Con cada entrevistado en la comodidad de su casa, las charlas pandémicas vía Zoom traen sorpresas. Por ejemplo, la conversación con Los Auténticos Decadentes no empieza por los shows que dieron en el Estadio Obras y con los que se reencontraron con su público después de un año y medio de parate. Tampoco por ADN, el disco triple de versiones con el que homenajearán a los artistas que delinearon su genoma musical (la primera entrega sale en noviembre y ya adelantaron dos singles: “Los viejos vinagres”, de Sumo con Panteón Rococó y “Golpes en el corazón”, de Los Tigres del Norte con Natalia Lafourcade). Tampoco arranca el diálogo por ningún hito de su rica historia, incluso teniendo en cuenta que están en plena celebración de su 35° aniversario (el 13 de septiembre de 1986 tocaron por primera vez en el Nacional N°10 de Almagro, y ya en aquel set de debutantes había hits: “Divina decadencia”, “Loco (tu forma de ser)”, “Skabio” y “El jorobadito”). Nada de eso dispara el intercambio de ideas: lo que sigue después de los saludos es un intenso debate sobre los hongos con los que el guitarrista Diego Demarco se apresta a acompañar su arroz yamaní sin saber si son gírgolas o portobellos (son portobellos).
Jorge Serrano, el otro guitarrista y cantante, recomienda un documental de Netflix sobre el tema y presenta a Paul Stamets, eminente micólogo. “Está buenísimo porque no tienen clorofila, es como un reino aparte”, cuenta el autor de “Gente que no”, y cuando la cosa se está por poner realmente académica al fin llega Moska Lorenzo, percusionista y productor, y ahí sí, la agenda reclama la atención de todos.
-¿Cómo vive una inactividad de un año y pico una banda hecha para el escenario como ustedes?
Moska Lorenzo: –Se extraña, obviamente, porque es lo que más nos gusta. También nos gusta el estudio pero mucho menos. Y casi nada nos gusta ensayar. Y la banda fue armada y pensada para el vivo y sufrimos. A mí particularmente me pasó de hacer mucho laboratorio. Mezclé diez discos, produje cuatro. Estuvimos con Mariano [Franceschelli, baterista] produciendo lo de los Deca, todos grabando desde su casa para hacer este disco triple. Pero no hay nada que reemplace el vivo, eso de tener a la gente cerca. Por eso tampoco hicimos streaming. También porque sentíamos que debíamos guardarnos, que después del MTV Unplugged habíamos tenido mucha exposición y que estaba bueno estar tranquilos y preparar este material para cuando sea el momento de salir. Esto iba a salir en abril de 2020 y termina saliendo en septiembre de 2021. La madurez nos hizo parar la pelota, frenar y decir: “no hay por qué apurarse, no es buen momento para salir con una canción tan linda y con un proyecto tan lindo”, y frenamos.
Cucho Parisi al frente de Los Auténticos Decadentes en el Estadio Obras
Diego Demarco: –Una vez le dije a [Alfredo] Toth y [Pablo] Guyot: “Che, qué buena esta vida que hacen, de productores”. Y Guyot me dice: “Sí, pero se extraña tocar”. Yo pensaba: “Qué raro que extrañen tocar, tantos años de tocar”. Porque nosotros estábamos tocando mucho, medio que te rompe las pelotas. Como todo, en la vida uno se queja de lo que tiene y quiere otra cosa. Yo me acordaba de eso, porque uno se queja y después extraña lo que no tiene. Ahora uno extraña tocar. Es difícil encontrar el equilibrio.
-Es difícil con la cantidad de hits que tienen, ¿pero cada tanto se permiten bucear un poco en el catálogo y rescatar algún tema olvidado. Ahora están haciendo “Skabio”, por ejemplo.
Jorge Serrano: –Tenemos una lista básica, la lista histórica que sabemos que a cualquier lugar donde vamos a tocar, vamos a tocar esas canciones que la gente quiere escuchar. Además a nosotros nos encanta ser anfitriones de una fiesta. Lo que vamos haciendo es ir mechando cada tanto con algún tema de los discos nuevos y también, cuando en los shows tocamos solos y tenemos más tiempo, ahí siempre metemos alguna cosita que hace mucho no tocamos.
Demarco: –Los suplentes.
Serrano: –Claro. Hay tres estratos de canciones: las que van siempre, las que van cada tanto y las que van cada muerte de obispo.
Demarco: –Hay algunas que no tocamos nunca porque no las ensayamos nunca.
Serrano: –Esas merecen estar ahí en el oprobio, je. Es importante que sea efectivo, que no tire para abajo el show. Igual todas las canciones son más o menos de ese estilo.
Lorenzo: –En el próximo show vamos a tocar “Sigue tu camino”, que no lo estábamos tocando. También tocamos “Beatle”, “Skabio”, “El jorobadito”. Justamente hemos logrado que el Suizo [Fabián Sayans] venga a cantar “Cyrano”, pero no lo tocamos más en vivo porque él no está. El show de dos horas es más para el fan.
-Tendrían que hacer un show en un lugar chico y no tocar ningún hit.
Serrano: –Va a ser imposible, todos son hits.
Lorenzo: –El problema es que habría que ensayar. La verdad que no somos muy copados del ensayo. Para este regreso se hicieron un par de ensayos en la sala pero después básicamente fuimos dos días a Obras y pasamos entero el show, y ahí nos dimos cuenta de que lo tenemos muy incorporado. Creo que cuando estemos muertos nuestras almas van a salir, van a hacer el show con la timbaleta y se van a volver al jonca, je. Esto de sumar cosas nuevas… hay que ensayar, pero igual lo hacemos.
-En cuanto a ADN, cuando uno arma un disco de covers, el problema es que la lista de temas puede ser infinita. ¿Cómo fue esa selección? ¿Qué criterios pesaron?
Serrano: –Moska fue anotando las sugerencias que íbamos dando, que tenían mucho que ver con nuestra formación, nuestra historia, nuestros clásicos personales. Después se fue depurando un poco por las que salían bien. Hay algunas que decís: “esta está buena, nos encantaría”, pero no le encontrás la vuelta y después hay otras que por ahí no les dabas tanta bola pero crecen con la interpretación.
Lorenzo: –Ese fue un proyecto de antes del Unplugged. Cuando salió hacer el Unplugged lo suspendimos. Eduardo dijo temas, Diego dijo temas, Mariano, Nito, Cucho, todos. Y como yo soy un poco el productor capto ideas de todos y trato de traducirlas en algo que nos guste a todos. Está la canción que se dijo, después el invitado que lo fuimos pensando entre todos. Nos manejamos con la idea del grupo, que es como funcionan los Decadentes. Para un disco, un afiche, para todo funcionamos así.
-¿Hay algún eje para cada parte del disco, algo que agrupe las canciones?
Lorenzo: –El concepto es cómo está dividida la cantidad de cantantes. Diego canta una canción en cada capítulo. Jorge también tiene una cantidad de canciones y Cucho también. Y después tiene que ver con el ritmo: las lentas con las rápidas, que esté equilibrado.
-Con 35 años de escenario, ¿se acuerdan de cuál fue el show más decadente de los Decadentes?
Serrano: –El de Interama fue el más especial. Fue uno de los dos o tres shows en los que nos tocó sentir rechazo.
Demarco: –Estábamos en el escenario y estaban esperando a La Torre, algo heavy metal. Cuando dijeron “Los Decadentes Cumbia Pop”… había un lago entre el escenario y la gente y nos empezaron a tirar naranjazos. Nosotros empezamos a devolverles los naranjazos a la gente.
Serrano: –Nos anunciaron como un grupo de cumbia rock: eso nos tiró todo el público para atrás antes de tocar la primera nota. Y al mismo tiempo no éramos nada conocidos: sería el quinto show que tocábamos. Dentro de un festival, un grupo desconocido y que lo anuncian de esa manera fue el beso de la muerte. Y como era el Día de la Primavera todos los pibes tenían comida y nos empezaron a tirar huevos, naranjas, tomates, lo que tenían. Lo más gracioso es que nosotros no nos bajamos del escenario sino que empezamos a agarrar y tirarles. Se armó una cosa bastante graciosa. Después bajamos a preguntarles por qué no les había gustado.
Demarco: –Y estaba todo bien.
Serrano: –Un poquito de bullying para divertirse. Es uno de nuestros recuerdos más entrañables.
-¿Pero no sufrieron un poco el rechazo de la escena rockera por el tema de la cumbia cuando empezaron?
Serrano: –No, eso es fake news. La realidad es que los que sentían rechazo por nosotros eran los de la prensa rockera. No los músicos de rock que nos conocían personalmente, que sabían de las catacumbas de las que habíamos salido, que compartimos escenario en el Parakultural, en Cemento. No nos rechazaron nunca, ni siquiera de géneros totalmente opuestos.
Demarco: –Es más, tocamos en festivales punks, heavies.
Serrano: –Cuando nos volvimos mainstream le dio un poquito de urticaria a alguno, pero después de mantenernos y que vieran que no era una cosa armada comercialmente nos valió el respeto. Hoy hemos logrado el respeto de todo el mundo y probablemente empecemos a perderlo, porque va cambiando el paradigma, así que vamos a ver qué pasa con la prensa especializada, je.
-Cada uno tiene sus proyectos por fuera de la banda. ¿Qué disfrutan y qué extrañan cuando trabajan sin el resto?
Serrano: –No tengo intenciones de hacer otro disco solista [lanzó Alamut en 2009]. Tampoco es que tengo tantas canciones. Con los Decadentes estoy bien y no quisiera agregarme ese plus. Por ejemplo, Diego, cuando salió su disco solista, yo veía que llegábamos a México y se iba a tocar y yo decía: “¡pobre!”.
Demarco: -Yo disfruté poder ensayar y que termine el tema y haya silencio. “Bueno, el otro, ahora el otro”. Y después estás tocando y no tenés el apoyo, no están los compañeros al lado, porque es como un equipo los Decadentes. Eso se extrañaba.
Lorenzo: –Ahora estamos por sacar un disco con una banda que se llama Los Mágicos, que hicimos un disco hermoso durante la pandemia. Hice un disco de Fidel (Nadal), de grandes éxitos con invitados. Con Mariano estamos haciendo un disco de La Mosca. En el medio mezclé acá en casa el Foro Sol de los Deca [la grabación de un concierto mexicano de 2017 que se subió a las plataformas de streaming el año pasado) y un show de Los Caligaris. Le produje un tema a Sol Pereyra y estoy produciendo con Mariano el disco de 12 Monos y de Mamita Peyote de Rosario. Mucha apuesta a las ciudades que no son Buenos Aires. Compuse un montón de temas en pandemia, me compré un piano. Pero nada iguala a los Decadentes en compañerismo, en amor, en historia, en la vida. Los Decadentes allá arriba y todos los demás proyectos vienen muy por detrás. Me gustaría producir menos en estudio y tocar más con mis amigos.
Fuente: La Nación