Sebastián Reinholz, Agustín Insausti, Oscar Granieri y Mario Barassi, junto con Pablo Diez integran la formación actual de la banda. Foto: Juan Manuel Foglia
Para los Super Ratones, hasta hace un par de semanas la satisfacción y la excitación de editar un álbum era una sensación casi perdida en el tiempo.
La publicación de Super Ratones, en 2009, inauguró un silencio discográfico que la muerte del baterista, cantante y cofundador del grupo, José Luis ‘Person’ Properzi, ocurrida en noviembre de 2015, extendió hasta el reciente lanzamiento de Carreras de aviones.
“Me acuerdo que terminamos, y al final de Amen se escucha la voz de Person diciendo ‘sí’; y que se lo mostré a mi mujer y me puse a llorar como un nene. No podía parar. Era la sensación de haber terminado la tarea titánica de hacer el disco después de todo lo que había sucedido”, cuenta Mario Barassi, quien hoy asume la voz principal de la banda formada en Mar del Plata en 1985, que también integran Oscar Granieri, Agustín Insausti, Sebastián Reinholz y Pablo Diez.
La reacción, recuerdan, fue similar cuando la escucha fue compartida por todos, que ahora, a la distancia, coinciden en que Carreras de aviones es como un telón que se cierra, y otro que se abre casi inmediatamente, en la historia del grupo.
Buen humor, es uno de los temas que Person aportó al álbum, y el que reina entre los integrantes de la banda. (Foto: Juan Manuel Foglia)
-¿La muerte de Person los hizo pensar en dejar de tocar?
Barassi: No, nunca nos planteamos terminar. Y Person insistió en eso. Nos dijo que pasáramos sus canciones por el filtro del grupo, y terminamos negociando que si decidíamos que apareciera fuera algo sutil.
-La línea que separa el recuerdo del golpe bajo suele ser muy delgada.
Barassi: Sí, y la idea era que no fuera un homenaje o algo así. Eso lo teníamos bastante claro.
Insausti: Intentamos que no fuera un golpe bajo. Por otra parte, mientras lo hacíamos, teníamos que hacer la música sin deternernos en la tristeza e ir para delante, aunque Person estaba ahí, en los auriculares. Lo escuchamos aún cuando no está. ¡Y no es un pedo místico! Hay algo en la construcción de los coros, de las armonías, que hace que esté aunque no sea así.
Barassi: Person no está. Esa es una realidad. Pero al mismo tiempo está presente. Es difícil de explicar. Nos tiró una posta: que las canciones van a seguir vivas mientras quienes las hacen las sigan interpretando.
-En el disco hay muchos invitados. Como si hubieran recurrido a ‘una pequeña ayudita de sus amigos’ en busca de contención. ¿Fue así?
Barassi: Es bastante común que tengamos invitados, pero es cierto que nuestros amigos fueron un factor de contención muy grande. Sólo que tenemos la suerte de tener amigos célebres en la música. Además, para un disco que iba a tomarnos cinco años terminaron pasando diez. Entonces, todas las ideas que teníamos acumuladas se tenían que plasmar en el disco.
-¿Como aparece entre un Les Luthiers como Jorge Maronna entre Los Tipitos, Manuel Moretti de Estelares y Richard Coleman?
Insausti: Es su tercera participación en un disco nuestro.
Barassi: Nos hicimos amigos de él en 1997. Está en el disco que grabamos Cosas perdidas. Después grabó un tema de ‘Pingüino’ (Granieri) y ahora está en Hijo.
-Habiendo pasado por una situación tan dolorosa, las canciones tiene sin embargo una gran carga de optimismo. ¿Fua algo conversado?
Barassi: No reflexionamos mucho sobre eso. Cuando estoy escribiendo, yo me concentro en lo que transmite una canción. Si es triste, habrá que ir por ahí. Pero no es algo que pensemos.
Insausti: Tampoco teníamos muchas canciones para seleccionar. Pusimos lo que íbamos teniendo.
Barassi: De hecho, Person había escuchado al menos la mitad del disco en los demos. Canciones como Un minuto es mucho tiempo.
-Un tema que parece escrito a partir de todo lo que vivieron.
Barassi: Y sin embargo no tiene nada que ver. También escuchó Hijo, sin saber aún lo que iba a pasar con su vida. Las dos que terminamos componiendo en el estudio, de mayo a noviembre de 2015, fueron Buen humor y Un minuto… Es curioso, porque toman otro significado en la interpretación.
Granieri: Las cosas se resignifican, van adquiriendo nuevos sentidos, y lo mismo pasa con nuestra carrera. Uno, con el tiempo va viendo las cosas de otra manera.
Barassi: Algo así pasó con la canción Carreras de aviones, que aún no se llamaba así. Estaba casi terminada, pero faltaba algo, y no quería cerrarla sólo con oficio. Así que le propuse a Manuel (Moretti) que la terminara él. Fue un experimento, y finalmente le dio el título al disco. Me encantó la frase “carreras de aviones”. Hay carreras de muchas cosas, pero uno no se espera una de aviones.
-Entre sus amigos célebres tienen uno que acaba de asumir como presidente. ¿De dónde viene la relación entre ustedes y Alberto Fernández?
Barassi: Alguna vez, Alberto contó que nos vio en un homenaje a Litto Nebbia en el Teatro San Martín.
Super Ratones modelo 2019: Barassi, Insausti, Granieri y Reinholz, más Pablo Diez, ausente con aviso. (Foto: Juan Manuel Foglia)
Reinholz: Fue un concierto que se iba a hacer el 19 de diciembre de 2001, pero que se suspendió, por razones obvias, y se terminó realizando en 2002.
Barassi: Nos llegó un comentario suyo de que le había gustado lo que hacíamos, y cuando nos contactamos para mandarle Urgente, que era el disco que estábamos por sacar, nos mandó decir que prefería que le diéramos el disco en mano. En ese momento, la relación que establecimos para él era como una especie de recreo para hablar de música. Yese intercambio siguió a lo largo del tiempo.
Granieri: Lo venimos siguiendo desde Cemento (Risas).
-Y terminó grabando con ustedes.
Barassi: Cuando estábamos por grabar Super Ratones, justo había dejado su cargo en el gobierno, y en una de las charlas lo invitamos a tocar algo. Así se dio su participación en El último verano, una canción que fue grabada en 2007 o 2008. En ese entonces, para nosotros era impensado este contexto. Además, fijate que nuestro disco iba a salir en 2015. ese era el proyecto inicial, y finalmente recién sale ahora.
-¿Cómo se maneja la repercusión que genera un vínculo de ese tipo?
Barassi: A esta altura, estoy completamente relajado. No tiene ningún ribete que pueda incomodar.
-Lo pienso desde el prejuicio, o las sospechas que pueda despertar una contratación del Estado.
Granieri: Eso no lo podés manejar. Nosotros confiamos en que la banda es buena, y en que si nos llaman es por eso. Estamos tocando desde hace 35 años.
Allá lejos y hace tiempo. Un testimonio de los primeros contactos del actual presidente con la banda formada en Mar del Plata en 1985. (Foto: Martín Bonetto)
Insausti: Tampoco vamos a dejar de tocar, ni de ser amigos de Alberto porque es presidente.
Barassi: Es rarísimo, porque la investidura es muy grande, pero él sigue siendo la misma persona. Y que una persona que uno conoce y que tiene esa sensibilidad artística la aplique para dirigir el rumbo de un país, me da mucha tranquilidad.
-¿Se puede establecer una correlación directa entre ambas cosas?
Barassi: Yo creo que se manifiesta, pero ahí entramos en el terreno de los subjetivo.
Reinholz: Si su intención es que la gente este mejor, pasa por ahí.
-¿Dónde queda el rol contracutural del rock, cuando es oficialista?
Barassi: Nuestra posición ha sido contracultural durante los últimos años. Y creo que el rock habló en los útimos cuatro años. Pero la cualidad de la contracultura tiene que ver más con las propuesta humanas. Sería muy fácil estar en contra de todo porque sí. A esta altura es una pavada pensar si el rock tiene que tener esa postura.
Insausti: Para mí el movimiento contracultural actual más fuerte es el de las mujeres. En otro momento podía ser el rock, que planteaba ideas liberadoras, pero hoy funciona con el sistema. Lo que me parece que tenemos que hacer como artistas es militar desde la belleza.
Granieri: La idea de un mundo mejor, aunque suene ingenua.
Insausti: Me parece que es el tiempo de la ternura. Hay que tener cierta valentía para cantar temas como Hijo o como Amen, en una banda de rock. Cantar canciones optimistas sin que sean boludas. Eso me parece que es más dificil que salir a putear.
Cómo es Carreras de aviones
El poder de la canción con un sello inconfundible
Al brillo de una guitarra se suma al de otra, y el beat de un rock a mid tempo marca el rumbo inicial de Carreras de aviones. “Nada de eso nos pudo quebrar/Nada en este lío me hará dejar de vibrar”, cantan los Super Ratones, con la voz estelar de Manuel Moretti (también se suma en Me gusta la lluvia y la impronta armónica irrenunciable de la banda.
Una marca de fábrica que se completa con una instrumentación equilibrada y con matices, que generan una escucha fluida a lo largo de la docena de canciones que componen el décimo disco del grupo.
Después vendrán Si no tuvieras miedo y la bella Un minuto es mucho tempo, con Juanchi Baleirón como invitado. Ycuando Barassi canta eso de “¿Cuántos trenes despediste saludando en el andén?/Hoy no existe nada de eso y este viaje te reclama” es imposible no pensar en la historia reciente del grupo.
Así es la tapa de «Carreras de aviones», el nuevo álbum de Super Ratones.
En tu camino otra vez es el primero de los tres temas que marcan la presencia autoral de Person en el álbum. En el segundo, Buen humor, la intensidad rockera aumenta y Barassi lo canta: “Hoy estoy de buen humor,/ me divierte lo más mínimo/Es imposible que me puedan bajar,/algo me dice que me voy a quedar”.
El tercero, Amen, es definitivamente una de las perlas del disco. Con el respaldo de un coro góspel, la voz de Person en los coros, las palabras se disparan con destino de himno. Y de ahí a imaginar un cierre de concierto con la gente y los músicos cantanto juntos no hay distancia.
Antes, Para hacer una montaña, con Richard Coleman; Islas, sin invitados a la vista; Hijo, con Los Tipitos y Jorge Maronna; Tonto temor; y Me gusta la lluvia, la más Beach Boys del álbum, completan una colección de canciones de las mejores que hayan publicado.
Y que abren la puerta a un nuevo capítulo en una historia que comenzó hace casi 35 años, y sin fecha de vencimiento a la vista.
Fuente: La Nación