Si bien el prejuicio general es que hasta los más grandes de la música popular suelen ser un poco holgazanes, eso jamás se aplicará a ídolos como James Brown; no por nada el “Godfather of Soul” era presentado en sus shows como “el mayor trabajador de show business”. Y mucho menos al pionero esencial del rock argentino, Litto Nebbia, quien, créase o no, termina este complicado 2021 con varios lanzamientos asombrosos, incluyendo un disco de homenaje al cine de la Nouvelle Vague francesa, el flamante “Cuadernos del cine francés de los ‘60”, mas un libro-disco cuyo titulo lo dice todo, “Las letras de Nebbia”, y la reedicion internacional en vinilo de uno sus álbumes más creativos y atípicos, “Bazar de los milagros”, editado originalmente en 1976 –la fecha tal vez explica por qué no es exactamente uno de sus opus mas conocidos.
Tanto Nebbia como su mujer, Alex Deluca, se divierten con la comparacion con James Brown, pero luego, en un extenso dialogo por zoom con este diario, el líder de Los Gatos explica su increíble productividad con el rigor y la modestia de siempre: “Si sos independiente, tenés que trabajar en serio. Hoy, martes 9 de noviembre, se cumplen 33 años de la fundación de mi sello discográfico Melopea. A esta altura sacamos tantos discos, mios y de muchos de grandes colegas, y en verdad hace rato perdí la cuenta, pero ya pasamos los 600. Sin embargo, más allá de los estilos y las modas musicales que van y vienen, lograr la difusión de un disco indie se hace muy cuesta arriba. Es que el negocio de la música en todo el mudo está focalizado en tres grandes discográficas multinacionales de donde surgen distintos sellos subsidiarios. Y entonces, casi ninguna radio va a pasar un tema que sea independiente; seria como una ruptura con el resto de la industria. Por otro lado hay muchas cosas que están pasando con las plataformas digitales, pero hasta ahora nadie puede saber bien adónde va a llevar todo esto a la industria. Todo el catálogo de Melopea está disponible en los soportes digitales, empezando por Spotify y YouTube luego de licencia las obras con la empresa The Orchard Enterprises que se ocupa de administrar las regalías digitales”.
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Desde “La Balsa” hasta “Quien quiera oir que oiga” o sus recientes homenajes a las raíces del rock, tienen millones de clicks en todo el mundo, pero bastaría solamente un gran éxito como “Sólo se trata de vivir” para hacerse una idea de la popularidad de Nebbia y su vigencia en el siglo XXI, más alla de cualquiera de los estilos que ha transitado a lo largo del tiempo, y a veces, como ahora, en forma simultánea. “La cantidad de escuchas por día de esas canciones muy famosas en todas las plataformas digitales es algo que no estoy seguro de que alguien pueda seguir con rigor y de un modo comprobable. Los informes de The Orchard llegan a tiempo y de manera seria, pero esta industria cibernética de la música tiene muchos puntos grises e inciertos”, se lamenta.
Da la sensación de que Litto Nebbia, en el fondo, quiere creer que el mundo digital ofrecerá una esperanza a la eterna tiranía de las grandes discográficas, dos de las cuales, a través de sus filiales locales, durante varios años, trataron, pero en algún punto finalmente no pudieron sacarse esa piedra en el zapato llamada Melopea. No por nada Nebbia quedó impresionado por el documental “Zappa”, en gran parte dedicado a contar cómo el líder de The Mothers of Invention enfrentó solo tanto un contrato leonino con Warner, además de denunciar la censura en el Congreso estadounidense. Incluso esta lucha influyó a su hija, Miranda Nebbia, quien luego de estudiar cine hizo un profesorado en Historia y hace dos años está totalmente dedicada a investigar la evolución de los derechos de autor.
Justamente Nebbia ha caído en las nuevas formas de censura en los tiempos de la corrección política, lo que nos lleva a su flamante libro “Las letras de Nebbia”, que le encomendó la Universidad de Cordoba. “Me pidieron que incluya 100 letras de mis canciones de toda mi discografía. Yo terminé seleccionando 268, lo que es apenas una cuarta parte de todos los temas que escribi. Están en forma cronológica, y con apuntes de cómo los escribi, o incluso de cómo una canción como ‘El rey lloró’ de 1967 figuró en las listas negras de la censura de la época, pero hoy la cantan niños en algunos jardines de infantes. En mi selección no están solamente los hits, sino también muchos temas que para mí, en lo personal, significaron algo especial, pero no fueron muy populares. Y no me detuve ni un segundo a meditar si alguna letra puede puede resultar problemática o no para estos tiempos en los que cualquiera puede molestar a alguien por motivos absurdos. Hace rato que aparece gente criticando temas como “Quien quiera oir que oiga” con argumentos delirantes. Eso es censura, y lamentablemente provoca autocensura en algunos artistas, pero ese no es mi caso. Pero eso ahora importa más que el arte. Basta señalar la gran polémica sobre los que bajaron de los barcos, los indios o la selva. La inspiración para los mexicanos que salieron de los indios vino de una charla en un bar con un mexicano beodo que la contaba entre grandes risas, y jamás le molesto a nadie en ningun lado”.
Citada de modo un poco raro por el presidente –que se la adjudicó a otro autor- , provocó que Nebbia, que no tiene ningun vínculo con el gobierno, fuera bombardeado por ese asunto: “me llamaron de todos lados sin parar, de programas de medios de todo tipo, empezando por los más horribles y no atendí a ninguno, fuera de donde fuese. Los medios casi nunca me llaman cuando aparece un nuevo disco mío, solo para cosas absurdas. Yo miro todo, porque no podés estar desconectado de la realidad, pero a veces me pregunto qué demonios hago viendo algo tan feo, y entonces voy con Alexandra a ver una pelicula interesante como la nueva ‘Duna’ que nos gusto mucho”
El libro “Las letras de Nebbia” es un gran ejemplo de la absoluta libertad creativa de Litto. “Les pedí que quería que el libro incluyera un disco, pero no es un álbum de las canciones citadas en el libro, sino un CD instrumental de mi propio viaje o película mental como músico, se llama ‘Cuadernos de apuntes sonoros’ y tiene temas con títulos como “Scaramouche”, por el clásico film de espadachines con Stewart Granger”.
En la misma veta instrumental con relajados temas “chill out” fue concebido el otro nuevo disco surgido de la cinefilia de Nebbia, “Cuadernos del cine francés de los ‘60”. “Esta inspirado en el impacto que significó en su momento ver las películas de Godard, Truffaut, Demy, Chabrol, Louis Malle o Melville, no necesariamente son covers, sino temas míos que evocan esas imágenes y sonidos. Mi mujer también se contagió y pintó un cuadro con esa vocación, que es la portada del álbum. Y también armé unos cortitos con un montaje de archivos de esa época que están pensados para acompañar la música en algun show”.
Nebbia volverá a presentarse en vivo en CABA para inaugurar las primeras fechas de un nuevo local de música, el Club Berlín, sucursal del famoso bar de la Gran Via madrileña que abre en diciembre. Y antes de Navidad Melopea lanzará un álbum con nuevas canciones de Nebbia y miembros de su dinámica y rockera banda “Los reyes del falsete”, que ya habrá que ir encargándo a Papa Noel.
Fuente: Ámbito