La prehistoria del rock argentino convirtió en leyenda a verdaderos “antros” donde tocaron artistas pioneros como Los Gatos, Moris y Tanguito, por ejemplo el famoso sótano de Av. Pueyrredón casi Juncal llamado La Cueva, en Barrio Norte. De la misma forma, la siguiente etapa en la década del ’70 tuvo lugares emblemáticos como el Centro de Artes y Ciencias, el Auditorio Kraft y hasta el efímero primer piso del bowling La Bola Loca, donde Charly García ajustó el sonido de La Máquina de Hacer Pájaros durante 48 funciones.
A principios de los ’80, aún en dictadura, antes y después de la Guerra de Malvinas, floreció una nueva camada de clubes, bares, cafés y pubs donde se hacían recitales, pero al principio estaban más centrados en el jazz, como Jazz & Pop, Satchmo, Shams, Bar Latino y Café de Agosto.
Poco después apareció un puñado de lugares nuevos, en el que el rock hizo base, y donde dieron sus primeros pasos Soda Stéreo, Sumo, Los Twist y Los Redonditos de Ricota, por ejemplo Café Einstein, Bar Zero, La Esquina del Sol y Stud Free Pub. Más adelante se abrirían muchos más, como el Centro Parakultural, Cemento, Paladium, Gracias Nena y La Luna.
Uno de esos lugares clave es el protagonista de Stud Free Pub: una buena historia, un gran documental que se vio a fines de 2019 en dos funciones a sala llena en el Festival Internacional de Mar del Plata y luego en el Festival de Cine Documental Musical Escenario en La Casa del Bicentenario. Ahora llegó un estreno on-line y gratuito, en el sitio Comunidad Cinéfila.
El Stud quedaba en avenida Libertador 5665, casi esquina La Pampa, justo en una de las puntas del túnel del barrio de Belgrano. Había sido una caballeriza y actualmente es una moderna torre de 20 pisos. Brilló de 1983 a 1986, sin más actividad posterior que convertirse en leyenda, que por suerte decidieron retratar el productor Damián Originario y el director Ariel “Topo” Raiman, baterista de Los Pericos.
“La idea -cuenta Damián- surgió por mi amistad con Claudio Izsac, uno de los tres dueños del Stud, que siempre me contaba anécdotas del lugar y yo no lo podía creer porque soy más chico y no lo había vivido. Cuando cerró el Stud él no volvió a ver a sus ex-socios Raúl Romeo y Carlos del Rio, pero se reencontraron después de 30 años y estuve presente en esa cena donde volvieron a aparecer decenas de grandes historias. Le conté a mi amigo Topo y decidimos que había que hacerles un homenaje. Primero pensamos en un gran recital, pero organizarlo era una locura, así que me propuso hacer una película, ya que él había dirigido muchos documentales de Los Pericos”.
Eso ocurrió en 2014, y desde entonces se embarcaron en esta aventura que no termina. Contactaron a músicos, periodistas y figuras que estuvieron en el Stud, y todos aceptaron de inmediato. “Conseguimos un apoyo del INCAA -dice Topo-, pero el documental lo hicimos nosotros dos y mi hermano Nico. Y lo que más queremos ahora es que la gente pueda verlo”.
Del Indio Solari a Ricardo Mollo, participan decenas de artistas que marcaron el camino del rock nacional.
Ariel Raiman fue testigo y protagonista en el Stud, ya que presenció decenas de recitales y tocó con un grupo under llamado Camouflage. En cambio Damián sólo conocía el nombre por un famoso disco pirata de los Redonditos. “Era una época -agrega el director- donde había pocos lugares, así que ibas y siempre te encontrabas con un montón de músicos conocidos viendo el mismo show que vos. ¡O Charly subía al escenario de otro! Y si no lograbas entrar te quedabas escuchando desde afuera”.
La mayor dificultad al encarar este proyecto fue conseguir imágenes, porque no había muchas cámaras de video y el material es escaso. Pero sumaron fotos, afiches, volantes, recortes de diarios y revistas, que junto a la infinidad de entrevistas sirvieron para dar forma al resultado final.
“Cuando me puse a editar me di cuenta -recuerda Topo- que en todas las notas aparecían los mismos temas, como si fuera una sola conversación, así que mi idea fue imaginar que estaban todos reunidos, hablando como si fuera un reencuentro de compañeros de colegio. El temario me lo dieron ellos y empecé a encontrar un hilo entre los diferentes reportajes”.
Según Damián, “el secreto de este documental es que todos los músicos tienen un gran recuerdo del Stud, desde los grupos más chicos hasta el propio Indio Solari o Charly, que dijeron cosas muy lindas, con mucha emoción y nostalgia. Fue un lugar único”.
El dream team del rock, sin Fito Páez ni Andrés Calamaro
Si uno no supiera que este documental fue una producción a pulmón, totalmente independiente, se podría pensar que se trata de una superproducción, ya que participan el Indio Solari, Charly García, Ricardo Mollo, Germán Daffunchio, Zeta Bosio, Richard Coleman, Sergio Rotman, Rubén Rada, Pipo Cipollati, Miguel Zavaleta, Fernando Samalea, Daniel Melingo, Diego Frenkel, Claudia Puyo, Willy Crook, Viuda e Hijas de Roque Enrol, Alfredo Rosso, Lalo Mir y Bobby Flores, entre otros.
El póster de la película que se estrenó en pantalla grande y ahora podrá verse en distintos dispositivos.
Sólo quedaron afuera Fito Páez y Andrés Calamaro, que quisieron participar, pero nunca pudieron coordinar un encuentro.
Algunas perlas son las imágenes de la fiesta de casamiento del periodista y poeta Pipo Lernoud (lo casó Miguel Abuelo y se ve a Charly García y Skay Beilinson entre los invitados), una entrevista de Tom Lupo a Sumo en camarines, y Fricción tocando su famosa versión de Héroes, de David Bowie.
Fuente: Clarín