La palabra Voyage, cuatro anillos fulgurantes y la fecha 02.09.21. Con este enigmático mensaje publicado en Instagram el último jueves 26 de agosto, ABBA dio la primera pista de su esperado y tan postergado regreso. Aunque no será una vuelta física propiamente dicha sino de manera holográfica y a través de avatars, el anuncio causó un revuelo y una expectativa a escala mundial semejantes a las que el grupo sueco solía provocar en sus años de plena actividad.
Más allá de que aún restan muchos detalles por develar, lo que trascendió hasta el momento es que el cuarteto integrado por Agnetha Fältskog, Björn Ulvaeus, Benny Andersson y Anni-frid “Frida” Lyngstad presentará desde hoy, y mediante diversas entregas, cinco temas inéditos de los cuales ya se conocen dos títulos: “I Still Have Faith in You” y “Don’t Shut Me Down”. A ellos se sumarían un documental y el estreno de un espectáculo holográfico titulado, precisamente, Voyage y que tendría lugar en Londres a partir de mayo de 2022. Allí aparecerán los llamados “Abba-tars” de los cuatro integrantes de la banda que cantarán y hablarán con el público, conformando así un auténtico y sensorial viaje en el tiempo.
Mientras se aguardan más novedades, y tras casi cuarenta años de silencio y numerosas idas y venidas en torno a su regreso, este resulta ser un momento más que adecuado para recorrer diez aspectos sobre ABBA que probablemente no todos conozcan.
1 Björn Ulvaeus y Benny Andersson ya eran músicos exitosos en Suecia antes de formar
ABBA: La historia comenzó en junio de 1966 en Estocolmo, cuando el guitarrista Björn Ulvaeus, miembro de un grupo de música folclórica muy popular, The Hootenanny Singers, conoció a Benny Andersson, el tecladista de The Hep Stars, la banda pop más importante de Suecia de la década del sesenta. Apenas unas semanas después de ese encuentro inicial ambos músicos escribieron su primera canción juntos y, ya ingresando en los setenta, se habían consolidado como una más que interesante sociedad compositiva. Para ese entonces, Benny había abandonado a The Hep Stars mientras que The Hootenanny Singers, que no realizaban presentaciones en vivo, grababan sus álbumes a través del sello discográfico Polar Music, propiedad de Stig Anderson, quien poco tiempo después pasaría a ser el representante de ABBA, además de contribuir en las letras de muchos de sus primeros hits.
2 Su triunfo en Eurovisión con “Waterloo” cambió el destino del festival: Desde diferentes ángulos, la participación de ABBA y su consiguiente triunfo de la mano del tema “Waterloo”, ocurrido el 6 de abril de 1974 en Brighton (Inglaterra), marcó un antes y un después en la historia del festival. Hasta su intempestiva irrupción, Eurovisión se caracterizaba por la intervención de distintos solistas y agrupaciones de apariencia poco espontánea y algo acartonada (hombres de traje y mujeres luciendo elegantes atuendos de gala y dignos de una boda) que interpretaban baladas románticas o ligeras melodías populares europeas de manera extremadamente formal. Muy por el contrario, el cuarteto sueco hizo tambalear de una vez y para siempre aquellas tradicionales y anquilosadas estructuras que definían a su público y al jurado mediante una inédita impronta pop rock y una festiva actitud juvenil, ambas envueltas por un colorido vestuario de estética inspirada en el glam. Tras semejante presentación, no quedó ninguna duda entonces que ABBA le había otorgado al evento un necesario y refrescante “shock de actualidad” del cual sus organizadores tomaron debida nota y adoptaron para siempre.
3 Un motivo de orgullo nacional aunque con excepciones: Suecia celebró la victoria de ABBA en el festival Eurovisión y fue motivo de sincero orgullo nacional. Sin embargo, vale señalar también que, si bien en mayor o menor medida todos los suecos gozaban de sus canciones por igual, existieron algunos sectores minoritarios que nunca tomaron al grupo demasiado en serio y otros, no tan extremos, que demoraron en acostumbrarse y asimilar a esa nueva clase de música pop, plena de su distintivo ADN nórdico aunque con marcadas influencias anglosajonas. Con el paso de los años esa brecha finalmente se fue reduciendo, al punto tal que en la actualidad ABBA y Suecia son considerados sinónimos.
4 Seducidos por la “fiebre” de la música disco, John Travolta y los Bee Gees: La conmoción desatada a partir del suceso mundial del film Fiebre de sábado por la noche (estrenado a fines de 1977 con John Travolta como protagonista principal) y el inmediato furor posterior por la música disco a manos de los Bee Gees sedujeron notablemente a Björn Ulvaeus y Benny Andersson quienes, sin ocultar una alta cuota de oportunismo, se adhirieron al tren de la moda pergeñando quizás su obra más bailable. Voulez-vous, tal su título, vio la luz en abril de 1979 con hits de corte dance tales como “Does Your Mother Know?”, “As Good As New” y el propio “Voulezvous”. Por este motivo es considerado como el álbum de ABBA en donde su euro-pop característico entabló excelentes y fluidas relaciones con el eurodisco, marcando una tendencia que muchos otros artistas adoptarían en el futuro.
5 Gracias por la música, con iniciativa argentina: Si bien ABBA nunca visitó Latinoamérica, su música tuvo un enorme impacto durante la década del setenta y principios de los ochenta particularmente a través de “Chiquitita”. No obstante, el éxito obtenido en naciones de habla hispana con la versión original y en inglés de dicho tema impulsó a ABBA a grabar una nueva en idioma español a instancias de Buddy Mccluskey, un ejecutivo argentino de la compañía discográfica RCA Victor (encargada de lanzar todos los discos del grupo en América Latina), quien adaptó la letra con la colaboración de su esposa, Mary.
Las millonarias cifras de venta de esta versión en español en España, México, la Argentina y demás países latinoamericanos incentivó al cuarteto a repetir la experiencia con “I Have a Dream”, cuyo título fue traducido como “Estoy soñando”. La excelente recepción de este segundo intento derivó en el ofrecimiento por parte de su sello discográfico de registrar un álbum de grandes éxitos completamente en español. Con el tándem Buddy y Mary Mccluskey trabajando a pleno, Agnetha y Frida se encerraron en el estudio de grabación y plasmaron nuevas versiones de temas tales como “Fernando”, “Dancing Queen”, “Thank You For The Music” y “Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight)”, entre otros. Finalmente, a mediados de 1980, el disco Gracias por la música, editado también en Japón y Australia, se hizo realidad sellando un pacto indisoluble entre el público hispanoparlante y la agrupación sueca.
6 Una imagen retrofuturista inspirada en el glam rock: La utilización de trajes coloridos, futuristas y un tanto extravagantes, ya sea en sus presentaciones en vivo como en videos, sesiones fotográficas, entrevistas y eventos públicos, fue otro factor característico de ABBA. Kimonos, abrigos de piel, minifaldas, vestidos de fiesta, botas con plataformas, sombreros y prendas con exageradas hombreras que parecían inspiradas en alguna película de ciencia ficción conformaban su sofisticada y jamás desapercibida imagen.
“En nuestra vida privada somos completamente normales: es por eso que nos gusta vestirnos con trajes llamativos en el escenario. Sin algo de brillo, simplemente nos veríamos muy simplones”, reconoció Agnetha en un número de la revista Popcorn aparecido en 1978. Algunas décadas después, los diseños con reminiscencias de ABBA fueron retomados por otros artistas y reconocidos por su contribución al universo de la moda. Y hasta el propio Björn Ulvaeus reveló en diversos medios que todo surgió a partir del deslumbramiento (y también la envidia) que los cuatro integrantes del grupo sentían por el glam rock en general y particularmente por la elegancia de artistas tales como The Sweet, Gary Glitter y roxy Music.
7 Mamma Mía!, el musical que se hizo realidad por la insistencia de una inquieta productora teatral: El 6 de abril de 1999, el musical Mamma Mía! tuvo su estreno mundial en el Prince Edward Theatre de Londres (Inglaterra), transformándose en un suceso instantáneo y evidenciando el tremendo poderío y la vigencia de la obra musical de ABBA. Las elogiosas críticas recibidas pronto llevaron al espectáculo hacia otras latitudes. El 15 de noviembre de 2000, Mamma Mía! arribó a los Estados Unidos en el Orpheum Theatre de San Francisco y el 18 de octubre del siguiente año se produjo su esperado desembarco triunfal en el Winter Garden de Nueva York, convirtiéndose en una de las principales atracciones teatrales de Broadway durante un considerable período.
Sin embargo, la concreción de dicho proyecto tuvo sus bemoles ya que, en un primer momento, los integrantes de ABBA no se sentían tan seguros de otorgarle su aprobación. Una vez iniciada la pausa autoimpuesta por ellos mismos, en 1983 Frida y Agnetha retomaron sus respectivas carreras como solistas mientras que Björn y Benny comenzaron a trabajar con Tim rice en la creación de Chess, una comedia musical. Fue en ese entonces cuando la productora británica Judy Craymer se acercó a ellos con la idea de concebir un espectáculo basado en las canciones de ABBA debido a su enorme potencial teatral. Lo que Craymer tenía en mente era un musical con su respectivo libreto original pero evitando caer en el homenaje y en el relato biográfico del grupo. Los ex integrantes de ABBA escucharon la propuesta. Y a pesar de no haber quedado del todo convencidos, tampoco respondieron negativamente, dejando latente la posibilidad de concretarla en el futuro.
En 1995, Craymer volvió a la carga con su proyecto y fue Ulvaeus quien, en representación del cuarteto, aceptó reconsiderarlo con la indeclinable condición de encontrar al libretista y la historia adecuada. Dos años después, la insistente productora encomendó la escritura del libreto a Catherine Johnson y en 1998 terminó de consolidarse el equipo creativo con la contratación de Phyllida Lloyd como directora. Con el visto bueno y la participación de Björn y Benny en calidad de productores y compositores, y con Frida involucrada en la financiación del musical, Mamma Mía! finalmente se hizo realidad e incluyó a los más grandes éxitos de ABBA.
8 Björn y Benny: celosos custodios de su obra: Autores y compositores de todos los temas del grupo, Björn Ulvaeus y Benny Andersson se erigen también como celosos custodios de la obra de ABBA. Obtener el permiso correspondiente para utilizar sus canciones nunca ha sido una tarea sencilla. Al punto tal que en apenas sólo dos ocasiones dieron el sí. La primera fue en 1996, cuando The Fugees apeló al sampleo de “The Name of the Game” para su tema “Rumble in the Jungle”. Mientras que, en 2005, la mismísima Madonna debió suplicarles a través de una carta que le permitieran samplear “Gimme!, Gimme!, Gimme! (A Man After Midnight)” para su hit “Hung Up”.
9 Un patrimonio millonario: Según cálculos de diversas publicaciones internacionales especializadas en finanzas, Björn Ulvaeus posee una fortuna cercana a los 150 millones de euros con distintas inversiones en restaurantes, hoteles, propiedades inmobiliarias, un equipo de fútbol, una marca de vodka, perfumes y moda. Por su parte, se dice que Benny Andersson posee un patrimonio superior a los 100 millones de euros; Anni-frid heredó un castillo y un título nobiliario de su tercer marido, el príncipe sueco Heinrich Ruzzo Reuss von Plauen, y que Agnetha dispone de más de 80 millones de euros.
10 Se vienen los “Abba-tars”: El reciente anuncio del espectáculo Voyage, y que mantiene en vilo a los millones de fans que ABBA posee alrededor del mundo, inicialmente estaba previsto para 2020 pero diversas dificultades técnicas sumadas a la pandemia de coronavirus postergaron su estreno. Ahora que las cosas parecen estar encaminadas, trascendieron algunos pormenores en torno al show holográfico que se viene y en particular al diseño de los “Abba-tars” de los cuatro integrantes de la banda. Para tal fin, Björn, Benny, Agnetha y Frida fueron fotografiados desde múltiples ángulos y debieron hacer muecas delante de las cámaras para tomar al detalle cada uno de sus gestos, además de pintar puntos en sus rostros y medir sus cabezas. Sin dudas, todas estas novedades generan una singular expectativa alrededor del regreso de ABBA aunque sólo sea desde un concepto absolutamente virtual.
Fuente: La Nación