El 12 de marzo pasado, Paul McCartney y Linda Eastman hubieran cumplido sus bodas de oro. El gran amor del beatle murió de cáncer en 1998, pero siempre estará presente en su vida. En parte, a través de su legado artístico, como las fotografías que contiene The Polaroid Diaries, un libro que se acaba de publicar con instantáneas de su cotidianidad familiar y retratos descontracturados de los otros Beatles.
Linda Louise Eastman había nacido en Scarsdale (Nueva York) el 24 de septiembre de 1941. Era la segunda de cuatro hermanos. Su padre, hijo de inmigrantes rusos judíos, cambió su nombre de cuna, Leopold Vail Epstein, por el de Lee Eastman. Su madre, Louise Eastman Sara Lindner, heredera de la familia dueña de las tiendas Lindner, murió en un accidente aéreo en 1962.
Una leyenda equivocada señalaba a Linda como la heredera del imperio fotográfico Eastman Kodak. El error tal vez surgió porque efectivamente provenía de una familia rica y también porque se dedicó a la fotografía. Estudiando ese arte en la Universidad de Arizona, conoció a quien sería su primer marido, John Melvin Jr. Se casaron en 1962, ese mismo año tuvieron una hija, Heather, y se divorciaron en 1965.
Paul, George Martin y George Harrison, en otra instantánea de Linda McCartney incluida en «The Polaroid Diaries».
Linda empezó como recepcionista en la revista Town and Country, hasta que logró que la mandaran a cubrir una fiesta que los Rolling Stones daban en un yate. Fue la única fotógrafa a bordo, las tomas que consiguió tuvieron una enorme repercusión y la introdujeron en el mundo del rock. A partir de entonces retrataría a otras personalidades del ambiente, como Jimi Hendrix, Janis Joplin, Neil Young, Simon and Garfunkel, The Who, Aretha Franklin, Bob Dylan o Eric Clapton.
Linda McCartney en 1968, fotografiada por Eric Clapton.
En mayo de 1967, Linda estaba en Londres trabajando como fotógrafa cuando McCartney la vio pasar junto a su mesa en el club Bag O’Nails, durante un concierto de Georgie Fame. Le dio charla, y así empezó una relación que duraría hasta que la muerte los separó.
Se casaron una mañana lluviosa de 1969. Habían pensado que la ceremonia fuera secreta, pero las escaleras del registro civil del barrio de Marylebone se plagaron de fans y periodistas. La boda se demoró una hora porque el tren de uno de los testigos, Mike McGear, hermano de McCartney, se descompuso entre Birmingham y Londres. Mal Evans, asistente de Los Beatles, fue el otro testigo.
Además de Heather, a quien Paul crió como propia, tuvieron tres hijos: Mary, Stella y James. Tras la separación de Los Beatles, en 1970, Linda fue el sostén de un Paul que cayó en un pozo depresivo. “Linda me rescató y me salvó”, reconocería él años más tarde.
Paul le enseñó a tocar el piano y Linda fue, entre 1971 y 1981, tecladista de Wings, el grupo que su marido lideró en esa primera década post Beatles. En 1980, en una gira por Japón, a él lo detuvieron por posesión de marihuana: con el tiempo, él recordaría esas diez noches como las únicas en 29 años de matrimonio en las que durmieron separados.
Linda nunca dejó de lado su pasión por la fotografía, y The Polaroid Diaries, publicado esta semana por la editorial Taschen, refleja su talento con más de doscientas instantáneas tomadas entre principios de los ’70 y mediados de los ’90, que reflejan la intimidad de la familia McCartney.
Fuente: Clarín