Para la cantante británica Adele, el 2019 fue sin duda un año bastante complicado, que seguramente quedará marcado de manera indeleble en su memoria, entre otras cosas, por su repentino divorcio de Simon Konecki, despues de siete años de matrimonio que dejaron como legado un hijo, Angelo Adkins, nacido en 2012.
Pero también, el año que está por terminar quedará en el recuerdo de la artista, de 31 años, como el año en que su figura cambió de manera radical, a punto tal que a la par de algunos elogios, despertó críticas de parte de algunos de sus fans.
Es que, tras unos meses alejada de las redes sociales y de los focos, Adele regresó con un saludo para sus más de 32 millones de seguidores, ilustrado con unas imágenes en las que aparece prácticamente irreconocible. «Antes solía llorar, ahora prefiero transpirar», escribió en su cuenta de Instagram, acompañando una fotografía que da cuenta de un sorprendente cambio.
El resultado final de ese proceso de alrededor de una década, durante el cual perdió unos 70 kilos, queda en su mayor evidencia en el posteo que la cantante hizo para Navidad, en la que se fotografió junto al Grinch. «Los dos tratamos de arruinar la Navidad, pero luego nuestros corazones crecieron. Gracias por venir a mi fiesta y hacernos sentir como niños, Grinch. Feliz Navidad y felices fiestas a todos», escribió junto a dos fotos en blanco y negro en las que posa con Papá Noel y con el Grinch.
Adele, en 2008. Desde entonces, la cantante británica perdió alrededor de 70 kilos. (REUTERS/Valentin Flauraud)
Sin embargo, mientras unos fans aplaudieron y la felicitaron por ese cambio, a otros no les cayó tan bien, y lo hicieron saber a través de sus comentarios. Y hasta hubo quienes ironizaron poniendo en duda que fuera ella la persona que aparece de las fotos.
«¿Quién es esta mujer? ¿Dónde esta Adele?», posteó uno, en tanto otros mostraron su disgusto con frases como «Quiero a la antigua Adele», o «Adele ya no se parece a Adele».
Lo cierto es que, en el pasado, la cantante había respondido de manera terminante, cada vez que habían criticado su cuerpo. «Nunca he querido lucir como las modelos que salen en las portadas de las revistas. Represento a la mayoría de las mujeres y estoy muy orgullosa de eso”, decía entonces.
A partir del nacimiento de su hijo, Adele se decidió por el vegetarianismo y también dejó de fumar, y el cambio, con el paso del tiempo, fue notable. (Archivo)
Eso parece ser entonces lo que ahora algunos no le perdonan. Y a pesar de que la intérprete de Rolling in the Deep explicó que su deseo de bajar de peso respondía a una cuestión de salud más que estética, y que el proceso fue paulatino, para muchos fue una desilusión ver cómo su ídola modificaba su figura, que hoy responde mucho más que antes al «modelo» de belleza impuesto desde el «sistema» de consumo.
Adele, junto a su ex marido, Simon Konecki, en la entrega de los premios Grammy, en febrero de 2016. (Foto: Larry BUSACCA / GETTY IMAGES / AFP)
En realidad, no es la primera vez que Adele experimenta un descénso drástico en su peso. Ya en 2015, dos años después de ser madre, la cantante había perdido unos 68 kilos, a partir de una combinación entre una dieta y una serie de ejercicios.
Sólo que esta vez, más allá de que no fueron tantos los kilos que la cantante dejó en el camino merced a una fórmula similar a la anterior, aunque la artista parece estar muy contenta con su nueva imagen, no todos creen que sea algo para festejar.
Fuente: Clarín