El tango como se baila en la milonga. Sin saltos ni piruetas espectaculares. El que no sólo se ve, también se siente: en el abrazo cerrado, las caras bien cerca y la improvisación. Maksim Gerasimov, de Rusia, y Agustina Piaggio, de Tierra del Fuego, ganaron la final del Mundial de Tango en la categoría Pista.
Mundial de Tango. Maksim Gerasimov, de Rusia, y Agustina Piaggio, de Tierra del Fuego, se consagraron en el Luna Park. Foto: Martín Bonetto.
»Español, inglés, un poco de ruso. Nuestro idioma es el tango», dijeron en un video que los mostró en las rondas preliminares. Hubo que esperar a que cediera la emoción para que pudieran ganar otra vez el centro de la pista y concretar el baile de los campeones.
Después se repitió la emoción y los abrazos de los otros competidores. Al bajar del escenario, Maksim y Agustina contaron que tienen 28 años y bailan juntos desde hace dos. Ambos viven en Moscú, adonde ella se mudó luego de vivir en Buenos Aires.
Mundial de Tango. Maksim Gerasimov, de Rusia, y Agustina Piaggio, de Tierra del Fuego, se consagraron en el Luna Park. Foto: Martín Bonetto.
Los subcampeones fueron Diego Luciano Chandia y Suyay Quiroga, de Choele Choel, Río Negro. Tercero quedó el binomio de los rusos Dmitrii Astafev e Irina Ponomareva. El cuarto puesto fue para Lucas Gauto y Naima Gerasopoulou, de Córdoba. El quinto lugar fue para Carlos Estigarribia y Letizia Messina, de Llavallol.
Fueron 40 las duplas que buscaron consagrarse en la primera de las dos finales que tiene este Mundial. De ellas, 28 venían de ganar en las semifinales del sábado, en la Usina del Arte. Las otras doce habían triunfado en instancias preliminares, como el Campeonato de Baile de la Ciudad, el Europeo en Italia o el Asiático en Japón.
El Luna Park lució repletó para la final del Mundial de Tango, en la categoría Pista. Foto: Martín bonetto
Y, como todo mundial que se precie, sus participantes vinieron de todas partes: de Buenos Aires y el resto de la Argentina, pero también de Colombia y Uruguay, y hasta de países tan distantes de los orígenes del tango como Rusia, España, Alemania, Turquía, Holanda y China.
La presencia extranjera más importante en esta final fue la de Rusia: seis parejas de ese país compitieron por el primer puesto. Colombia y China son los otros dos países con mayor participación desde el exterior.
Pero en la pista las diferencias se borran y se habla un solo código, milonguero y bien porteño. El abrazo no se rompe, los pies se fijan al piso, las parejas se ubican en ronda y el movimiento va en contra de las agujas del reloj. Puede haber barridas y enroques, pero lo que importa es la conexión, y lo que rompa con ella queda afuera: ya habrá tiempo al día siguiente para los saltos y las acrobacias, en la final de la categoría Escenario.
La entrada en calor fue con la agrupación Los Herederos del Compás, reconocida por recrear el estilo de la orquesta de Juan D’Arienzo.
Mundial de Tango: cuarenta parejas bailaron en el Luna Park para la final. Foto: Martín Bonetto
Poco después de las 19 salieron a escena diez parejas: eran las del show Nace un campeón, que congrega a los campeones de ediciones anteriores. Un rato después comenzó la conducción de a esta altura un clásico del evento, Fernando Bravo. Y, con él, la competencia.
El reglamento dice que en esta categoría «la vestimenta no es tomada como parámetro de calificación». Pero esta noche los vestidos de ellas también fueron parte del show. La mayoría con lentejuelas, lurex, brillantes, mucho terciopelo y alguna que otra transparencia.
Mundial de Tango: cuarenta parejas bailaron en el Luna Park para la final de la categoría Pista. Foto: Martín Bonetto
Las hinchadas cordobesa, rionegrina y colombiana fueron las que más calor le pusieron a una noche helada. Aunque desde la organización aclararon que la calefacción funcionaba, las quejas por el frío se multiplicaron entre la gente, de bufanda en pleno estadio y con los abrigos a modo de frazada sobre las piernas.
Algunas de las obras que se escucharon en las rondas fueron Bailongo de los domingos, de Ricardo Tanturi, A la gran muñeca, de Carlos Di Sarli y su Orquesta Típica, y Jueves, de Juan D’Arienzo.
Jurado. Los expertos que evaluaron a los participantes fueron presentados por Fernando Bravo, el conductor clásico del Mundial de Tango. Foto: Martín Bonetto
Para hacer más amena la espera, Hugo Varela dio un show unipersonal que, luego, transformó en el de un dúo. Es que por la mitad del espectáculo «cortó» su guitarra por la mitad, para tocar a cuatro manos con su hijo Lucas, cada uno con tres cuerdas. También le sacó notas de violín a un plumero y cerró con su clásico «Corbata rojo punzó».
Antes de la premiación se vivió uno de los momentos más emotivos de la noche. James McManus, el irlandés de 99 años, veterano de la Segunda Guerra Mundial, que cumplió su sueño de bailar en el Mundial, recibió una ovación del Luna.
La final de Escenario será este miércoles en mismo horario y lugar. La categoría que admite trucos y piruetas, siempre y cuando se enmarquen en una coreografía. Competirán 20 parejas, ocho de ellas extranjeras, de Colombia, Rusia y Holanda.
La gala del segundo día de definiciones estará a cargo de Escalandrum, grupo dirigido por Daniel «Pipi» Piazzolla, que contará con Jairo como invitado especial. Aunque ya se hayan agotado las entradas para reservar online, desde las 18.30 de este miércoles se entregarán las que no hayan sido retiradas por quienes hicieron reservas.