La última jornada de Lollapalooza Argentina 2023, en el Hipódromo de San Isidro, con una grilla orientada al pop juvenil, tuvo un fuerte tono local a partir del protagonismo que alcanzaron los sets de Diego Torres y María Becerra. Después de dos jornadas cargadas de música con las presentaciones destacadas de la Rosalía y Twenty One Pilots, los espectadores pudieron disfrutar también de la presencia de Billie Eilish y Lil Nas X.Informate más
El alto porcentaje de familias, especialmente de chicas adolescentes acompañadas por sus madres, encontraron en el repertorio de Diego Torres, repleto de hits, un punto de enlace generacional.
Cuando caía el sol sobre el predio, temas como «Color esperanza», «Tratar de estar mejor», «Puedes decir que sí» y «Por la vereda del sol», entre tantos, fueron coreados con igual entusiasmo por jóvenes y adultos.
«Me encanta poder cantar para un montón de gente joven», dijo un Diego Torres acostumbrado al público familiar de los festivales provinciales. Y añadió, consciente del contexto: «Me encuentro muchos chicos que me dicen que los padres los atosigaban con mis canciones durante los viajes».
Junto a su prolija banda de corte latino, el intérprete desplegó un pop latino romántico de éxito masivo probado.
Al finalizar su show, cuando la noche ya estaba instalada en el predio de San Isidro, María Becerra comenzó a preparar el ambiente para las actuaciones centrales del rapero Lil Nas X y la cantautora británica Billie Eilish.
La autoproclamada «Nena de Argentina» apeló a todos los artificios posibles, desde pistas grabadas, bailarines y pirotecnia, hasta una banda versátil que lanzó guiños rockeros, a la hora de recorrer sus grandes éxitos.
Además de la compañía de Ráfaga en el tema «Mentirosa», Becerra dio algunos golpes efectivos con su híbrido pop, que osciló entre la electrónica, el romanticismo y el reggaetón que invitó al perreo.
«Animal», «Cuando hacemos el amor», «Miénteme», «La Nena de Argentina» y «Automático», fueron algunos de los hits que sonaron en el celebrado set.
Más temprano, el estadounidense Conan Grey, bajo una estética glam, mostró un puñado de canciones confesionales con las que logró empatía en la juvenil audiencia, desde la melancolía de sus melodías y también a partir de cierta musicalidad ampulosa tendiente hacia las sonoridades épicas.
En tanto, en uno de los escenarios alternativos, Callejero Fino destacó entre diversos artistas de los nuevos ritmos urbanos, con un trap de corte electrónico.
Para el cierre, que sufrió algunos corrimientos de horarios de no más de 15 minutos, se llevó a cabo el show de Lil Nas X y Billie Eilish, como cabezas de cartel.
Billie Eilish y el espíritu adolescente, Bizarrap copó el set argentinísimo de Skrillex y la fantasías de Lil Nas X en el cierre de Lollapalooza Argentina
La jornada del domingo también tuvo en María Becerra y Diego Torres a dos maneras distintas de hacer pop argentino
Billie Eilish, una de las figuras del domingo en Lollapalooza Argentina, con su pop torturado y de espíritu adolescente (Fotos: Franco Fafasuli / Gustavo Gavotti)
“Queeeeeeeeeedate, que la noche sin ti dueeee-eeehh-leeeee”, coreó la multitud el último estribillo de Lollapalooza Argentina en 2023. Con la venía de Skrillex, Bizarrap tomó los controles de la cabina y sorprendió a los que se quedaron en el Hipódromo de San Isidro para ver cómo el domingo se fue transformando en lunes. En tanto, el ícono del dubstep -ese género bastardo que diez años atrás le sirvió de refresh al trap-, chocaba las palmas con el público en el vallado para llevarse algo de calor local para su California natal. “Sos el mayor ídolo de mi vida”, le dijo con emoción el Biza, que cayó a la fiesta enfundado en la 10 violeta de Lionel Messi y, después de un comienzo fallido, mixearon a cuatro las Music Sessions con Shakira y Snow Tha Product.
Lo primero que había sonado en el set -que luego se vio engrosado por producciones clásicas de Skrillex, como “Bangarang”- fue la voz de Mercedes Sosa en su versión del himno folclórico“Gracias a la vida”, firmado por Violeta Parra. El guiño localista apenas pisó el final épico de Billie Eilish, que estaba ocurriendo en la otra punta del enorme predio: la catarsis luminosa de “Happier Than Ever” incluyó papelitos plateados que subrayaron el Everest emotivo de la performance y el concepto que lleva adelante en la actualidad esta cantante de 21 años.
El cierre de Lollapalooza Argentina en este 2023 estuvo a cargo de Skrillex, quien homenajeó a Mercedes Sosa e invitó a Bizarrap
Su música, un pop tan delicado como torturado, tan oscuro como minimalista, huele a espíritu adolescente. Desde la intimidad de su habitación y mano a mano con su hermano Finneas O’Connell -quien también la acompaña en vivo-, fabricó estos himnos desgarrados que, a diferencia de su característico look oversized, son chiquititos, compactos. Una energía que, desde la empatía y la identificación, conectó con toda una generación que está madurando en este mundo cada vez más disfuncional.
Una hora antes de que arrancara, la gran mayoría de las cien mil personas presentes se fueron acomodando para verla. Y cuando por fin Billie emergió catapultada desde abajo del escenario para largar “Bury a Friend”, toda esa histeria contenida que se palpó en la previa, estalló en un suspiro coral. Y más adelante, la interpretación de “I Love You” debió ser interrumpida para atender algunos desmayos que sucedieron entre el público. Para bajar un cambio, Eilish le pidió a la multitud que la acompañen con unos ejercicios de respiración.
Su rostro dulce y con trazo de dibujo animado le pelean el carisma a esas canciones a punto de quebrarse, que se realzan con la puesta despojada. Su despliegue físico es algo tosco y se apoya bastante en las pistas vocales, pero en la sinergia con su público la interpretación gana hondura. En ese juego se permite ser (algo) seductora (”I Didn’t Change my Number”, “Billie Bossa Nova”), drama queen (”When The Party is Over”), mordaz (”Xanny”), acústica (”TV”, cantada al lado de su hermano como en un fogón) e incluso reflexiva con el paso del tiempo (”Getting Older”). Justo antes del final, el hit “Bad Guy”, ese que la puso en boca de todo el mundo, accionó los fuegos artificiales justos para celebrar el momento.
Billie Eilish debutó en Argentina de la mano de Lollapalooza y en el marco de su Happier Than Ever Tour
¿Es un cisne? ¿Un mingitorio? ¿Un culo? ¿Una silla? ¿Una vulva con pies? ¿Un ave picuda y plateada? Las formas-deformes sobre el escenario Samsung preanunciaban la llegada de Lil Nas X, el rapero más extravagante del mainstream actual. Desde el vamos, decidió quemar las naves con un llamativo vestuario en tonos blancos, una espectacular puesta que representaba parte de sus fantasías, un cuerpo de bailarines femme style y con “MONTERO”, su megahit continental.
A partir de allí, cocinó a fuego fuerte su guiso de pop en el que caben Kanye West y Nirvana, el trap y el country (”Old Town Road”, en el que se montó a un caballo brillante), Quentin Tarantino y Madonna, el reggaetón y Michael Jackson. Diversidad y desparpajo, como palabras clave que se aproximan al fantástico universo de esta especie de faraón queer que metió cambios de ropa durante un interludio bailable y finalizó de su debut bonaerense con “LOST IN THE CITADEL” e “INDUSTRY BABY”.
Lil Nas X deslumbró en Lollapalooza Argentina
Lil Nas X rodeado por sus bailarines
La última tarde de este Lolla estuvo signada por los hitazos, esos temas que sabemos todos, que marcan generaciones y que pueden levantar cualquier fiesta. En eso estaba María Becerra, soltando un set que encaró con prepotencia rockera y posando como diva pop, hasta que llegó Ráfaga. La banda de cumbia cambió el ánimo del show con “Mentirosa” y le dio otra vuelta ecléctica al desparejo set de la autodenominada Nena de Argentina.
Después de un comienzo que mezcló perreo (”Animal”) con baladas (”Doble vida”), la cantante fue mostrando las distintas caras de un nutrido repertorio que cada fin de semana revienta cualquier boliche. Así, mantuvo cautiva a su audiencia y la llevó hasta el clímax con “Wow Wow” y “Automático”. Para el final, invitó a Lola Índigo y juntas se despacharon con “DISCOTEKA”.
“Esta se la dedico a Juli, mi novio, hoy y todos los días”, había dicho María al promediar su set para presentar “Cuando hacemos el amor”. Su novio es Rei, quien más temprano también había estado presente en Lollapalooza y también se anotó en esa de los hitazos. Fue, claro, con “Tu turrito”, una de las canciones que más se escucharon en Argentina en 2022. Con esa cerró un set bolichero que incluyó éxitos como “Fernet” y “Mission 01″, más conocida como “Corte rocho”.
María Becerra en Lollapalooza Argentina
El rapero bonaerense había tenido que interrumpir su show por unos minutos debido al efímero temporal que se desató en este lado de la provincia de Buenos Aires. Una vez que frenó el agua, toda la programación del festival se reanudó para continuar tal como estaba prevista. Y además, el sol salió con fuerza a calentar todo. Ahí es donde entró otro de los protagonistas de esta tanda de hitazos: Diego Torres.
Al develarse la grilla para esta edición del megafestival, hubo quienes lo miraron de costado. Pero la parábola del cantante pop es curiosa: cuando Perry Farrell creó Lollapalooza en 1991, Torres integraba el elenco de La Banda del Golden Rocket y era uno de los actores jóvenes más famosos del país. Si este evento hubiera existido en Argentina en aquel momento, muy probablemente Diego habría estado presente de la misma forma en la que hoy vemos a decenas de influencers y participantes de realities sonriéndole al público desde algún vip.
Sin embargo, fue enfocando en la música, cosechó un rosario de hits que explotaron las radios y se convirtió en un sólido performer que llena teatros en todo el continente. “Puedo decir que sí”, “Sueños” y “Usted” se vieron robustecidos por la big band que lo acompaña y también por el despliegue de carisma de Diego, que aprovechó el escenario natural y lumínico conocido como la “golden hour”. “Qué lindo ver gente tan joven como yo. Yo tengo 28 y mirá qué bien llevados”, bromeó.
Su hora dorada hizo brotar recuerdos musicales en muchos de los presentes y se vería finalmente redondeada después de entonar “Tratar de estar mejor” -que incluyó en la coda la melodía de “Himno de mi corazón”, de Abuelos de la Nada– y “Color esperanza”, dos caras de la misma moneda.
Diego Torres tuvo su hora dorada en Lollapalooza Argentina
Mientras se deshilachaba el set de Diego Torres, en la otra punta ya comenzaba el reggaetón de ensueño de Kali Uchis. Estadounidense, pero hija de colombianos: la sangre mestiza se rebalsa hacia su música y la convierten en una rara avis que es demasiado sofisticada para lo urbano y demasiado guarra para el indie y el r&b.
Amazona y seductora, arrancó regalando perreítos sutiles, discretos, hasta que se fue soltando a medida en que transcurrían sus temas: desde propias (”telepatía”, “fue mejor”), colaboraciones (”See You Again”) e incluso covers (”Frikitona”, “Papi Chulo” y “Pobre Diabla”, como tributo a los popes del reggaetón). También hubo espacio para estrenos de su flamante álbum Red Moon in Venus, como “Moonlight” y “I Wish You Roses”.
La sensualidad de Kali Uchis en Lollapalooza Argentina
La fiesta de Diego Torres en Lollapalooza 2023: anduvimos el mismo camino
Con una banda afilada y versátil, el cantante paseó por sus 30 años de trayectoria y recibió la ovación del público
Si algo reconoce el gen Lollapalooza es la diversidad, en el sentido más amplio del término. Libre de prejuicios musicales, el festival nuclea en su origen ese magma novedoso definido como alternativo, pero en su evolución, y sobre todo en la experiencia en Argentina, supo nuclear a artistas de diferentes estilos y generaciones.
Por este motivo, Diego Torres puede cuadrar naturalmente en una grilla con María Becerra o Lil Nas X, como quizás no podría hacerlo en otros festivales de rock. Y el público es el que más entiende esta premisa, y en la lluviasoleada tarde del domingo, se acercó en masa a ser testigo en vivo y en directa de esas canciones que escucharon en algún lugar de su inconsciente.
Diego Torres brilló con una banda de lujo y sus clásicos de siempre (Fotos: Gustavo Gavotti)
Con el oficio y el aplomo de tantos años de escenarios, Diego armó el setlist a tono con este tipo de eventos. Echó mano a sus grandes clásicos que sonaron casi en continuado, apenas matizado con su particular carisma de entretenedor. Ingresó al trote, pisando sobre seguro al compás de “Puedo decir que sí”. Lentes oscuros, chaleco sin mangas irregular y el sostén de una big band para apuntalar una de las propuestas más llamativas de la grilla.
Diego Torres al galope en el Hipódromo de San Isidro
“Buenas tardes, Buenos Aires. ¿Estamos listos para cantar?” preguntó Diego antes de jugar con sus coristas y dar paso al medley con “Por la vereda del sol”, y la multitud le hizo caso, con el celular en mano, para retratar el momento. “Es una alegría estar en este festival con estos artistas tan diversos. Me gusta cantar para gente tan joven”, señaló el cantante, haciéndose cargo de la brecha generacional y bromeó al adjudicarse 28 años.
Pero a la hora de la seriedad, el show de Torres no tuvo fisuras. Sostenido en el cubano Alex Batista, director musical de esta etapa, impregnando de aún más swing latino a su propuesta, se lució en la tríada “Sueños”, “Abriendo caminos” y “Andando”.
Después de “Que no me pierda” llegó el momento más rockero de la tarde con “Amor correspondido”, grabada originalmente junto a Carlos Santana en su álbum de duetos. Aquí, las luces se fueron con su sobrino Pedro, quien tomó la posta del genial guitarrista mexicano y recibió la merecida ovación del público. Y para contrastar, el clima caribeño -nunca mejor puesto a juzgar por los vaivenes del cielo de San Isidro- dio paso a “Usted”, a pura percusión sabrosona.
El público fue un instrumento más en el show y cantó todas las canciones
“Esta es una canción para mi familia, como la tuya, como cualquier otra”, dijo más tarde justo él, integrante de una de las familias más representativas del espectáculo. El pie fue para “Tratar de estar mejor”, catártica, cadenciosa, con el público con los celulares en alto y las manos en forma de plegaria.
La sonrisa de Diego durante su gran show en Lollapalooza (Fotos: Gustavo Gavotti)
“Las canciones son inoxidables, están ahí. Acompañan muchas vidas, muchas causas, en momentos buenos malos. Como esta canción que dice así…”, dijo el cantante antes del cierre y todos supieron que era el preludio para “Color esperanza”. Uno de los títulos que fue banda de sonido de la crisis argentina de 2001, ocurrida cuando muchos de los presentes aún no habían nacido, y sin embargo la corearon como si fuera el último tema de moda. Porque así son los clásicos, perduran a lo largo del tiempo y se pasan de generación en generación.
Regresó Tan Biónica, Drake fan de la Scaloneta y los Z coparon el festival: algunos hitos de Lollapalooza 2023
En tres jornadas tan diversas como inolvidables, se llevó a cabo la octava edición del festival más grande de Argentina. Cinco claves del megaevento que encendió al Hipódromo de San Isidro.
Nuevamente, este evento reunió a personas de todas las edades y brindó un espectáculo que quedará marcado en la retina de todos los asistentes
Pasó el Lollapalooza, pasaron las más de 100 bandas y las 300 mil personas que llenaron el Hipódromo de San Isidro en Buenos Aires. ¿Y qué dejó? De todo. Pasemos a contar.
Durante los tres días de su octava edición en el país, el megafestival recopiló varios momentos que quedarán en la historia y dejó en claro la importancia que le dan los artistas al público argentino. Además de que ahora son los más jóvenes, los centennials (o la también conocida como generación Z), quienes copan este evento y hasta marcan el ritmo de la moda.
Pese a los resabios de la ola de calor que golpeó a gran parte del país durante los primeros días de marzo, el público se acercó a disfrutar de los shows que se extendieron desde el viernes a las 11.30 hasta la 1 de la mañana del lunes. Como suele ser el caso, Lollapalooza cumplió las expectativas con tres días espectaculares donde no faltó nada: diversidad en la grilla, excelente acceso, actividades para todo tipo de público, incluyendo el infantil, gastronomía de primera, moda, cambios en los asistentes y un clima festivo sin comparación.
Cinco hitos de Lollapalooza Argentina 2023
1. El inesperado anuncio de Chano
Chano reunió por un instante a Tan Biónica (Gustavo Gavotti)
Su presencia era duda en todos, menos en él. Santiago “Chano” Moreno Charpentier siempre tuvo en claro que iba a estar el pasado viernes por la noche en el escenario Flow de Lollapalooza 2023. Lo que pocos sabían, él mismo y unos pocos más, era que iba a reunir a la banda de su vida. El rumor había corrido desde temprano en el Hipódromo de San Isidro, pero nadie quiso ilusionarse demasiado, una práctica habitual de los megafestivales. Pero sin prometer, Chano cumplió y regaló un inolvidable show de Tan Biónica, mezclado con las mejores canciones de su repertorio solista.
El cantante subió a las 20 horas y empezó a preparar el terreno con “Oración al sol”, y puso a todo el hipódromo a bailar. Después de un bloque electrofolk “Carnavalintro” y “Naistumichu”, bajaron las luces y los decibeles, pero no las emociones. Fue el momento de intimidad con “Claramente”, con guitarra criolla al hombro, celulares en mano y coro interminable de sus fans. Y para terminar, una vez más la explosión. “En 5 minutos vuelve Tan Biónica, y el grupo les va a regalar una última noche mágica en un estadio de la ciudad de Buenos Aires”.
2- Los looks de Lollapalooza: desde colores vibrantes hasta metalizados
Metalizados, ropa de colores vibrantes y estilos innovadores: las claves de los looks de los más jóvenes
La octava edición del megafestival volvió a posicionarse como un faro de looks y estilos. Con el calor como principal condicionante, los atuendos que eligieron los más de 300 mil jóvenes se caracterizaron por ser ligeros y coloridos. Es que el concepto de optimismo visual que atraviesa a esta época de pospandemia y confinamiento mutó en estéticas vibrantes que combinaron el glam rock, imprescindible en estos cónclaves, con figuras vivas, texturas metalizadas y decoraciones sobre distintas prendas.
La paleta cromática se basó en el rosa, el flúor, el amarillo y el verde claro, además de prendas metalizadas. Incluso, a las transparencias que ya son un clásico de esta temporada, se sumó otro detalle: la lencería al descubierto. En múltiples looks, los centennials (que fueron amplia mayoría) los lucieron como una moda instalada que, además, tuvo a la ropa engomada (principalmente en polleras y minifaldas) y los tops como “acompañantes” ideales. Los siempre infaltables jeans recortados a mano volvieron a convertirse en el clásico que nunca pasa de moda.
Aunque no se contaron entre los más elegidos, el look total black volvió a posicionarse como un must, al tiempo que el streetwear, una clásica unión de los estilos urbanos y callejeros de Estados Unidos, comenzó a ganar terreno. Por último, en lo que se refiere a accesorios, las riñoneras y los bolsos pequeños fueron los que coparon las escena, mientras que los pilusos, gorras, cadenitas, gafas de sol y guantes recortados fueron algunos de los más elegidos.
3. El homenaje a Blink-182 y a la Scaloneta
Drake fue uno de los shows más esperados de la noche del viernes en Lollapalooza Argentina (Gustavo Gavotti)
“Es mi primera vez acá y tengo ganas de cantar esta canción: ‘Muchaaaaaachoooooos’”, empezó a agitar Drake en el primer día de festival y le alcanzaron unos segundos para convertir al público de Lollapalooza Argentina en la hinchada de la Scaloneta, poniendo finalmente a tope el ánimo multitudinario en la noche de su debut bonaerense. El rap meloso y de baja intensidad del canadiense era lo más esperado del viernes. Y apareció a contraluz, entre fuegos y humos como único efecto especial por sobre las pantallas leds iluminadas de blanco, negro o rojo. Más que minimalista, una vuelta a los básicos.
La cancelación de Blink-182 a último momento por la fractura de un dedo de su baterista, Travis Baker, provocó la decepción de sus fanáticos. En su lugar sumaron a los Twenty One Pilots, que durante su show el sábado le hicieron un guiño a Blink-182 e hicieron su versión de “All The Small Things”. El cantante Tylor Joseph y el baterista Josh Dun volvieron a hacer de las suyas y manejaron al público a la perfección, generando quiebres impactantes durante la hora y media de recital.
4. Los centennials tomaron por asalto Lollapalooza Argentina 2023
Un grupo de chicas en la segunda jornada del megafestival más importante de la Argentina (Fuente)
Este megafestival, que fue concebido por el cantante de Jane’s Addiction en 1991 bajo los estandartes del rock alternativo, indie y punk rock, hoy ya mutó por la propia inercia hormonal de la cultura joven. Es que Lollapalooza 2023, en la actualidad, sumó nuevas bocanadas musicales y artísticas.
Con miles de centennials que se congregaron desde el viernes en el Hipódromo de San Isidro, la fuerza de los looks disruptivos y la impronta coparon el evento. “Estos chicos que vemos hoy tienen entre 13 y 28 años y constituyen un mercado de enorme importancia desde el punto de vista musical, quizás el mercado más importante del mundo en cuanto a qué escuchan y dónde escuchan”, analizó a infobae el sociólogo y psicólogo, Martín Wainstein, Profesor Consultor e Investigador de Psicología Social de la Universidad de Buenos Aires
“Los centennials son verdaderamente nativos digitales. Ellos viven sumergidos, se informan, estudian, trabajan, todo a través de la tecnología. Y por supuesto también escuchan música con la tecnología”, afirmó el experto. Mientras que al evaluar cómo cambió la música y su relación con la actualidad, Wainstein destacó: “El trap, que es la música predominante, es bastante transgresora en términos de lenguaje, valores y de lo que promueve. Y de alguna manera pone sobre aviso a los padres sobre una especie de concepción del mundo o ideología dominante en los centennials, que está muy relacionada con el individualismo. Cierta queja antisistema y anti-trabajo, en el sentido no de no de pensar que el trabajo como algo que no sirve, si no de pensar que hay que trabajar en lo que a uno le gusta”.
5. La sorpresa de Usted Señalemelo y la reencarnación de Catupecu Machu
Usted Señalemelo anunció su regreso meses atrás y este sábado hizo su presentación en el Lollapalooza. La banda nacida en Mendoza deleitó a sus fans que se agolparon, con una gran convocatoria, en el escenario Flow (Franco Fafasuli)
El grupo mendocino Usted Señalemelo pisó fuerte en el escenario Flow, con todavía el calor de la tarde del sábado bañando el hipódromo. El frontman Juan Saieg caminó las tablas hacia los cuatro costados y recorrió la pasarela, descansando en la sólida batería de Lucca Beguerie Petrich y la guitarra rabiosa de Cocó Orozco. Con temas como “Puedo morir, puedo caer”, demostraron toda su estirpe de rock garagero, espíritu (post) adolescente y la dosis justa de trance. El cierre, paradójico y enigmático, fue con “Big Bang” y casi a capela, “Agua marfil”, en retirada hacia el campo y recibiendo el cariño de los fans.
Como pocas bandas de la vasta escena del rock argentino, Catupecu Machu pareció haber nacido para tocar enLollapalooza. Quizás sea el halo alternativo que los acompaña desde sus inicios, hace casi 30 años; o bien la épica cancionera y de estadios que supieron construir; acaso la presencia arrolladora de un frontman como Fernando Ruiz Díaz. O la suma potenciada de cada una de las partes. Lo cierto es que el destino hizo sus rodeos y recién en esta edición los caminos se cruzaron para concretar uno de los grandes momentos de la jornada del sábado.
El show de Catupecu fue un repaso por sus grandes éxitos y un homenaje permanente a Gabriel Ruiz Díaz, quien fundó el grupo con su hermano Fernando. El bajista falleció en enero de 2021 luego de estar 15 años internado tras sufrir un accidente automovilístico. Su estrella guio los pasos de su hermano, quien mantuvo su recuerdo en cada escenario y lo destacó como el “motor” de este Catupecu modelo 2023.