Uno de los momentos más emotivos del Fire Fight Concert, que contó con colaboraciones especiales como Olivia Newton-John y John Farnham, fue el silencio que los asistentes guardaron mientras en una pantalla aparecían los nombres de las 33 personas que murieron a raíz de los incendios.
Desde septiembre los incendios forestales arrasaron unos 180.000 kilómetros, una superficie mayor que el tamaño de Uruguay o Camboya, a lo largo de todo el país oceánico.
Las lluvias de las últimas semanas ayudaron a extinguir varios focos en el sureste del país, aunque en otras regiones decenas de incendios continúan activos.
El set de Queen con Adam Lambert fue uno de los más esperados de todo el recital:
Los medios australianos equipararon la repercusión del megaconcierto en Sidney a las actuaciones del Live Aid de 1985, algo suscrito por Brian May, guitarrista de Queen, conjunto que participó en ambas convocatoria, quien en redes sociales escribió: «Creo que no he sentido algo parecido desde el Live Aid».
La actriz y cómica australiana Celeste Barber, una de las presentadoras del concierto, recibió elogios por salir al escenario con una camiseta que burlaba al primer ministro australiano, Scott Morrison, muy criticado por su gestión durante la crisis de los incendios.