales del miércoles 26, Raúl Canosa y Fanny Monnet obtuvieron sendas menciones de honor.
El Concurso se desplegó en cuatro etapas: una preselección online, a través de YouTube y, ya en modalidad presencial, una prueba eliminatoria, una semifinal y una prueba final con orquesta. Las tres últimas fases se llevaron a cabo en el Teatro San Martín y el público pudo acompañarlas en un crescendo gradual de expectativas. En cuanto al repertorio que podían explorar los concursantes, se privilegió una gran libertad de elección, dentro de ciertas pautas que, en cada caso, señalaban el período y tipo de pieza que debían escogerse, en un arco que iba desde los períodos barroco y clásico hasta la música de los los siglos XX y XXI, pasando por el Romanticismo. La única composición impuesta fue la obra de Roberto Caamaño anteriormente citada.
Fuente: Por Rodolfo Biscia, Infobae.