Todo empezó como un juego en las oficinas de una editorial. En 2016, Juan Bergerot y Max Rompo empezaron a compartir escritorio en Penguin Random House, y también ideas para algún proyecto conjunto. De pronto, apareció el germen de The Papertracks, una serie de títulos populares ilustrados únicamente con portadas de discos muy conocidas. «Cuando nos dimos cuenta de que teníamos más de cien títulos pensados, elegimos un nombre y empezamos a subir los diseños a las redes», cuenta Max. Muy pronto, varios escritores argentinos dieron el visto bueno para que sus propios libros cambien su arte de tapa original (hay, por ejemplo, una versión deHistoria del pelo, de Alan Pauls, con la tapa de Queen II y una de Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez, con LP1 de la británica FKA Twigs) y se sumaran de ese modo a un catálogo lleno de buenas ideas ( El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, combinado con la famosa foto de tapa de Patti Smith para su álbumHorses, tomada por Robert Mapplethorpe; Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, con Heathen, de David Bowie; El nombre de la rosa, de Umberto Eco, con Blood Sugar Sex Magik, de Red Hot Chili Peppers). Son más de 200 diseños terminados que pueden encontrarse en www.thepapertracks.com (también, @thepapertracks en Instagram) y que han llamado la atención de la prestigiosa directora de arte de Penguin Poetry, Margaret Payette, y el artista ruso Igor Lipchanskiy, responsable de un proyecto muy viralizado de intervención sobre tapas de discos famosos, desde su cuentawww.instagram.com/igor.lipchanskiy
Rompo diseña libros y música con Penguin Random House y Fito Páez. Lo ha hecho también para el Festival Internacional de Jazz en Claypole, el Ministerio de Cultura, el Centro Cultural Kirchner, Art Basel Cities y los editores de arte Kültur Büro Barcelona y JRP|Ringier. Bergerot es Digital Product Manager de Penguin y trabaja en desarrollo de nuevas tecnologías en la industria editorial. También es productor de audiolibros. Se formó en Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires.
¿Cómo se define cada tapa? Con varios criterios, asegura Rompo: «La constante es la voluntad de sintetizar la complejidad de un libro con la tapa de un disco. Doscientos títulos después de haber empezado, cada portada sigue siendo un desafío para nosotros. Podemos elegir la imagen pensando en lo más conocido del autor (el caso de La interpretación de los sueños, de Sigmund Freud), o en el argumento de una novela (el de El nombre de la rosa). También, puede ayudar algún otro aspecto relevante de un cada libro. Al mismo tiempo, nos tomamos la licencia de contar algo que pueda exceder estas cosas, como en el caso del libro México 86. Así ganamos la Copa, el libro de Diego Maradona» (aparece la célebre y polémica portada del single God the Save the Queen, de los Sex Pistols, que alteró a la monarquía inglesa).
Como la circulación del material es, al menos por ahora, restringida, no hubo que tramitar permisos con los artistas o las discográficas. «No perseguimos ningún fin comercial, así que no debería haber problema. Por las dudas, cada vez que alguien del departamento de derechos de autor de la editorial pasa por nuestro escritorio, tapamos las pantallas», bromea Max.
Por el momento, todas las combinaciones han sido celebradas en las redes con un entusiasmo parecido. «Nuestras cuentas en redes despiertan el interés de seguidores muy disímiles, afines a la literatura, el diseño y la música -apunta Max-. Esto también nos permite ir variando la estrategia para hablarle a cada perfil», agrega. Hoy por hoy, las más exitosas -a juzgar por la cantidad de corazoncitos que se ganaron- son las que cruzan La República, de Platón, con El lado oscuro de la luna, de Pink Floyd, y El manifiesto comunista, de Karl Marx y Friedrich Engels, con St. Anger, de Metallica).
Hace un tiempo, Gastón Pérsico, otro conocido diseñador gráfico argentino, había ideado Heavy Mental, un proyecto con claros puntos de contacto con The Papertracks: invitó a bandas argentinas de metal a experimentar con textos de pensadores contemporáneos como Michel Foucault, Georges Bataille, Slavoj Zizek y Félix Guattari.
«Son ideas que nacen del amor por los libros y los discos -señala Rompo-. Somos personas que arrastramos una perpetua mezcla de goce y nostalgia… Vivimos buscando huellas de esas joyas y, con cada anécdota, estudio o referencia, vamos formando un universo de percepciones que compartimos con cómplices desconocidos. Cuando uno de estos papertracks consigue agregar una nueva entrada a ese universo, el efecto es mucho más intenso y polisémico. Es el caso de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y el Sgt. Pepper’s, de los Beatles«.
Para Max y su socio Juan, el mayor punto de interés con estos trabajos es ensayar periódicamente con diferentes técnicas de edición y «mostrar cómo el sentido se puede dirigir, expandir o limitar». ¿Podemos pensar en Drácula cuando nos topamos con una imagen de Marilyn Manson? ¿O con Frankenstein con una del Lou Reed semitravestido de la época de Transformer? ¿Se puede añadir un significado más a todos los que ya disparó la interpretadísima tapa de Abbey Road, vinculándola nada menos que con un clásico de la literatura científica como El origen de las especies, de Charles Darwin? Claro que sí, basta con darse una vuelta por el muestrario online de The Papertracks, disfrutar de sus ingeniosas asociaciones y, por qué no, empezar a imaginar las propias.